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Federal » El Federaense
Fecha: 18/11/2024 18:00
En el marco de la cumbre del G20 que se celebra en Brasil, el primer ministro británico, Keir Starmer, sostuvo un encuentro significativo con el presidente chino, Xi Jinping. Durante esta reunión, Starmer subrayó la necesidad de fortalecer la relación entre el Reino Unido y China, destacando que una alianza sólida no solo beneficia a ambos países, sino también a la comunidad internacional. Starmer expresó ante los medios presentes que el objetivo es que las relaciones sean consistentes, duraderas y, sobre todo, basadas en el respeto mutuo, subrayando la importancia de evitar sorpresas en el diálogo entre ambos países. Dijo: “Deseamos que nuestras relaciones sean respetuosas y transparentes, en la medida de lo posible”. Propuesta de reuniones bilaterales Como parte de este nuevo enfoque, el líder laborista propuso que se celebren reuniones bilaterales entre los dos gobiernos, sugiriendo Pekín o Londres como posibles sedes. A su vez, subrayó que el Reino Unido actuará como un país predecible, consistente y soberano, reafirmando su compromiso con el estado de derecho. Un cambio en la dirección de la política exterior Con este encuentro, se marca un cambio significativo en la política exterior británica, en comparación con la postura de gobiernos conservadores anteriores que habían adoptado un enfoque más confrontativo hacia China. Starmer y su gabinete han manifestado su intención de priorizar un enfoque más pragmático y constructivo en los diálogos con Beijing. Desde Downing Street, se enfatizó que la relación con China es crucial, considerando que este país es la segunda economía más grande del mundo y un socio comercial importante. En este sentido, Starmer reiteró que llevará a cabo negociaciones serias con Xi Jinping durante su encuentro. A pesar de que las relaciones entre ambos países han sufrido un deterioro en los últimos años, especialmente debido a diferencias relacionadas con seguridad y derechos humanos, el nuevo gobierno laborista parece decidido a priorizar el diálogo y la cooperación. Recientemente, el ministro de Exteriores británico, David Lammy, realizó una visita a Pekín donde abordó cuestiones delicadas como el respeto a los derechos humanos de los uigures en Xinjiang y la situación del preso británico, Jimmy Lai, en Hong Kong.
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