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Federal » El Federaense
Fecha: 18/11/2024 17:58
En una vibrante jornada en Santiago del Estero, Cristina Fernández de Kirchner, expresidenta del país y actual presidenta del Partido Justicialista, encabezó un acto con motivo del Día de la Militancia peronista. Este evento marca su primera aparición política significativa en el interior del país desde la confirmación de su condena en la causa Vialidad por parte de la Cámara de Casación Penal. La exmandataria se presentó en la Asociación Atlética Quimsa, donde la música de fondo del tema “Fanático” de Lali Espósito llenó el ambiente, evocando referencias al actual presidente, Javier Milei. En su discurso, Cristina agradeció a los santiagueños: “Vengo a darle las gracias porque Santiago del Estero acompañó más que nadie en toda la República siempre a las propuestas que vinimos a hacerles a los argentinos desde el 2003. Decía mi abuela que es de bien nacido ser agradecidos, aunque muchos por ahí se olvidan.” Este mensaje parecía estar orientado a la interna del PJ, enfatizando la importancia de recordar y valorar el apoyo recibido a lo largo de los años. Además, se dirigió directamente al gobierno actual al afirmar que “a los peronistas nos gusta la propiedad privada, pero la de todos”, rechazando el favoritismo a “los pocos que tienen guita” que, según ella, protege la administración de Milei. Cristina continuó su discurso haciendo un repaso histórico de los logros económicos del peronismo, destacando la presidencia de Néstor Kirchner en 2003 y la recuperación del país tras la crisis de 2001. Se refirió a su situación judicial y expresó que “nunca soñé como militante política que iba a ser presidenta de la República” y denunciando el castigo que pretende imponerle el sistema judicial por su rol en la política nacional. En un tono desafiante, agregó: “No me van a hacer arrepentir de nada de lo que hice, de nada.” Este discurso se intensificó con críticas hacia Milei, a quien denominó “pequeño dictadorzuelo” y lo comparó con “la fusiladora del 56”, en referencia a las recientes decisiones del gobierno de despojar a los edificios públicos de simbología peronista, incluyendo la posibilidad de derribar el emblemático edificio MOP de la 9 de Julio, donde Eva Perón pronunció su último discurso. De este modo, Cristina Kirchner reafirma su rol en la política argentina y su resistencia ante las adversidades, mientras la lucha interna del partido continúa definiendo el rumbo del peronismo en el contexto actual.
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