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Concepcion del Uruguay » La Pirámide
Fecha: 18/11/2024 17:37
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha finalizado este domingo una breve visita a Buenos Aires con una certeza y una misión: la lista de desacuerdos con su homólogo Javier Milei es extensa, pero la prioridad es moderarlo de cara a la Cumbre del G-20 que comienza este lunes en Río de Janeiro. «No siempre pensamos lo mismo sobre muchos temas, pero es muy útil debatir», afirmó Macron en sus redes sociales mientras volaba a Argentina, primera etapa de una gira que, además del G-20, incluirá una visita a Chile. Macron y su esposa, Brigitte, compartieron en la noche de este sábado una cena en la residencia presidencial de Olivos con Milei, su hermana Karina, secretaria general de la presidencia, el canciller Gerardo Werthein y el embajador argentino en París, Ian Selecki, así como el francés en Argentina, Romain Nadal. Horas después, en el mediodía del domingo, el jefe de Estado francés saludó desde el balcón de la Casa Rosada junto al jefe de Estado argentino. Más allá de la cena privada, ambos presidentes celebraron una reunión este domingo en la sede del Gobierno argentino, seguida de un encuentro ampliado con varios ministros de los dos países. Macron también se reunió con empresarios franceses en Argentina e impulsó la venta de tres submarinos franceses a la Armada de la tercera economía de América Latina. Según fuentes oficiales de ambos países, luego del “mano a mano” entre los presidentes –breve, ya que ambos se vieron ayer por la noche– tuvo lugar el encuentro con ministros y consejeros de ambos países, en el salón Eva Perón. Luego, ambos se asomaron al balcón de la Casa Rosada, para saludar a un ruidoso grupo de militantes, turistas y curiosos que, pese a la lluvia, aguardaban en la Plaza de Mayo. Por último, Macron y Milei compartieron, en el Salón de los Científicos, un encuentro con empresas y empresarios argentinos interesados en invertir en Francia. “Fortaleceremos la cooperación entre Argentina y Francia en las áreas de economía, defensa e innovación. Antes del G20, el diálogo que estamos llevando a cabo es importante para la relación entre Europa y América latina”, escribió el presidente Macron en la red social X, al término de su visita. Pasadas las 13:15, Macron partió directamente hacia el aeropuerto, rumbo a Brasil. Homenaje a desaparecidos franceses Macron se acercó bien temprano a la Iglesia de la Santa Cruz, en el barrio porteño de San Cristobal. Allí, y como parte de la agenda tradicional de cada dignatario francés que visita la Argentina, colocaron una ofrenda floral para homenajear a 24 franceses desaparecidos y asesinados durante la última dictadura cívico militar argentina, entre ellas las monjas Alice Domon y Léonie Duquet. “Es una actividad privada, no bilateral”, dijeron a La Nación desde la Casa Rosada, a modo de discreto despegue de ese homenaje al que Macron llegó junto a la primera dama y escoltado por un fuerte operativo policial. «No los olvidamos», declaró Macron a los familiares de los desaparecidos, según testigos presenciales de la conversación. Esos mismos familiares le entregaron una carta al presidente francés en la que expresan su «preocupación por la actual política de derechos humanos del Gobierno argentino, que ataca a organizaciones de derechos humanos». «Conectar» antes del G20 Según el Palacio del Elíseo, el objetivo de la visita de Macron es intentar «conectar al presidente Milei con las prioridades del G-20», foro en el que ambos líderes participarán el lunes y martes en Río de Janeiro. Sin declaraciones a la prensa tras la reunión, es incierto hasta qué punto Macron logró moderar las posiciones de su homólogo argentino. Macron viene mostrando especial diferencia con Milei, que en junio le canceló a último momento una visita de Estado a París. Hace pocas semanas, Karina Milei visitó a los Macron en París. En ese contexto, el jefe de Estado francés está desempeñando el rol de una suerte de moderador y mediador. Milei no se habla con Lula da Silva, presidente brasileño y anfitrión de una Cumbre del G-20 que ve en peligro el documento final de consenso ante el abrupto giro de la política exterior argentina. Según O Globo, la estrategia de Brasil es «evitar condenar a las partes implicadas y centrarse en cuestiones como la defensa de un alto el fuego, la búsqueda de la paz y la ayuda humanitaria». Según los medios brasileños, los sherpas (representantes de los presidentes en el grupo) llegaron a un consenso sobre un texto que contiene varias cuestiones delicadas, entre ellas menciona a la guerra entre Rusia y Ucrania y al conflicto de Gaza, pero restan cuestiones pendientes, y las negociaciones consisten ahora en contactos bilaterales, que tendrán lugar a lo largo de este domingo, para acercarse al acuerdo. Alianzas y diferencias Milei, aliado incondicional de Benjamin Netanyahu y de gran vínculo con Volodimir Zelenski, se niega a un documento que no incluya una condena a Rusia, pero también a incluir el impuesto a los superricos por el que Lula aboga. «La Casa Rosada se ha mostrado contraria a los principales temas de la presidencia brasileña, después de haber firmado declaraciones ministeriales a lo largo del año. Hubo un claro giro en la política exterior del Gobierno argentino -y una revalorización del tema en la agenda de Milei- tras la elección de Donald Trump en Estados Unidos. El presidente argentino se ha convertido en una especie de portavoz de la agenda internacional de la extrema derecha latinoamericana, con banderas como la lucha contra el globalismo y los organismos multilaterales», añadió O Globo. «Un escenario posible es que Argentina finalmente no firme la declaración presidencial. Otra opción es que Argentina firme, pero señalando con asteriscos cada uno de los puntos con los que no está de acuerdo, que cada día son más». Milei es el único presidente del G-20 que no solicitó una reunión con el anfitrión. El argentino sí se reunirá con su homólogo chino, Xi Jinping, y señaló que la relación con Pekín es de «un socio comercial muy interesante», ya que «lo único que piden es que no los molesten». Milei hará una visita de Estado a China en enero, cliente fundamental de las exportaciones agropecuarias argentinas.
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