18/11/2024 17:15
18/11/2024 17:12
18/11/2024 17:12
18/11/2024 17:12
18/11/2024 17:12
18/11/2024 17:12
18/11/2024 17:12
18/11/2024 17:12
18/11/2024 17:11
18/11/2024 17:11
Paraná » La Bitacora radio
Fecha: 18/11/2024 14:10
El gesto fue en el marco de la Jornada Mundial de los Pobres. Fue servido en el Aula Pablo VI y participaron 1.300 comensales. Organizó el Dicasterio para el Servicio de la Caridad y la Cruz Roja. Tras la misa para celebrar la Jornada Mundial de los Pobres, en la que pidió «no olvidar que los pobres no pueden esperar», el Papa Francisco compartió un almuerzo con un número importante de personas sin hogar en el Aula Pablo VI. El gesto fue organizado por el Dicasterio para el Servicio de la Caridad y ofrecido este año por la Cruz Roja Italiana, que desplegó a más de 300 voluntarios. El almuerzo, amenizado por la Fanfarria Nacional de la Cruz Roja, incluyó un menú a base de lasaña con verduras, pastel de carne vacuna rellena de espinacas y queso, puré de papa, fruta y postre. Al finalizar el almuerzo, las más de 1.300 personas que compartieron una sencilla mesa y mantel en donde hace unas semanas se sentaban los padres y madres sinodales que participaban en la segunda fase del Sínodo sobre la Sinodalidad, recibieron a modo de obsequio una mochila ofrecida por los padres de la Congregación de los Sacerdotes Misioneros con algunos alimentos y también productos de higiene personal. El cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, explicó que celebrar esta jornada significa seguir a Jesús y «pensar del mismo modo que indica el Evangelio, porque eso es lo que Cristo habría hecho y, por tanto, eso es lo que haremos también nosotros». Para la jornada de este año, el pontífice eligió como lema «La oración de los pobres asciende hasta Dios» y estuvo precedida «de numerosas iniciativas de atención a los pobres, como el ambulatorio situado bajo la columnata Bernini, abierto todos los días y que acoge diariamente a unas 150 personas sin hogar». Uno de los invitados fue un hombre de Palermo, huésped del Palacio Migliori, la residencia para personas sin hogar cercana a la Basílica de San Pedro. La persona relató a la sección italiana de Vatican News que tenía un trabajo y una familia. Sin embargo, hace poco sufrió un derrame cerebral, y la Comunidad de San Egidio lo alejó de la calle. «Agradeciendo a Su Santidad el Papa y al cardenal Krajewski, se puede decir que ahora yo también tengo un hogar y una familia. Tener un lugar para dormir también te ayuda a hacer algo para el futuro», afirmó. Dijo que primero quiere recuperarse y luego buscar trabajo. Al final del almuerzo, Francisco saludó a todos y agradeció a las personas que colaboraron con la jornada. (Fuente: AICA)
Ver noticia original