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» Diario Cordoba
Fecha: 17/11/2024 09:37
Los arqueólogos Camino Fuertes, coordinadora en Córdoba de la Red de Espacios Culturales de Andalucía, y Desiderio Vaquerizo, Catedrático de la Universidad de Córdoba (UCO) en la materia, destacan la imposibilidad de conocer el alcance de la delincuencia sobre los yacimientos, aunque este último afirma que «estoy seguro de que, por desgracia, se nos va mucho más de lo que se aprehende», pese a «la labor fantástica de las fuerzas de seguridad». De este modo, entiende que «es prácticamente imposible erradicar el comercio ilícito, la gente identifica la arqueología con el enriquecimiento, con el concepto de tesoro», y recuerda que se trata de un problema «con muchísimas ramificaciones, que afecta a todo el mundo». Este profesor señala, no obstante, que «Córdoba ha sido una zona muy potente tradicionalmente en cuanto al comercio ilícito, porque es un yacimiento arqueológico de primer nivel». En esta línea, apunta que «mucha gente oculta obras. En Córdoba hay muchísimas colecciones particulares. Medina Azahara, en su momento, nutrió muchas casas». Sin embargo, a su juicio, la pérdida patrimonial va más allá de la delincuencia. Apunta al desarrollo urbanístico y explica que «se hace con control arqueológico y con el beneplácito de las administraciones, pero supone pérdidas más importantes de lo que representa una pieza concreta. Expolio son también las destrucciones y el estar perdiendo patrimonio a diario». La arqueóloga Camino Fuertes posa delante del Templo Romano. / A. J. González Desiderio Vaquerizo afirma que, «después de 40 años de intervenciones arqueológicas, desde la transferencia de competencias a la Junta de Andalucía, el tejido patrimonial de Córdoba prácticamente no se ha enriquecido». Ante ello, defiende que «caben otras soluciones, que pasan por una planificación que evite el despilfarro de recursos, elija determinados puntos para ser puestos en valor y aquellos que se vayan a perder, que contribuyan al enriquecimiento del resto». A modo de ejemplo, indica que el arrabal de Saqunda «está en muy mal estado de conservación, pero se podría haber aprovechado para crear un gran museo de historia de la ciudad. La revuelta del arrabal de Saqunda es un símbolo universal de lucha contra el poder y la opresión». Por su parte, Camino Fuertes hace hincapié en que «el mercado de arqueología y arte ilegal mueve muchísimo dinero», y reconoce que «no sabemos todo lo que se puede estar perdiendo». En este sentido, reivindica la educación y la implicación ciudadana en la denuncia de los hechos, aludiendo a los conocidos como «piteros», individuos que usan detectores de metales para extraer piezas arqueológicas del suelo, y destacando que «hay que llamarlos delincuentes, porque ayuda bastante llamarlos por su nombre». De esta forma, Camino Fuertes subraya que las piezas «nos pertenecen a todos, al sitio, y no a un señor que pague mucho dinero por llevárselas a Qatar», comenta en referencia a los efebos de Pedro Abad. Al hilo de la recuperación de estas y otras piezas, también llama a «poner en valor» el trabajo de la Policía y la Guardia Civil en la materia. El arqueólogo Desiderio Vaquerizo, ante la puerta del Museo Taurino. / Manuel Murillo La coordinadora en Córdoba de la Red de Espacios Culturales de Andalucía, que coordinó asimismo el yacimiento de Cercadilla hasta 2018, puntualiza que «lo que da valor a las piezas es la tierra», porque el conjunto narra la historia del lugar. Para ejemplificar esta idea, menciona el hallazgo de una vieira con dos agujeros en Cercadilla, en un cortijo del siglo XII, «lo que me está diciendo que, probablemente, hubo un caminante que se fue a Santiago y trajo la vieira, y lo hace en un momento en que Córdoba es islámica. En su sitio, cambia toda la historia». En las últimas semanas, el Ayuntamiento de Córdoba, la UCO y la Universidad Pablo de Olavide han firmado un convenio marco para poner en valor esta zona y el anfiteatro romano. Así, el pasado enero el Ayuntamiento tuvo que retirar la chabola instalada por una persona en Cercadilla, una situación denunciada por las siete asociaciones culturales de Córdoba, según detalla Camino Fuertes. Después de esto, se ha limpiado la zona arqueológica. La arqueóloga recuerda la proliferación de hierba y de basura durante los últimos ejercicios en este enclave, cuyo edificio principal es un palacio imperial romano «que pensamos que es atribuido al emperador tetrarca Maximiano Hercúleo» y que habría sido construido entre los años 293 y 305 después de Cristo. Por esta y otras razones, como la falta de difusión, entiende que «la ciudad no sabe estar a la altura». En líneas generales, coincide con Desiderio Vaquerizo en realizar una llamada a «intentar hacerlo bien» después de que en las últimas décadas se haya incorporado «muy poco patrimonio». Camino Fuertes defiende que, «al igual que hay una solución para el agua, puede haber una solución patrimonial también». Suscríbete para seguir leyendo
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