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» Diario Cordoba
Fecha: 17/11/2024 09:34
¿Qué ha compartido en su móvil estos días de la DANA? ¿Informaciones de ayuda y datos oficiales? ¿O compartió mensajes de «muerte a Pedro Sánchez» o de «el pueblo salva al pueblo», de un tipo que solo salvaba su cuenta corriente con supuestas donaciones? Aviso: el timo de la estampita tiene versión actualizada con agitadores políticos en sus redes. Miramos con asombro la victoria de Donald Trump. Un tipo que dice que los inmigrantes comen mascotas de los americanos, pero que ha sido votado por emigrantes. El mismo tipo que apoyó el asalto al Capitolio. Ahora seguro que ya no hay dudas de la legitimidad ni asaltos, porque si ellos ganan, los de las conspiraciones, todo va bien. Es como Vox, que hizo campaña contra las autonomías pero ahora viven de ellas en su sillón. Aquí también se votaría a Trump. Porque aquí hay gente que vota a Alvise. Porque aquí hay gente que vota a Vox. Porque hay gente que vota el negacionismo y bulos. Los mismos que dicen no creer en nada, ni en el Estado, ni en los medios porque engañan. Pero sí confían en los buleros y negacionistas mesiánicos, sin evidencias, solo como una cuestión de fe. En esos sí que creen los que dicen no creer en nada. Menuda contradicción. Habrá que recordar que no hay que desear la muerte a Pedro Sánchez, ni a Feijoó, ni a Carlos Mazón ni al Felipe VI ni a la reina Letizia Ortiz. Habrá que recordar que hay un Estado de derecho y que para las responsabilidades políticas están los tribunales, y no tomarse la justicia por su mano. El problema es el odio que algunos y algunas llevan en las venas porque, desde la emoción, el sistema cognitivo no quiere pararse a pensar ni en lo que dice ni en lo que hace. Sí, claro que hay periodistas que lo hacen mal. Algunas y algunos, más que periodistas, han parecido portavoces políticos. Pero eso ocurre en todas las profesiones. También hay profesorado que lo hace mal, y personal médico, y taxistas, y cajeras... Pero cuando optas por un bulero, es como si optas por un conductor de autobús sin carnet, o por un curandero ante un médico. A ver, que la temeridad es libre pero la responsabilidad colectiva, no. Y cuando optas por el bulero y agitador y sus mentiras, te acabas convirtiendo en lo mismo. En medio, influencers irresponsables que opinan de todo sin saber y creadores de contenido que cuando meten la pata dicen que no son periodistas. Quienes curramos en esto lo sabemos. Lo malo es que te vendes como tal sin serlo. Crear contenido en la red está bien si te dedicas a los videojuegos, a recetas de cocina o al maquillaje. Pero la salud y la información es otro cantar, cuidado con sus efectos. Mientras, estos tipos se venden como salvadores, piden donaciones que van a su bolsillo, ocupan plano por postureo o sortean ayudas a pueblos a golpe de likes... Preguntad para qué lo hacen y quién les paga, quizás empecéis a entender por qué lo hacen. Todo es un envoltorio con humo. Y te quieren a ti, que te crees libre, para acabar siendo una simple marioneta manejada por sus hilos. *Periodista
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