17/11/2024 10:51
17/11/2024 10:51
17/11/2024 10:50
17/11/2024 10:50
17/11/2024 10:44
17/11/2024 10:44
17/11/2024 10:43
17/11/2024 10:42
17/11/2024 10:41
17/11/2024 10:40
» Elterritorio
Fecha: 17/11/2024 08:21
domingo 17 de noviembre de 2024 | 6:00hs. El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ¿afecta a los niños? La respuesta es sí. Los chicos pueden estar infectados con VIH, siendo la principal vía de contagio la perinatal o la vertical; es decir, de la madre a su hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia. ¿Pueden tener una vida normal? La respuesta también es sí. Con adherencia al tratamiento -explican los especialistas- pueden llevar una vida con normalidad: ir a la escuela, hacer deportes, jugar. Los niños y adolescentes portadores ¿están obligados a contar o compartir su diagnóstico? La respuesta, en este caso, es no. En nuestro país existe el derecho a la confidencialidad, lo cual está protegido por la Ley Nacional 27.675. Nadie puede exigir conocer la condición del niño y sobre todo, el personal de salud está obligado a resguardar los datos de las personas con VIH. “La confidencialidad es un deber que no sólo se remite a los servicios de salud, sino también a todos los ámbitos de la vida privada de las personas, es decir, nadie está obligado a contarlo y, sobre todo, toda persona que en ejercicio de sus funciones tome conocimiento de datos personales tiene la obligación de reservar dichos datos y no divulgarlos”, establece la legislación. Enfrentarse a la noticia del diagnóstico representa un escenario en el que confluyen un sinnúmero de sentimientos: la angustia en primer lugar, seguida de la incertidumbre. Momento doloroso para los padres que marca el inicio de un camino que inevitablemente será para toda la vida. El acompañamiento es clave, contar con una red familiar de contención como también profesional. Respecto a lo segundo, en el Hospital Baliña -ubicado por avenida Quaranta- funciona el Programa Provincial de VIH-Sida, desde donde se provee la medicación retroviral para los pacientes y la asistencia psicológica. En lo que respecta a la población pediátrica, en Misiones hay entre 17 y 20 chicos de entre 2 y 15 años seropositivos. ¿Cómo se le explica a un chico que está cursando esa enfermedad? La edad es un factor determinante y en función de eso, la socialización de la información de manera gradual. No todo a la vez. “Alrededor de los 7 años ya le decimos que tiene un virus, que ese virus está en su sangre y que la medicación que toma todos los días es para combatirlo y tener las defensas arriba” explica la infectóloga, Verónica Deschutter, que volvió hace tres años a Misiones a librar esa batalla. Su trinchera es el sector público. Lamentablemente hablar de VIH genera un estigma social. Todavía no se puede hacer referencia al virus con la misma naturalidad con la que se habla de tiroides o hipertensión arterial, que también son enfermedades crónicas. Los más pequeños tienen doble trabajo, por un lado, adherir al tratamiento para garantizar su calidad de vida; y por otro, la construcción de su discurso. “No están obligados a contarlo, ellos pueden hablar cuando quieran y a quien quieran”, destaca Deschutter y en esa frase da una cátedra implícita sobre el consentimiento que trasciende cualquier edad en simultáneo con una clase de derecho. Mucho por capacitar en las escuelas sobre estos temas tan delicados pero que son parte de nuestra realidad como comunidad. Repasar conceptos de empatía, tolerancia y respeto entre pares indistintamente de su condición. Instalar en las aulas la temática con la intención de naturalizar la enfermedad, ya sea para prevenirla como para aceptar a los portadores bien pudiera ser un tema de taller ¿por qué no? Incluso un abordaje podría ser desde la Educación Sexual Integral (ESI). La bandera más importante sigue estando en lograr la menor carga viral posible. Mucha fuerza tuvo la campaña I es igual a I, virus indetectable es igual a virus intransmisible. Y para llegar a esa etapa del tratamiento se impone la necesidad del diagnóstico. Hablar, socializar, poner en común con otros, nunca pasa de moda.
Ver noticia original