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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 17/11/2024 07:03
El Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) -a través de su Comisión Directiva e Interna (Cuerpo de Delegados)- se opone a “la quita de derechos” adquiridos por los empleados del grupo GTA (conocido anteriormente como Granja Tres Arroyos) y repudia “las amenazas a los trabajadores y la pretensión patronal de bajar los salarios y ejecutar despidos”. Es por eso que se declaró el estado de alerta y movilización con el fin de “garantizar el cumplimiento de los derechos laborales, el resguardo de los puestos y salarios; y fortalecer la unión de todos los empleados de la industria de la alimentación”. “Éste no es un tema de la paritaria salarial sino que se desea empezar a ajustar (la empresa no es un ente que recauda y distribuye sino que se maneja según las ventas)”, declaró a LA CALLE Miguel Klenner. El secretario general del STIA Concepción del Uruguay precisó que fue así que “Joaquín Degrazia me envió un mensaje en el que aduce que a la firma los costos no le dan, que los salarios son muy altos y que éstos impiden el crecimiento y la competitividad. Pero el sueldo está de acuerdo con el aumento del precio pollo. No es que el precio del pollo no se incrementa desde principio de año, que se está mal y que no se vende. El producto se genera, vende y exporta a Chile, por ejemplo, y se espera pronto hacerlo con China”. Klenner señaló que “como sindicato vemos que acá hay un gasto operativo que tendría que afrontar la empresa, que no está en crisis ni fundida. Su intención es quitar el 21%, conformado por el 12% de presentismo y el 9% que va por arriba del convenio. Viene de la época de Cargill, hace aproximadamente 40 años. Es más, durante la crisis de 2001 la firma lo abonó. Ambos suman a la paritaria”. En referencia a la labor de la planta se pudo saber que “en Concepción del Uruguay se faenan aproximadamente 160 mil, 170 mil y 180 mil pollos por día, por lo que en cualquier momento llegaríamos a los 200 o 220 mil (nivel tope), tal como ocurre en las otras plantas hermanas del país en las que se hacen horas extras. Es decir que se trabaja”. “Es muy duro el trabajo en el frigorífico: hay 6 minutos para ir al baño, 30 para el corte y no se puede estar parado. Es una labor repetitiva, hay muchos ruidos (por eso se usan auriculares), están en el frío y en otros momentos en el calor y se está en constante contacto con la humedad. Es una función muy dura y, como tal, debe ser muy bien remunerada. Por eso es un derecho adquirido. Ante la ley, no se puede sacar. El querer hacerlo es un atropello al empleado y una falta de respeto a la persona que trabaja 9 horas por día”, aseveró el dirigente. “Llamamos a recapacitar al dueño. Nosotros contamos con el apoyo de la Confederación General del Trabajo (CGT), los gremios en el STIA y la Federación. De ahí a que lo instamos a retrotraer esta situación y a buscar soluciones para el costo operativo pero por otro lado, no por el sueldo de los trabajadores”, subrayó. En sintonía, la Regional de la CGT emitió un comunicado en el que señala que “con profunda indignación y malestar vemos que los trabajadores de la planta La China, representados por el sindicato hermano de la Alimentación, están siendo duramente amenazados en sus conquistas y derechos adquiridos”. 1 de 2
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