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Federal » El Federaense
Fecha: 16/11/2024 04:23
En el marco de la actual crisis económica, emerge la necesidad de abordar el manejo de expectativas de manera efectiva. La realidad que enfrenta la ciudadanía está marcada por una frustración creciente ante el estancamiento y alzas de precios que continúan afectando la calidad de vida en Chile. Un panorama sombrío El mes de octubre de 2024 dejó un indicador mensual de actividad en cero (0%) y un aumento en el costo de vida del 1%. Estas cifras validan las preocupaciones de quienes han alertado sobre el estancamiento con inflación, una situación que golpea especialmente a los grupos más vulnerables y a los adultos mayores. El impacto en la sociedad Las consecuencias de este entorno son múltiples e inquietantes. La calidad de vida se deteriora constantemente, generando un aumento de estrés y ansiedad entre quienes enfrentan la informalidad laboral y la falta de oportunidades. La situación se complica aún más al ver que muchos ciudadanos sienten la necesidad de recurrir a la economía informal o, en el peor de los casos, son atraídos por actividades delictivas. Mayor informalidad laboral Restricciones fiscales que limitan el desarrollo social Deserción escolar Fuga de talentos hacia el extranjero Un ciclo de negatividad La descomposición social podría interpretarse como el resultado de un shock o una decadencia sostenida. Ambas situaciones han marcado la historia reciente del país, siendo la segunda la que más ha perdurado y afectado a la población. El ministro de Economía, pese a las estadísticas desfavorables, se muestra optimista sobre el futuro de su gestión, afirmando que al final de su período presidencial, Chile estará en mejores condiciones. Sin embargo, esto genera escepticismo entre la ciudadanía. La debacle de las expectativas La discusión actual gira en torno a si realmente hay cambios significativos en las condiciones del país. Según recientes encuestas, la percepción de que las cosas empeorarán supera a la de quienes creen que mejorarán. Es evidente que un crecimiento potencial de 1,8% durante el período 2025-2034 no es suficiente para enfrentar las crecientes necesidades sociales. Las preguntas que inquietan son: ¿cómo revertir esta mala fortuna? Y, ¿qué medidas se pueden implementar para mejorar la situación? Las respuestas requieren un análisis profundo, pero una recomendación popular puede ofrecer un camino: ‘desea lo mejor, pero prepárate para lo peor’.
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