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» Diario Cordoba
Fecha: 15/11/2024 19:36
-"Temido señor, me satisface que os guste este manjar mío, pero he de deciros que es extraordinariamente difícil de fabricar. He de volar de flor en flor para recoger el néctar de lo más hondo. Todo el día, mientras Éter me proporciona la luz necesaria para ver, tengo que andar sorbiendo, rebuscando y volviendo al nido, sorbiendo, rebuscando y volviendo al nido, recorriendo a menudo grandísimas distancias. Y aun así, al acabar el día, no reúno más que una cantidad minúscula de néctar para convertirlo (por medio de un proceso secreto) en lo que tanto os ha gustado" (Mythos, Stephen Fry). Quien así habla, por boca del polifacético -actor, presentador, comediante, escritor- Stephen Fry, es Melisa, una atribulada abeja que ofrece la miel como regalo para Zeus en su boda con Hera, en un banquete con competición culinaria incluida. Más allá de la leyenda, y del gusto griego por las enrevesadas y bellas explicaciones de la vida y la naturaleza, lo cierto es que elaborar miel no resulta nada fácil. No lo es para la abeja, pero tampoco para los apicultores, siempre pendientes de los asuntos del campo, del cielo y de un cambio climático que afecta enormemente a una especie muy delicada. Una primavera calurosa, unas lluvias a destiempo o un depredador temible (y todo eso lo padecen, a veces al mismo tiempo, los apicultores) puede arruinar la cosecha de miel de una campaña completa. Ya ocurrió el año pasado, cuando hubo productores en la provincia de Córdoba, destacada en Andalucía, que no pudieron obtener ni una sola gota. Las quejas de Melisa están fundadas, al igual que las de los apicultores. Este fin de semana se celebra Expomiel, una de las ferias agrarias de la Diputación Provincial en la que podrá verse el resultado del trabajo de una quincena de productores andaluces, la mayoría de ellos cordobeses. La miel que ponen en el mercado es de una calidad excelente, aunque en esto, como en casi todos los frutos de la tierra, siempre hay variedades y distinciones. No es lo mismo la miel de mil flores, poco valorada en el mercado, que las especialidades monovarietales, mucho más demandadas. Sobre todo la de azahar, de la que Córdoba ha podido elaborar una buena producción este año, al contrario de lo que ha ocurrido en otras provincias. Así lo explica Juan Antonio Ruiz, uno de los propietarios de una empresa familiar que comercializa la marca Miel Sierra Montoro, que estará presente en Expomiel. Trashumancia con las abejas Los apicultores se cuentan entre los pocos ganaderos que aún practican la trashumancia. En primavera, durante la polinización, van de aquí para allá con sus colmenas aprovechando las distintas temporadas de cada cultivo. Comienzan, apunta Ruiz, con el almendro para seguir con el romero y el azahar en mayo. Durante el verano mueven las colmenas a la Campiña para elaborar mieles de matalaúva o cilantro. Y más adelante se cosechan las mieles más tardías, como las de eucalipto o encina. Pero ahí no termina el trabajo del apicultor. "Luego nos toca trabajar las colmenas para que no se nos mueran en invierno, con tratamientos autorizados por veterinarios. Es un manejo muy grande que antes no se hacía, es como seguir la campaña", señala Ruiz. Juan Antonio Ruiz con alguna de sus colmenas en la sierra. / Casavi Miel Sierra Montoro es un ejemplo de cómo las empresas del sector han aprendido a aprovechar el rendimiento y el valor añadido de un manjar que antes se vendía a granel. Ahora, asegura este apicultor, toda su cosecha del néctar se envasa con marca propia. Y no es poca la prevista para este año: 80 bidones de 300 kilos cada uno, que proceden del millar de colmenas con las que trabajan en cada campaña. De ese modo, explica, "podemos defender mucho mejor el precio". Una buena campaña Este año, la campaña en Córdoba se presenta buena, sobre todo en las mieles de primavera gracias a las lluvias que cayeron en la primera estación. No ocurre lo mismo con las especialidades más tardías, de las que habrá poca producción, según estima Ruiz. En cualquier caso, es una mejoría con respecto a 2023, cuando la situación de sequía y otros elementos externos hicieron que algunos apicultores tuvieran que dejar la escasa miel en las colmenas para garantizar la supervivencia de las colonias. Miel envasada de Sierra Montoro. / Manuel Murillo Las abejas no sólo necesitan alimento, sino también una temperatura relativamente estable. No les valen los 40 grados en mayo, como ya ha ocurrido. Se enfrentan además a la amenaza de la Vespa orientalis, un avispón que ya ha asomado sus antenas por la provincia de Córdoba y contra el que tienen escasas defensas. El premio de Zeus Precisamente para defenderse de las amenazas, Melisa -el término que aún hoy se usa en griego para referirse a las abejas- pidió a Zeus como premio por su regalo nupcial un arma. Una lanza o una espada a ser posible, pero el señor del Olimpo no estaba dispuesto a tanto. Ya había demasiados héroes y dioses jugando con cosas que pinchan o cortan. En su lugar, le concedió el don de trabajar en equipo y añadió un peligroso aguijón envenenado que en realidad es un arma suicida. Las abejas mueren cuando atacan, lo que no les sucede a las avispas. Por todo eso las abejas son, en términos científicos, himenópteros, que en griego significa literalmente "alas de boda". Suscríbete para seguir leyendo
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