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» Diario Cordoba
Fecha: 15/11/2024 00:34
La Orden Carmelita, nueva propietaria del convento de San José de Lucena, desea facilitar la transición hacia una utilidad social de este edificio religioso. Un mes después de la misa de despedida, las dos últimas religiosas habitantes del inmueble abandonaban este jueves Lucena con el Carmelo de Cabrera, en Salamanca, como destino. Este traslado implica la conclusión definitiva del vínculo entre la comunidad de las Carmelitas Descalzas y Lucena, cuya génesis se remonta a 1612. A partir de ahora, el templo, en virtud del acuerdo adoptado con el obispado de Córdoba, se adscribe territorialmente a la parroquia de Santiago Apóstol, confirmándose el mantenimiento del servicio religioso, como mínimo, con una misa dominical a las 10.30 horas. La protección del monasterio se deposita en una persona que pernoctará en el recinto y, además, han sido instaladas una alarma y otras medidas de seguridad. Residencia o centro asistencial En los últimos días, el padre Juan Dobado, prior del convento del Santo Ángel de Sevilla y encargado del patrimonio de los Carmelitas Descalzos, ha permanecido en Lucena para celebrar sucesivas reuniones y concertar acuerdos vinculados al futuro del convento y a su patrimonio. Desde esta congregación transmiten su preferencia por lograr la implantación de «algo que, a nivel social, le pudiera venir bien» a la ciudad, como una residencia o un centro asistencial. Esta pretensión se expuso en la entrevista mantenida con el alcalde, Aurelio Fernández, con la finalidad implícita de que «el edificio no quede cayéndose y en el olvido». A partir de ahora, aguardan propuestas de instituciones públicas o privadas. Esta actividad se considera «compatible», por las numerosas estancias y dependencias disponibles, con el establecimiento de una nueva comunidad religiosa. Dobado aludía a «la mala sensación», al consumarse el adiós de las últimas dos monjas, «de tocarles a ellas cerrar esta casa de 412 años de historia». Donaciones a cofradías y parroquias Al resolver el destino del contenido artístico integrado en el convento, ha primado «la conservación y la protección», así como respetar la incardinación en el municipio de las obras vinculadas expresamente a Lucena y sus devociones. De este modo, la cofradía de la Virgen de Araceli recibe, aparte de las fincas agrícolas, un conjunto de pinturas de privilegiado valor sobre iconografía aracelitana. Entre ellas se encuentra el cuadro más antiguo de la patrona, fechado en torno a 1630, y otros retratos. A la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno se entregan numerosos cuadros, que se ubicarán en la iglesia de San Pedro Mártir, entre ellos una «obra maestra» sobre Cristo en el Calvario realizada en el siglo XVII. Asimismo, en el Museo de la Santería se emplazarán reproducciones en miniatura de los pasos de La Pollinita, Huerto, Lavatorio y Columna. Finalmente, entre otros, la parroquia del Carmen asume esculturas de San Juan de la Cruz o de la Virgen del Carmen, y tallas menores de los siglos XVII y XVIII. Con el compromiso de mantener este legado en la diócesis, otros ejemplares artísticos viajan a los conventos carmelitas de San Calixto, en Hornachuelos, o Santa Ana, en Córdoba.
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