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» La Capital
Fecha: 14/11/2024 23:13
Los homicidios de "Pillín" Bracamonte y "Rana" Attardo, líderes de la barra de Central, se suma a una larga lista de crímenes cercanos al paravalanchas El reciente doble crimen de Andrés "Pillín" Bracamonte y Daniel "Rana" Attardo, barrabravas de Rosario Central , ingresa en una larga lista de otros referentes del paravalanchas que fueron asesinados en los últimos 20 años. No solo en el club de Arroyito sino también en Newell's, donde el número es aún mayor. Historias en la que los conflictos internos de las hinchadas se entrecruzan con los intereses económicos alrededor de los clubes, pero sobre todo con el mundo criminal en el que se explica la puja por el poder absoluto que implica controlar grupos provenientes de barrios toda la ciudad. Hubo un tiempo en que los referentes de las hinchadas de Rosario Central y Newell's tenían un perfil distinto al que apareció en los últimos años como punto en común de la mayoría de jefes de las barras. A mediado de los 90, pero también los años siguientes, hablar de "hincha caracterizado" era una forma de poner un velo sobre lo que realmente implicaba liderar y organizar una multitud en los partidos de local y visitante. Siempre hubo un beneficio económico por detrás, fruto de aprietes amparados en el peso de estas personas que sabían cuando y cómo aplicar violencia. Pero también de conveniencia para las dirigencias, a las que les convenía tener estos grupos a su favor para reducir los cuestionamientos o críticas del hincha común. La cultura del aguante y los códigos que limitaban las contiendas a las trompadas, y evitaban la violencia extrema, configuraron un imaginario colectivo alrededor de los jefes de las barras. Podían sentarse en el despacho de un jefe policial, de un dirigente del club, de un político, del director de un medio de comunicación. Pero la ciudad era otra. A medida que Rosario estalló como punto estratégico del narcotráfico, pero también como enclave violento local, la relevancia de los jefes de los paravalanchas pasó a ser otra. Los conflictos siempre estuvieron pero con el paso del tiempo fueron acentuándose en contextos de violencia ligada generalmente al narcotráfico o el control territorial. La sola descripción de estas historias da cuenta de cómo se reconfiguró el rol del líder de una barra brava en Rosario. Sergio "Cabezón" Enriotti El primer asesinato de un barra brava en Rosario no tiene que ver con el oscuro trasfondo que rodeó al resto de crímenes de referentes de las hinchadas. A Sergio "Cabezón" Enriotti, de 37 años y peso pesado de la barra de Central, lo mató a tiros su novia Graciela Strambel, de 18 años, en un intento por defenderse de una golpiza. Fue el 16 de octubre de 1996. >> Leer más: Un atentado, un asesinato y un cartel en el Gigante: los 90 días que precedieron al crimen de Pillín Bracamonte Sin embargo ese homicidio ocurrido en un contexto ajeno al mundo de la barra brava, destapó un vínculo que hasta entones se mantenía oculto. En la casa de Enriotti, en Warnes al 2300, la policía secuestró un cheque por 500 pesos impreso con los nombres de los tres principales dirigentes de Rosario Central: el presidente Víctor Vesco, el vice Roberto Gastaldi y el tesorero Roberto Muñoz. WhatsApp Image 2024-11-14 at 13.48.26.jpeg Por aquellos días la hermana de la mujer detenida contó a La Capital que a Enriotti los dirigentes de Central "lo ayudaban en todo y le daban plata", al igual que algunos jugadores del plantel. Vesco aseguró todos los clubes le daban dinero a las barras y que era "un tema social". "Si no les das lo que te piden te hacen un desastre. Y sus amenazas casi siempre terminan concretándose", declaró entonces a este diario. Roberto "Pimpi" Camino Su asesinato fue un parteaguas en la historia de la ciudad, pero también lo fue su carrera como jefe de la barra brava de Newell's amparada con la presidencia de Eduardo José López. A mediados de los 90 logró su lugar en el paravalanchas de la mano de Pedro "Loco Demente" Bismark, antiguo líder y allegado al padre del Pimpi. Pesado en los monoblocks del barrio Municipal de Lamadrid y Grandoli, Pimpi hizo uso de su capacidad de manejar grupos barriales para hacerse cada vez más firme en la tribuna. 6166957.jpg El distanciamiento de Bismark con López terminó de propiciar la asunción definitiva del Pimpi como jefe del grupo que pasó a llamarse "La hinchada que nunca abandona". Fue tras un duro cruce con otro referente de entonces, Oscar "Cacho" Lucero, en medio de un partido en el Coloso del Parque interrumpido por los disparos que sonaron desde la popular. No faltaron disputas por el trono de la barra, pero Pimpi dejó su lugar recién en 2008, cuando Guillermo Lorente ganó las elecciones y desplazó a López. Lo que implícitamente dejó a Pimpi desprotegido, algo que se reflejó en algunos ataques a tiros contra su casa, por lo cual se corrió del mandato de la barra que finalmente tomó Diego "Panadero" Ochoa. >> Leer más: Once años de prisión a "Panadero" Ochoa por instigar el crimen de "Pimpi" Caminos La madrugada del 19 de marzo de 2010 Pimpi estaba en el extinto bar Ezeiza, de Servando Bayo al 1400, cuando fue asesinado a balazos en la vereda. Como autores materiales fueron condenados el barra leproso Carlos Alberto "Betito" Godoy y René Ungaro, hoy considerado un líder narco de alto perfil. Ambos recibieron la pena de 11 años de prisión, mientras que como partícipe secundario fue condenado Emanuel Suárez a 6 años de cárcel. Finalmente, en 2017 Diego Ochoa fue penado a 11 años de cárcel como autor intelectual. Para entonces el "Panadero" ya había sido desplazado de la barra en la famosa "entangada". Maximiliano "Quemadito" Rodríguez Uno de los participantes de la emboscada en la popular de Newell's que desplazó a Ochoa, ocurrida en septiembre de 2010, fue Maximiliano "Quemadito" Rodríguez. Proveniente de la zona sur de Rosario y también ligado al narcotráfico, fue investigado en el triple crimen de Villa Moreno ocurrido el año nuevo de 2012, hecho por el que finalmente fue condenado su padre Sergio "Quemado" Rodríguez, otro hombre de la barra leprosa. A quemarropa. Lugar donde mataron a Maxi "Quemadito" Rodríguez el 5 de febrero pasado. Vivía a metros de allí. A quemarropa. Lugar donde mataron a Maxi "Quemadito" Rodríguez el 5 de febrero pasado. Vivía a metros de allí. "Quemadito" estaba en libertad y se había convertido en un referente de la hinchada de Newell's, lugar desde el cual mantenía la disputa con Ochoa y su gente. A fines de enero de 2013 había sido baleado, sabía que lo estaban buscando. Días después, el 5 de febrero, fue emboscado a balazos cuando salió con su novia de un cajero automático del banco Macro de Pellegrini y Corrientes. En octubre de 2016 cuatro hombres fueron condenados por la autoria material, mientras que Ochoa -primero imputado como instigador- terminó condenado a 5 años y 4 meses como partícipe necesario. >> Leer más: Cómo llegó el "Panadero" Ochoa a ser condenado por el crimen de "Quemadito" Rodríguez Julio "Cara de goma" Navarro Chofer de Rosario Bus durante más de 20 años, Julio "Cara de goma" o "Tito" Navarro es recordado como uno de los barra bravas de Rosario Central más carismáticos. El 25 de mayo de 2016, a los 52 años, fue baleado en la puerta de su casa del barrio 7 de septiembre y murió en un hospital horas más tarde. Cara de Goma Como hermanos. Julio César "Cara de goma" Navarro y Andrés "Pillín" Bracamonte al volver de Sudáfrica en 2010. Su asesinato se consideró desde un principio como parte de una interna en la barra de Central, pero con el paso de los días aparecieron versiones que ligaban al crimen con un conflicto vinculado al narcotráfico. Algo que fue desmentido por su pareja en una entrevista con La Capital. Sin embargo fue la impunidad, porque no hubo esclarecimiento, la que cubrió el crimen con un manto de dudas. Mario Sebastián "Gringo" Visconti En lo que se leyó como una venganza por el crimen de "Cara de goma" Navarro, Mario Sebastián "Gringo" Visconti fue ejecutado pocos días después en crimen con todos los sellos mafiosos posibles. El 1 de junio fue hallado muerto en un camino rural de Ibarlucea, sobre la tierra y con unos 9 balazos en todo el cuerpo. >> Leer más: Acribillaron de nueve balazos a un ex integrante de la barra brava de Rosario Central El Gringo tenía 37 años y antes de ser barra había jugado en las inferiores de Rosario Central. Con el tiempo se convirtió en un hombre de confianza de "Pillín" Bracamonte. Más tarde tuvo sus causas en la Justicia federal por infracción a la ley de drogas, contexto por el cual tanto su asesinato como el de Navarro fueron ligados a un trasfondo relacionado a ese mundo. Otro crimen que por el momento no se esclareció judicialmente. Matías "Cuatrero" Franchetti Fue un 2016 intenso para las barras de los dos clubes más grandes de la ciudad. El 7 de junio de ese año, a pocos días de los homicidios de Visconti y Navarro, la muerte deambuló por el Coloso del Parque. Matías Hernán "Cuatrero" Franchetti, de 23 años y con aspiraciones de ser un referente del paravalanchas leproso, fue acribillado en la puerta del estadio. cuatrero2 (2).jpg Foto: Alfredo Celoria / La Capital Tres años después fueron condenados los autores del crimen, Leandro Agustín Altamirano y Brian Ezequiel Gruning, penados a 19 y 18 años de prisión respectivamente. El crimen se inscribió en el caos generado en la barra brava luego del desplazamiento de "Panadero" Ochoa. Contexto que estaba muy ligado también al comercio de drogas, una de los principales negocios de la barra. Maximiliano "Cabezón" La Rocca Tras la caída del "Panadero" la barra fue copada por Nelson "Chivo" Saravia y sus laderos "Cuatrero" Franchetti y Maximiliano "Cabezón" La Rocca. Fue un poderío que duró poco, hasta el corrimiento del "Chivo" y el asesinato de Franchetti. >> Leer más: Ejecutan a balazos a un barrabrava de Newell's desde un auto en marcha Veinte días después de ese crimen La Rocca, de 25 años, fue asesinado y así se sentenció el final definitivo de esa facción que copó fugazmente el paravalanchas. Fue el 28 de junio, cuando luego de salir del estadio lo atacaron a balazos desde un auto en movimiento en Pellegrini al 5300. Ariel "Tubi" Segovia Desde un principio los allegados de La Rocca sospecharon que el crimen había sido ordenado o cometido por un tal "Tuby" que intentaba copar la barra. No sabía mucho más de él en aquel entonces, se lo conocía como un transero de peso en la zona de Grandoli y Sánchez de Thompson. "Esos son delincuentes que si agarran la barra el club va a ser un desastre total, lo van a arruinar", contó un familiar de La Rocca a La Capital en aquel entonces. >> Leer más: Quién era Tubi Segovia, que fue asesinado en un pabellón de la cárcel de Coronda Ariel "Tubi" Segovia cobró fama tiempo después, cuando se lo vinculó a una bronca descarnada entre una facción de Los Monos y el clan Funes. A unos meses del crimen de La Rocca, quedó preso pero al ser imputado por el asesinato de una mujer. El 24 de abril de 2018, en una celda de la cárcel de Coronda, "Tubi" fue emboscado por sus compañeros de prisión que lo estrangularon y lo mataron a puñaladas. Entre los condenados por el crimen estuvo Pablo Nicolás Camino, ahora preso en una cárcel federal por varios homicidios y por narcotráfico. Marcelo "Coto" Medrano En 2017 Marcelo "Coto" Medrano fue nombrado en las crónicas policiales cuando lo detuvieron, tras estar prófugo, por una causa de narcotráfico. Tiempo atrás, en 2010, había sido condenado a 6 años también por temas de drogas. Ese era su mundo, aunque tenía fuertes vínculos con la barra de Newell's, aunque sobre el final de su vida se había distanciado de los referentes. CotoMedrano.png Coto Medrano fue ultimado en Granadero Baigorria. El 10 de septiembre de 2020 Medrano fue abordado en una YPF de Eva Perón y avenida San Martín, Granadero Baigorria, y asesinado a balazos. Por el crimen fueron condenados dos policías, Gabriel Godoy y Milton Bondi, a 18 y 15 años de cárcel respectivamente. Nelson "Chivo" Saravia En aquel 2016 caliente para la barra brava de Newell's, Nelson "Chivo" Saravia supo ponerse a salvo. Pero fue hasta octubre de 2021, cuando un grupo de sicarios se metió por la fuerza en su casa y lo mató a tiros delante de su hijo. image (2).jpg Parte de la escena del crimen de Nelson Chivo Saravia, asesinado el 23 de octubre pasado en su casa de San Nicolás al 3700. Se trató de otro homicidio vinculado a las internas de la barra, motivadas por los innumerables negocios que para entonces, según la Justicia, ya tributaban al líder de Los Monos, Ariel Máximo "Guille" Cantero. En agosto pasado la Fiscalía pidió elevar la causa a juicio contra cuatro acusados que afrontarán un pedido de condena a prisión perpetua. Entre ellos están otros dos aspirantes a jefes de la barra: Guillermo "Chupa" Sosa y Alejandro "Rengo" Ficcadenti.
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