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» Derf
Fecha: 14/11/2024 15:24
Haya nacido o no con cabello la zona de la cabeza, esa zona del bebé necesita asearse y tratarse con delicadeza. Su pelo es suave y delicado como todo en su cuerpo, es por ello que es importante saber cómo cuidarlo adecuadamente. Lavá con los productos adecuados Desde el primer día en que llega al hogar, la rutina del baño debe incluir el lavado del pelo y del cuero cabelludo. Podés hacerlo cada dos o tres días. Para evitar alergias, enrojecimiento o prurito necesitás lavarlo con los productos adecuados, generalmente shampoos o geles con pH neutro que no irritarán sus ojos. Atención a la costra láctea Es común en recién nacidos y puede durar hasta los tres años de edad. A pesar del nombre, no está relacionada con el consumo de leche, la alimentación o la higiene. Se trata de una dermatitis seborreica infantil que se presenta como escamas o costras en el cuero cabelludo. No produce comezón ni es contagiosa, además de que tiende a curarse espontáneamente. Evitá cepillar el área con fuerza, usá un cepillo de cerdas suaves luego del baño. En ocasiones al caer las escamas pueden traer consigo algunos pelos de tu hijo. Asimismo, se puede masajear el cuero cabelludo con aceite de almendras o de oliva. Desenredá y secá bien Secá bien el cabello después del baño, sobre todo si lo vas a acostar a dormir justo después y usá el cepillo para desenredarlo con suavidad. Si lo deseás podés incluir un poco de acondicionador para bebé. Evitá sujetadores, gomitas o gorras Para usar accesorios debemos esperar a que su melena y cuero cabelludo estén fortalecidos y sanos. Durante este período, evitá amarrar el pelo mientras esté húmedo. Si acabás de bañarlo, evitá ponerle gorras o sombreros si el pelo aún está mojado. Su cabello suele ser muy fino y cualquier accesorio que retenga la humedad puede maltratarlo. Igual ocurre con las gomitas muy ajustadas, que tenderán a romperlo. El primer corte Cuando haga falta darle su primer corte para emparejar las puntas y el flequillo, lo principal es no ponerlo nervioso. Elegí un momento en que esté relajado, por ejemplo, después del baño. No te asustes si hay una ligera pérdida de cabellos, es totalmente normal. Si tenés dudas, consultá con un especialista y te dirá cuál es la mejor manera de hacerlo. En todo caso, no rapes el cabello creyendo que así crecerá más abundantemente o más grueso, ya que es un mito. Hacé que el momento del lavado, secado y cepillado sea divertido para tu hijo. Tené paciencia y no fuerces una situación que haga que sienta malestar o dolor.
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