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Chajari » actualidadadiario
Fecha: 14/11/2024 13:16
Según un informe, las jubilaciones con la nueva movilidad están en un “piso histórico del cual no se podrán recuperar”. El congelamiento del bono de $70.000 también tiene consecuencias negativas. ¿Cuánto cobran los jubilados? El gasto en jubilaciones y pensiones es el principal factor para explicar el ajuste fiscal aplicado por el Gobierno del presidente Javier Milei, al punto de representar el 25,3% del total de los recortes de la Administración Pública Nacional (APN) en los primeros meses de 2024. Así lo sostuvo el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en un análisis en el que también advirtió sobre los efectos negativos de no haber actualizado el bono de refuerzo para las jubilaciones mínimas de $ 70.000, congelado desde marzo, que implicaría para fin de año un rezago del 16,5% respecto de los haberes más altos de la escala previsional. La entidad consideró que la aplicación de una movilidad en base a una inflación con tendencia a la desaceleración representa un perjuicio para los beneficiarios de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) en relación con los haberes que les corresponderían si se hubiese continuado con la fórmula aplicada desde 2021 por el Gobierno anterior. Al detallar la composición del recorte del gasto de la APN en el período enero-septiembre, CEPA identificó a las jubilaciones como el componente principal, con el 25,3% del total del ajuste, en atención al peso que el sector previsional tiene en el gasto total. “No se podrán recuperar” Para CEPA, la modalidad adoptada por Milei “implicó la recuperación de las jubilaciones del pozo al que el propio Gobierno las había llevado”, luego de la transición del primer trimestre, pero también apunta a “consolidar el poder adquisitivo de las jubilaciones en un piso histórico del cual no se podrán recuperar”. Esa situación para toda la escala previsional se agudiza en el caso de las jubilaciones mínimas por el pago del bono adicional en un nivel congelado desde marzo en $ 70.000 que, al no acompañar la evolución de la inflación, derivó en una caída real de los haberes más bajos. Con y sin bono “En concreto, las jubilaciones sin bono en el trimestre septiembre-noviembre de 2024 se mantuvieron 4% por debajo del mismo trimestre de 2023, mientras que las jubilaciones con bono se ubicaron 13,1% por debajo”, señaló la entidad dirigida por Hernán Letcher. Al respecto, luego de recordar que “desde marzo, el bono compensatorio que recibía el 70% de los jubilados fue congelado en $70.000, licuando mes a mes su capacidad de compra”, CEPA remarcó que “quienes cobran la mínima aún no recuperaron el poder adquisitivo de noviembre”. Por el contrario, indicó que en diciembre -cuando se les aplicará un aumento de 2,69% por la inflación de octubre- estarán 3,9% por debajo de noviembre y serán 6,6% inferiores a las de diciembre de 2023 en términos reales. De cuánto tendría que ser el bono El impacto del congelamiento del bono queda en evidencia al comparar la evolución de los haberes previsionales con o sin ese adicional. En ese sentido, CEPA precisó que “mientras los haberes se incrementaron entre marzo y diciembre 93,1%, la mínima, con bono incluido, sólo aumentó 61,2%”, lo que representa un desfase del 16,5%. “De haberse actualizado en la misma proporción, el bono debiera ser en diciembre de $135.140, es decir, $65.140 más de lo actual”, planteó. La comparación con la fórmula anterior Por otra parte, la entidad comparó la evolución de las jubilaciones con el esquema de movilidad actual (ajustes mensuales en base a la inflación de dos meses antes) con el aplicado en el último tramo del expresidente Alberto Fernández (trimestral, por la combinación de la evolución salarial y la recaudación previsional). “Como cualquier fórmula de actualización, se nutre de indicadores pasados, es decir, siempre presenta un rezago”, destacó el centro de estudios, que advirtió que “en contextos de inflación creciente, el atraso en la captación de los datos implica que se actualice con valores más bajos que los vigentes”. Por el contrario, “con inflación a la baja, sucede el proceso contrario: la fórmula, como toma datos anteriores, se actualiza por encima de inflación y los jubilados/as ganan”, admitió CEPA. “No es casual que la fórmula se haya modificado cuando la inflación comenzaba a mostrar un sendero descendente”, apuntó, a diferencia de la propuesta original de diciembre de 2023 (con una inflación del 25,5%) sino por ajustes discrecionales. Pese a que el Gobierno sostuvo que la nueva modalidad de actualización era más conveniente para los jubilados que la fórmula anterior, CEPA concluyó que, si se hubiera seguido con la fórmula derogada, las jubilaciones serían más altas que las vigentes. Al respecto, puntualizó que en junio la nueva modalidad significó un aumento mayor por la aplicación de una recomposición adicional del 12,5%, que se dispuso por esa única vez, pero que a partir de entonces la relación se invertiría. Según CEPA, en diciembre “con la fórmula de Milei, la jubilación mínima (sin bono) se ubicará en $ 259.599, mientras que de haber continuado la fórmula anterior se ubicaría en $ 314.403”, es decir un 21,1% más que el nivel actual. “De este modo, podemos concluir que la fórmula anterior, en el tiempo, hubiera sido superadora para los haberes jubilatorios, y se la eliminó intencionalmente antes de que se produjeran las mejoras”, manifestó CEPA.
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