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» Diario Cordoba
Fecha: 13/11/2024 10:37
Para las personas mayores una de las mayores adversidades con las que se encuentran es la soledad. Cada día son más los ciudadanos que no tienen con quién compartir unas palabras, tomar un café o dar un paseo. Para ayudar a sobrellevar mejor esta circunstancia desde la oenegé Inserta Andalucía se están llevando a cabo talleres para la prevención de la soledad no deseada con personas mayores de 65 años. Dentro del proyecto Vínculos, se ha puesto en marcha una iniciativa por medio de la cual la educadora social Laura Aguilera, además de impartir talleres de memoria y actividades formativas y de tiempo libre en la Biblioteca Central de Córdoba, dedica algunas horas de la tarde a dar compañía a algunas personas de la ciudad, algunas de las cuales también son sus alumnas de los talleres de los martes. Las demás viven distintos puntos de la ciudad. Laura explica que su labor es fácil, pues consiste en ir a las viviendas de estas personas, que son mayores de 65 años para darles un poco de conversación, salir con ellas a dar un paseo o atender alguna de las necesidades que les pueda surgir, como ir al médico, hacer alguna compra. Cada día, explica la monitora, visita a unas tres personas, “porque la ciudad es grande y se tarda en los desplazamientos”. “Ellos necesitan poco, solo sentirse acompañados, porque hay personas que no pueden salir de casa solas o simplemente no hablan con nadie, entonces cuando llego yo, se desahogan conmigo”. Laura Aguilera atiende a las participantes en el taller. / MANUEL MURILLO Esta terapia no solo se lleva a cabo con personas que viven solas, sino que también se visita a “matrimonios mayores, personas que viven con su pareja y necesitan apoyo o estimulación cognitiva y muchas veces, aunque vivan en pareja no tienen otras relaciones sociales y estas actividades les ayudan a relacionarse”. Taller de memoria Además de la compañía, para reforzar algunas destrezas Inserta Andalucía lleva a cabo, por medio de Laura, otras actividades. Así, todos los martes asisten algunos de ellos al taller de memoria, en el que además de aprender “echamos un rato con otras personas”, explican Antonia y Paqui, dos de las alumnas, que confiesan que, aunque tienen hijos, viven solas en sus pisos y les viene muy bien ese rato de acompañamiento. Las actividades que se organizan también se hacen fuera de la biblioteca, pues se organizan paseos y excursiones como la que tienen previsto hacer al museo de Julio Romero de Torres. Una de las personas que se beneficia de estas actividades es Antonia Rodríguez que, a sus 83 años, es una de las más activas del taller de memoria del que dice que le viene muy bien “porque me distraigo y aprendo”. Por su parte, Paqui Expósito, más joven que Antonia (69 años), reconoce que viene porque le hace falta. “Estoy sola” y participar en estas actividades le “da vida”. No hay mejor motivo para participar, sentirse viva y acompañada. Suscríbete para seguir leyendo
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