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» Diario Cordoba
Fecha: 13/11/2024 10:36
De nuevo tuve que oír hace poco eso de que la inteligencia artificial (IA) va a terminar con el trabajo de los periodistas, según me decía alguien que no sabe ni ha tenido el placer de escribir, muy orgulloso al ver que un programa hace este trabajo por él. Sin embargo, hay dos cuestiones que aún no ha superado la IA. La primera, que solo maneja datos que pueda encontrar en internet y, por lo tanto, es incapaz de acudir al lugar donde se está produciendo la noticia para informarse. Aunque, y eso es lo segundo, tampoco le importe mucho a los algoritmos de la IA porque, con todo lo lista que es, aún sigue sin distinguir entre lo que es verdad y es mentira. Es otra faceta en la que el ‘periodista clásico’ y comprometido con su trabajo no tiene competencia, al menos ante los lectores a los que todavía les importa la calidad de la información y la verdad o, como mínimo, buscan una forma imperfectamente humana pero honrada de que les cuenten las cosas. Y es que hay muchos tópicos modernos, casi nuevas leyendas urbanas, sobre el avance de las tecnologías de la comunicación. Otro caso es esa cierta discriminación con los que tienen más de 40 años, que se supone que deben ser apartados de la comunicación en todas sus vertientes porque no son ‘nativos digitales’, no se criaron dándole con el pulgar al móvil. Pero, conforme los empresarios (una de las profesiones con menos titulaciones) se actualizan y van conociendo el percal, ya se van dando cuenta de cómo se han diversificado unas redes sociales, plataformas e instrumentos en internet que en pocos meses cambian de algoritmos y cada vez tienen un lenguaje más diferenciado. Ya no se busca tanto ‘nativos digitales’ en general como gente que conozca el ‘continente digital’ específico en el que se pretende vender el producto. Tierras virtuales que, si no se tiene una formación y un reciclaje continuo, pueden ser tan desconocidas para el más hábil ‘tiktoker’ y el ‘instagramer’ especializado como para aquel que haya aterrizado hace pocos años en el mundo digital. En fin, y volviendo al principio, disculpen si en este texto se me ha pasado alguna errata, algo que no le ocurriría a la inteligencia artificial. Por el contrario, no encontrarán, al menos conscientemente, nada que sea mentira.
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