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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/11/2024 04:41
Kenny Palacios es un estilista argentino que alcanzó gran reconocimiento en el mundo del entretenimiento, especialmente por su trabajo con famosos tanto nacionales como internacionales. Proveniente de una familia trabajadora, terminó la escuela sin tener una idea clara de su futuro. Pero cuando vio en televisión una publicidad de Leo Paparella decidió inscribirse a su curso de peluquería. “Mi abuela, que había sido peluquera en su juventud, me lo pagó y me compró mi primer secador y peine”, recordó. Al finalizar el curso, Leo le ofreció su primer empleo como asistente, lo que le permitió entrar en contacto con figuras del espectáculo y comenzar a trabajar en desfiles y eventos de moda. Con el tiempo, Palacios se consolidó como uno de los peluqueros y maquilladores más solicitados por las estrellas. Trabajó con reconocidas modelos como Zaira Nara, Luciana Salazar y Karina Jelinek, entre muchas otras figuras. Pero su carrera alcanzó la fama internacional cuando aceptó una oferta laboral de Wanda Nara que lo llevó a vivir en Italia durante un año, ampliando aún más su horizonte profesional. En los últimos años, el talento de Kenny trascendió los límites de los peinados y el maquillaje. Incursionó en los medios al participar en Bailando por un sueño durante la edición 2023 y, actualmente, se desempeña como host digital de Bake Off Famosos, emitido por el streaming de Telefé, donde demuestra su versatilidad y carisma ante las cámaras. Kennys Palacios: “Traicioné a Zaira por trabajar con Wanda”. (Diego Barbatto) Rulo: — ¿Cómo llegaste a trabajar con Wanda? Kennys: — Con Zaira trabajaba hace 10 años en Justo a Tiempo, en Morfi y por medio de ella ya conocía a Wanda. Habíamos compartido cenas, almuerzos en su casa y en el 2019 me llama y me dice: “Voy a comenzar un programa deportivo en Italia. ¿Querés venir a trabajar conmigo?” Rulo: — Vos mientras hablabas con ella estabas buscando el pasaporte… Kennys: — Yo no sabía qué hacer porque estaba trabajando con Zaira en ese momento en Morfi. O sea yo la dejé en banda literalmente a Zaira. Rulo: — Traicionaste a Zaira para irte con Wanda. Kennys: — Sí, la traicioné a Zaira. Le dije: “Voy una semana” y me terminé quedando casi un año. Rulo: — ¿Dónde vivías? Kennys: — En un departmento que tenía Wanda en Italia, al lado de su casa. Me instalé ahí y compartía con su familia, con sus hijos. Rulo: — ¿Por qué es tan importante para Wanda y las estrellas en general llevar a su propio peluquero? Kennys: — Porque muchas veces la figura se siente cómoda y segura con la persona que ya conoce y con quien trabaja durante muchos años. Rulo: — ¿Vos hacés todo? ¿Maquillaje, estilismo? Kennys: — Peino y maquillo, estilismo no mucho, pero cuando ya conocés mucho a la persona sabés qué le queda bien y qué no. Por ahí viene una persona nueva y le pone, por ejemplo, una bata que no le va a la forma del cuerpo de esa persona y la hace sentir insegura. En realidad las famosas son muy inseguras y necesitan una persona de confianza al lado. Rulo: — ¿Vos sos muy honesto? ¿Les decís: “Esto te queda mal”? Kennys: — Sí, soy muy honesto. Digo “sí, me va”, “no me gusta” o “sacatelo, no va” sobre todo con personas con las que trabajo y que quiero mucho. No son personas con las que trabajó y me voy, tengo una relación, son mis amigas, son casi familia, así que trato de ser honesto con lo que veo. “Inventé al fan de Wanda y él nunca me agradeció”, advirtió el estilista. (Diego Barbatto) Secreto profesional Rulo: — ¿Por qué las modelos y la gente del medio terminan haciéndose íntimos amigos de sus estilistas o peluqueros? Kennys: — Porque somos confidentes, somos los que escuchamos y vemos. Por ejemplo, yo te estoy peinado y me estás contando tus problemas. Somos los que callamos muchas veces, sabemos muchas cosas de todos y también está en uno saber guardar silencio para ganarte la confianza de las personas con las que estás trabajando. Rulo: — ¿Te pasó que se te escapó algo y perdiste alguna clienta por eso? Kennys: — No, nunca. Siempre fui muy respetuoso con todas. He trabajado con mucha gente del ambiente y con todas siempre tuve mucho respecto, nunca me he ido de boca. A veces cuando las estoy acompañando pongo cara de piedra, como dicen muchos, pero es una coraza para que no me vengan a preguntar nada porque a veces de rebote la ligo y me vienen con preguntas incomodas. Rulo: — Buscan a ver si se te escapa algo a vos. Kennys: — Claro. Un gesto o cualquier cosa. Rulo: — ¿Te estresa cuando sabés alguna información exclusiva? Kennys: — Si lo sé yo solo, sí. Porque si se llega a filtrar o a saber, la única persona que lo sé soy yo y es complicado. Pero si lo saben más personas, no me estresa. Rulo: — Por ejemplo con Wanda y L-Gante, que ya lo vimos todos… Kennys: — Sí, ya hoy en día no me estresa nada. Uno trata de cuidar qué decir, pero cuando ya las personas se abren libremente. Ya está. No tengo más nada para decir. Rulo: — Cuando Wanda hizo el vivo con L-Gante vi un comentario tuyo que estabas picantenado. Kennys: — “Si tanto la amás por qué buscaste a la otra cantante”, puse. Rulo: — ¿Y Wanda no te dice nada? Kennys: — No, primero porque es que lo pienso y también es público. Tampoco dije algo fuera de lugar y es algo que se lo he dicho a él también. Rulo: — Me da la sensación que no te gusta mucho que esté con L-Gante. Kennys: — Uno como amigo capaz aconseja hasta un lugar, pero si hoy en día ella está bien, está feliz y la está pasando bien, como amigo, la aplaudo y disfruto que esté bien. La está pasando súper y está viviendo su vida. Si la veo mal o esta persona le hace daño, ahí sí agarrate. Rulo: — ¿Vos la ves bien ahora? Kennys: — Sí, está bien. Kennys Palacios y Wanda Nara. (@kennyspalacios) Bullying Es un comportamiento agresivo y repetido que ocurre cuando una persona o un grupo intimidan, acosan o maltratan a otra de manera intencional. Esto puede incluir violencia física, verbal o emocional y suele suceder en diversos entornos, como escuelas, lugares de trabajo o en línea. Kennys recordó lo difíciles que fueron los últimos años del colegio secundario al sufrir bullying y, con una actitud resiliente, destacó que esas dificultades lo ayudaron, de alguna manera, a afrontar las críticas que recibe hoy en día. Rulo: — ¿Dónde naciste? Kennys: — En San Fernando. Rulo: — ¿Cómo fueron los años antes de que decidieras ser peluquero? Kennys: — Iba a la escuela. La secundaria fue muy difícil porque eran otros tiempo, yo era gay y sufría bastante en la escuela con mis compañeros. Rulo: — ¿Sufriste bullying? Kennys: — Sí. Era mucho de escaparme de la escuela. Salía de casa diciendo que iba a clases, pero no iba. Rulo: — ¿A dónde ibas? Kennys: — A la estación de tren de Tigre, como es cerrada, me quedaba sentado ahí hasta que llegue el horario de la salida y después volvía a casa. Rulo: — ¿Todo el horario de la escuela ahí? ¿Qué hacías? Kennys: — Me quedaba sentado, la gente pasaba y me miraba. En ese momento yo era más cohibido, vergonzoso. Yo creo que eso fue un poco lo que me hizo la escuela, el bullying y sufrir todo eso. Rulo: — ¿Te decían cosas o te agredían físicamente? Kennys: — Por suerte nunca me pegaron, pero sí sufrí que me tiren bolas de papel, botellas, que me insulten y me digan gay. Yo no sabía defenderme, no sabía pelear ni contestar y lo sufría bastante. Eso fue en los dos últimos años. Rulo: — ¿Pudiste terminar el colegio? Kennys: — Sí, pero porque a ultimo momento me cambié de escuela. Sufrí igual el acoso en la otra escuela, pero no fue tan fuerte o capaz yo me sentía más maduro, más fuerte. Creo que eso me hizo fuerte para que hoy en día nada me duela ni me lastime ni me ofenda lo que me digan. Las redes sociales están abiertas para que todos comenten y es fácil comentar. Rulo: — ¿Tenés haters? Kennys: — En las redes hay de todo. Te dicen cosas lindas, cosas malas. Es un 50 y un 50, pero hoy en día no me afecta absolutamente nada ni me molesta, al contrario, me divierte que me bardeen. Rulo: — ¿En qué te refugiabas? Kennys: — Me refugiaba en mí mismo, lloraba a solas. Una vez me pasó que me encontró mi tío caminando en la calle y me dijo: “¿Qué hacés acá?”. Yo estaba con el uniforme, me había rateado. Ahí me llevó a casa y le conté a mi mamá. Ella habló con la maestra y se enteró que había estado faltando. Ahí es cuando empecé a hablar un poco más de cuáles eran los motivos por los que no me gustaba ir a la escuela. Rulo: — ¿Tu familia ya sabía que eras gay en ese momento? Kennys: — No, nunca tuve la necesidad de decirles: “Mamá, papá. Soy esto”. Siempre me aceptaron tal cómo soy y siempre me respetaron. Rulo: — ¿Nunca te hicieron un comentario al respecto? Kennys: — No, nunca. Yo creo que se habían dado cuenta, pero nunca tuve esa incomodidad de enfrentarlos y decirles. Al contrario, siempre me apoyaron. Uno de chico capaz juega con los autos o con una muñeca y nunca sentí que me sacaran la muñeca y me digan: “Mi hijo no puede ser gay”. Para nada. Kennys respondió las preguntas de Rulo y reveló secretos. (Diego Barbatto) Por sí o por no Kenny se animó al cuestionario y contestó con los carteles de Sí o No. Contó cómo se creó el personaje del “fan de Wanda” y cuál fue el regalo más importante que la conductora le hizo para su cumpleaños. Rulo: — Por sí o por no. ¿El fan de Wanda, Mariano de la Canal, no te puede nombrar? Kennys: — No, no puede. Es un monstruo que yo mismo creé en su momento y nunca fue agradecido. Rulo: — ¿En qué sentido? Kennys: — Wanda estaba en el Bailando en ese tiempo y necesitábamos hacer show. Yo lo conocía a Mariano. Él es de Tigre, trabajaba en un boliche del Puerto del Frutos, en el guardarropas, y siempre fue lo que es: un personaje que siempre hizo lo que quiso. Un día le digo a Wanda: “Conozco a un flaco que para mí no le debe importar nada y hace lo que sea”. Entonces, le dije: “Wanda está en el Bailando, necesito que hagas de fan. ¿Qué te parece?” y me dijo: “Sí, olvídate. ¿Dónde tengo que estar y a qué hora?”. Así se armó el personaje del fan de Wanda. Mariano siempre dijo que quería ser famoso y lo logró. Yo lo felicito y lo aplaudo por eso. Rulo: — ¿Vos inventaste al fan de Wanda? Kennys: — Sí, yo inventé al fan de Wanda. Le di la posibilidad y nunca tuve su agradecimiento. Rulo: — ¿Qué esperabas de él? ¿Qué por lo menos te trate bien después? Kennys: — Por lo menos un gracias. No sé, algo. Nos dejamos de hablar por bastante tiempo, después nos reencontramos en el Bailando, que yo participé el año pasado y él estaba en el streaming y todos los días me mataba. Rulo: — Decía que sos el peluche de Wanda, el valijero que le lleva las cosas… Kennys: — Sí, me decían eso y que no bailo, que soy de madera, que soy tronco, pero ya está. Rulo: — ¿Cuáles eran los motes que te puso? Kennys: — Me decía carterita, pero bueno gracias a mí él es quien es sino capaz todavía seguiría en el boliche haciendo shows por dos pesos. “Los peluqueros somos confidentes”, admitió Kennys en diálogo con Rulo. (Diego Barbatto) Rulo: — ¿Vos lo demandaste? Kennys: — Le metí un bozal legal porque me nombraba y decía cualquier cosa. Cada vez que me nombraba me tenía que pagar 500 mil pesos. Rulo: — ¿Y dejó de hacerlo? Kennys: — Sí, dejó de hacerlo porque son 500 mil pesos. Dije: “Vamos por algo fuerte así me deja de joder”. Rulo: — Por sí o por no. ¿Wanda te regaló un auto? Kennys: — Sí, en mi cumpleaños de hace dos años. Una camioneta. Rulo: — ¿Qué pasó cuando viste eso? Kennys: — Fue tremendo. Yo tenía un auto y estaba tratando de cambiarlo, los precios se habían disparado, se venía mi cumpleaños y dije: “Bueno, ya fue. Otra vez será” y Wanda me armó mi cumple en su casa con espuma, de todo, fue un fiestón. Después me vendaron los ojos, me sacaron afuera y yo pensaba que e iba a traer strippers (risas) porque siempre me cargaba con eso. Pero cuando me sacó la venda estaba la camioneta. Rulo: — ¿Qué sentiste? Kennys: — Era una locura. Era la camioneta que yo estaba averiguando. Lo único que no me había gustado era el color, pero lo pude cambiar. Estaba muy feliz y agradecido, obviamente. Ella es muy generosa conmigo y con toda la gente que trabaja con ella. Rulo: — ¿Y los strippers? Kennys: — ¡No me importan! Yo quería la camioneta (risas). Aparte me iba a traer problemas con mi novio.
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