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  • Gualeguaychú trabaja en la implementación del programa “Voces de cambio”, destinado a hombres violentos

    Parana » Plazaweb

    Fecha: 12/11/2024 20:01

    La Municipalidad de Gualeguaychú, a través del Área de Género, Diversidad y Protección a Personas Vulnerables, trabaja en el proyecto “Voces de cambio”, un programa destinado a hombres con conductas violentas. Claudia Fiorotto, responsable del área, charló con el programa Cosas que pasan por Radio Plaza: "En Gualeguaychú contamos con un espacio de resguardo, Casa Alas Desatadas, que es de protección integral, donde van las mujeres". Mencionó que la violencia no solo afecta a las mujeres, sino que también es importante atender a los hombres que ejercen violencia, ya que "el varón que lo hace no tiene una pena máxima, y no hay nada que lo haga reflexionar sobre por qué está resolviendo sus conflictos de una manera inadecuada". Aclaró que el programa no se enfoca solo en las mujeres, sino que atiende a todas las personas que sufren violencia, sin distinción de género. "Nosotros trabajamos con todas las personas que tienen algún tipo de problemática de violencia. Todos, varones, mujeres, trans, del colectivo LGBTQ+", afirmó. Además, reconoció que abordar la raíz del problema implica trabajar con los agresores, ya que aquellos que resuelven conflictos con violencia suelen repetir patrones de comportamiento aprendidos en su entorno. Claudia Fiorotto, del Área de Género, Diversidad y Protección a Personas Vulnerables. "Una persona que ejerce violencia no puede resolver sus cuestiones de otra manera, que no sea con gritos, golpes o insultos. Es porque tiene un patrón de conducta", subrayó. También, aseguró que este programa tiene como objetivo ayudar a los hombres violentos a reflexionar sobre sus acciones y ofrecerles una vía para reestructurar su comportamiento. El programa, que aún está en fase preparatoria y uno de los mayores desafíos es que la mayoría de los agresores no se presentan voluntariamente para recibir ayuda, sino que son enviados por la justicia. Esta situación genera una traba inicial, ya que el cambio de conducta requiere de un compromiso personal que, muchas veces, no está presente al principio. Además, señaló que los hombres que hayan cometido violaciones tampoco serán admitidos en el programa, dado que la violencia sexual requiere otro tipo de intervención. Una vez que el agresor comienza el tratamiento, el seguimiento es fundamental. "Tenemos trabajadores sociales que van haciendo el seguimiento, pero la clave está en que si la persona reincide, se deben aplicar las sanciones correspondientes", concluyó.

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