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» Diario Cordoba
Fecha: 12/11/2024 15:22
Dos acusados de, presuntamente, abusar de dos niñas de 14 años de edad en Fernán Núñez en el año 2019 han admitido este martes el contacto sexual ante el tribunal, aunque han indicado que desconocían su edad, precisando uno de ellos que le habían dicho que tenían 16 y 17 años. De esta forma, la sección tercera de la Audiencia provincial de Córdoba juzga a los dos encartados hoy y mañana miércoles, escuchando tanto su testimonio como el de testigos y peritos. Fuentes próximas al procedimiento señalan que el Ministerio Pública solicita 11 años de prisión para cada uno de ellos, mientras que las acusaciones particulares reclaman 15 y 11 años, respectivamente. El primer encartado que ha declarado ha respondido únicamente a las preguntas de la fiscal, admitiendo que introdujo los dedos en la vagina de la menor (por debajo de los 16 años, en líneas generales, la ley establece que no se puede ofrecer un consentimiento válido). Ambos acusados han relatado que recogieron a las menores en un coche y las llevaron a casa de uno de ellos, vecino cercano de una víctima. Precisamente, este segundo acusado, de 28 años de edad en el momento de los hechos, ha manifestado que la niña expresó su deseo de quedarse a solas con él y que los dos se tocaron, pero la relación no avanzó porque ella comenzó a vomitar. La fiscal le ha preguntado sobre el hallazgo de restos de su ADN y no ha podido justificarlo. "No podía moverme. Tenía un montón de miedo" Los testimonios también han diferido cuando la fiscal y los abogados han preguntado sobre el estado de las dos víctimas. Mientras que los procesados han indicado que estaban "mareadas", ya que consumieron alcohol, la madre de una de ellas ha señalado que no podían hablar, no se tenían en pie y sus pupilas estaban muy dilatadas. Su hija ha indicado al tribunal que solo bebió uno o dos cubatas, y que "no nos dejaban echarlos a nosotros, los echaban ellos". A esto ha añadido que ambos encartados estaban fumando porros e incluso que uno de ellos vendía droga y aquella noche salió a vender con una bicicleta. Ella tenía "novio" entonces. Recuerda que en un momento se fue la luz y el acusado la cogió. "No podía moverme. No podía hacer nada, tenía un montón de miedo. Luego, no recuerdo nada", ha afirmado. Sin embargo, ha explicado que sufrió una violación, que le hizo "un montón de daño y no me podía mover". En este sentido, desde la denuncia de los hechos se ha apuntado la posibilidad de que, presuntamente, le suministrasen algún tipo de droga. La víctima ha afirmado ante el tribunal que "no es el alcohol", que había tomado con anterioridad, y que solo recuerda despertar en su casa. Ahora, "no quiero pisar el pueblo", ha manifestado, admitiendo que "me ha cambiado mucho la vida" y que ha necesitado asistencia profesional a raíz de los hechos. "Me pongo a temblar si los veo", ha destacado. Por otra parte, la madre de esta adolescente ha recordado ante el tribunal que encontró a su hija en la puerta de su vivienda, sentada, con el pelo tapándole la cara. Tenía la ropa bajada. "Cuando la entré no controlaba la cabeza, tenía los brazos en cruz y no hablaba. Le costaba trabajo respirar", ha detallado. Sobre la otra víctima, ha indicado que la Guardia Civil fue a su casa y la despertó, pero "no se mantenía en pie y no articulaba palabra". Señala que cuando la Guardia Civil le aclaró con quién estuvo su hija "me temblaron las piernas". También ha manifestado que su amiga (que salió en coche con el otro acusado) la encontró al regresar con una manta liada en el cuerpo, desnuda de cintura para abajo "y echando espuma". Entre otras consecuencias, después de esto las dos niñas han sido increpadas por hombres que intentaban entrar en su instituto, hasta el punto de tener que avisar a la Guardia Civil, y también ha aludido a los graves efectos en la salud de las víctimas y en la propia familia.
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