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» Diario Cordoba
Fecha: 12/11/2024 13:55
Las abejas continúan en claro declive y eso supone una grave amenaza para el proceso polinizador, clave para la alimentación mundial. Los científicos tienen ya claros algunos de los motivos que causan este retroceso en sus poblaciones, y entre ellos figura el uso de pesticidas y la pérdida de sus hábitats, además de la llegada de especies invasoras, como la temida avispa asiática, presente en España. Sin embargo, puede haber otros motivos menos conocidos que amenazan a las abejas. Desde 2011, año en que se publicó un estudio científico al respecto, los expertos analizan si los teléfonos móviles pueden ser motivo de preocupación para el futuro de estos insectos. Y es que, según las investigaciones, las ondas que emiten estos aparatos pueden alterar fuertemente el comportamiento de estos animales. Un científico suizo del Laboratorio de Biotecnología Celular en la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), Daniel Favre, realizó pruebas experimentales que parecen confirmarlo. Las abejas son clave en la alimentación mundial por su papel polinizador / Agencias El ensayo consistió en colocar una serie de teléfonos móviles junto a cinco colmenas, así como medidores de audiogramas y espectrogramas. En primer lugar, se monitorizó el comportamiento de las abejas sin que los teléfonos estuvieran en funcionamiento, y al comprobar que los insectos no presentaban reacción de ningún tipo, se decidió activar los aparatos. Cuando se empezaron a efectuar llamadas entre dos dispositivos situados junto a las abejas, éstas presentaron una alteración de su comportamiento 10 veces mayor de la normal. “Los dispositivos activos de los teléfonos celulares tienen un impacto drástico en el comportamiento de las abejas, ya que inducen a las obreras a emitir una señal de alarma”, explicó Favre al medio Swissinfo. “En condiciones naturales, la alerta de las obreras anuncia el abandono de la colmena o que existe alguna perturbación grave en su seno”, agregó. El tiempo de exposición es clave También descubrió que, si este experimento duraba media hora, dos minutos después de apagar los teléfonos las abejas regresaban a su estado normal. Pero si su duración se prolongaba 20 horas, los insectos necesitaban al menos 12 horas para estabilizarse. Las abejas experimentan un fuerte declive en el planeta / Agencias La investigación de Favre sugiere, por tanto, que los dispositivos que producen campos magnéticos, como los teléfonos móviles, y las antenas de redes de internet, “pueden contribuir a la disminución de las abejas en todo el mundo”. También explicó que “en condiciones normales”, la reacción de las abejas ante esta “señal de alarma” consistiría en salir del panal. Sin embargo, cuando se realizó el experimento, ninguno de los insectos lo hizo, pues al producirse la señal de alarma, casi todas las abejas obreras se sumieron en una enorme confusión que impidió que salieran, lo cual provoca -a largo plazo- consecuencias directas en el conjunto del panal, un fenómeno conocido como el Síndrome de Colapso de las Abejas (por sus siglas en inglés CCD). ............ Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
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