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» tn24
Fecha: 12/11/2024 09:02
En una reciente sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, Argentina fue el único país, entre 169 presentes, en votar en contra de una resolución sobre los derechos de los pueblos indígenas. Esta votación, la primera bajo la dirección del canciller Gerardo Werthein, marcó una clara divergencia respecto a la postura del gobierno argentino hacia temas internacionales relacionados con los derechos humanos y colectivos. La resolución, apoyada por 161 naciones y con siete abstenciones (incluyendo a Francia, Laos y Rumania), buscaba reafirmar el compromiso global en la protección de los derechos indígenas. Entre los puntos clave se destacaron el acceso a la justicia, la protección ambiental y la preservación de las culturas y lenguas de estos pueblos. Países como Canadá, Bolivia y México respaldaron firmemente la medida, mientras que Estados Unidos votó a favor y países como Israel no participaron en la votación. Uno de los aspectos más relevantes del documento es la obligación de obtener el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas en decisiones que afecten sus territorios y recursos naturales. Además, la resolución subraya la necesidad de incluir a estas comunidades en la formulación de políticas ambientales, particularmente ante los efectos del cambio climático. La votación de Argentina refleja una alineación con las políticas exteriores del presidente Javier Milei, quien ha expresado su distanciamiento de ciertos compromisos internacionales, como la Agenda 2030. Esta postura contrasta con la del gobierno anterior, que había votado a favor de resoluciones similares en el pasado. Fabian Oddone, encargado de negocios de la Embajada Argentina en Nueva York, fue quien representó al país en esta votación, siguiendo directivas de Buenos Aires para rechazar la resolución. El cambio de rumbo en la política exterior argentina ha generado debates tanto a nivel nacional como internacional, especialmente en relación con los derechos de tercera generación y de incidencia colectiva. La resolución de la ONU también aborda los desafíos que enfrentan los pueblos indígenas ante el cambio climático, señalando que su supervivencia y bienestar están directamente amenazados por este fenómeno. Asimismo, promueve la revitalización de las lenguas indígenas como parte fundamental para preservar la identidad cultural de estas comunidades. Este episodio en la ONU subraya una nueva fase en la diplomacia argentina, marcada por un enfoque distinto hacia los derechos humanos y el multilateralismo, lo que genera expectativas sobre cómo se desarrollarán futuras votaciones y la relación de Argentina con la comunidad internacional.
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