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» Diario Cordoba
Fecha: 10/11/2024 16:11
Aunque ambos formaron parte del elenco de 'La Casa de Papel' sus personajes en 'Asalto al Banco Central' (Netflix), y la propia serie, no tienen nada que ver. Aquí son una periodista inexperta, pero con mucha determinación y coraje. y un fotógrafo de prensa que ha perdido la ilusión por un hecho traumático. A María Pedraza (Madrid, 1996), que ha participado en otro fenómeno de la plataforma como 'Élite', la hemos visto en 'Toy Boy', 'Urban: la vida es nuestra' y 'Galgos. Hovik Keuchkerian (Beirut, Líbano, 1972), que dejó el boxeo por los monólogos y, luego, se lanzó la interpretación (y se lo agradecemos), es un actor y poeta casi tan socarrón como su personaje en 'Reina Roja'. Sus papeles en la serie 'Antidisturbios' y en las películas 'Alacrán enamorado' y 'Un amor' han logrado el aplauso unánime y algún premio. Ambos trabajaron en 'La Casa de Papel'. Por eso, y por ser un atraco, la gente se pensaba que esta serie sería algo parecido. María Pedraza (M. P.): Yo creo que nos viene hasta bien, fíjate, que la gente piense esto para ver la serie. Y que digan: «Pues, oye, al final no se parecía». Yo creo que la van a ver por eso. Pues, venga, míratela. Yo creo que no, pero bueno. ¿Y usted, que cree, Hovik? Hovik Keuchkerian (H. K.): Yo no creo nada, querida. El que la quiera ver, que la vea, y el que no, pues no. No vas a saber qué es 'Asalto al Banco Central' ni lo que se cuenta hasta que no la ves. Y lo que cuenta es la misma historia real que las novelas y la película de 1983. ¿Les aconsejaron echarles un vistazo para construir sus personajes? H. K.: Salvo que sea un personaje determinado históricamente y entonces si te documentas absolutamente de todo, cuando es, como en este caso, un fotógrafo y una redactora, y supongo que habría muchos cubriendo la noticia, nos centramos en la historia de estos dos. Yo creo que cuanto más te pongas a mirar lo que se ha hecho antes, a mí personalmente no me ayuda. Para mí lo fundamental era dónde arrancaba Berni, el momento en el que se encontraba España y lo que ocurre con ella. Si eso funcionaba, todo lo demás tenía los mimbres para funcionar. Podía estar la serie perfectamente hecha, pero si eso se caía, no nos íbamos a creer esa parte de la trama, que era muy importante, en mi opinión. ¿Opina igual, María? M. P.: Sí, pienso exactamente lo mismo. Realmente la historia ya está escrita, ya ha pasado. Nosotros obviamente no estábamos en aquella época. Hovik sí, que es un poco mayor que yo... (ríe) Un poquito solo. Pero realmente para nosotros lo importante era centrarnos en nuestras circunstancias, en lo que les pasaba a nuestros personajes, nuestras vivencias y hacia dónde queríamos ir, que era hasta descubrir la verdad, básicamente. Háblenme de esos personajes. Maider es una periodista inexperta, pero valiente y determinada. M. P.: Era justo lo que queríamos plasmar. Aunque muchas veces cuando lo ves, te parece diferente o dices: ay, es que creo que aquí no lo consigo. Pero, no, yo estoy muy orgullosa de verdad de mi trabajo. Y se lo decía a Daniel, que creo que de lo que queríamos plasmar lo hemos hecho: esa determinación, esa vocación; esa persona que, aunque no tenga mucha experiencia, va a ir a por todas sin ningún tipo de miedo y, obviamente, alguien que aparte de querer saber la verdad, es muy ambiciosa. Berni es el fotógrafo veterano que parece estar de vuelta de todo. H. K.: Si la serie empezase con un Berni que no ha perdido a su hija, veríamos a uno totalmente distinto. Pero según llega Maider, le dice que están asaltando el Banco Central, el Berni que no ha perdido a su hija y sigue teniendo pasión por el trabajo y no está hundido, es muy posible que, aunque no se fiara, se levantara y dijera: «¡Vámonos!». Pero lo que ocurre es que le tiene que arrastrar, porque es la primera vez en su vida que ni siquiera su profesión le saca del pozo. Es la historia universal que pones por delante de tu profesión a tu vida. Y lo que está pasando es que tu profesión pasa por encima de todo y pagas las consecuencias. En este caso, es que no has podido estar con tu hija ni salvarla. Pero la vida te trae una segunda oportunidad y es ella la que te saca. Les une, además de su profesión, que han vivido un hecho muy traumático. Es bonita la relación que van estableciendo. M. P.: Sí, porque cada incluso uno se protege a su forma. No están buscando regodearse en el sufrimiento, están tratando de cerrar sus heridas, cada uno por su cuenta. Pero la vida les ha puesto ahí en ese momento y se abren el uno al otro. Maider va quitándose poco a poco la coraza y quizá eso le ayuda incluso a superar un poco más lo que pasó con su padre. H. K.: Y no olvidemos que Berni sí sabe quién es el padre de Maider. Sin embargo, ella piensa que este tipo es así. Que pasa de todo. Y llega un momento que se dice: ¿cómo puede ser una leyenda, si es un trozo de mierda? Entonces, cuando Maider se entera de lo que le acaba de pasar, piensa que podría acercarse para a ver las cosas desde otro lugar. Cuando ocurrió el asalto, en 1981, usted no había nacido, María. Y usted, Hovik, era un niño. H. K.: Sí. Llegué a España en el año 75, con lo que tenía 9 años. Entonces, ni se enteraría. Estaría todo el día jugando al fútbol. H. K.: Y tirando piedras y corriendo por el campo. ¿Cómo valoran que se rescate una historia así, que está conectada con el peligro que sufrió la democracia? ¿Creen que servirá para que los jóvenes conozcan lo que pasó y los mayores que lo rememoren? H. K.: Hay un concepto absolutamente falso de transparencia, en letras de neón. Y eso sigue pasando y el mundo funciona, por mucho que suene a película americana, porque hay muchas cosas horrendas que ocurren todos los días que, por una parte, desconocemos y, por otra, no queremos conocer. El que vea el 'Asalto al Banco Central', serie que le está contando algo del pasado, y piense que, afortunadamente, nos hemos librado de eso es que es idiota. M. P. : El pensar que se ha acabado, vamos. Es algo universal. H. K.: Siguen pasando cosas que desconocemos para que el mundo siga llevando el ritmo que lleva. Usted bien lo sabe, Hovik, que es de ascendencia libanesa y ve lo que está sufriendo el Líbano. Y, usted, María, vive en un país en paz que de pronto puede cambiar, algo que les preocupa mucho a los jóvenes. H. K.: Sí, pero hay cientos de conflictos en el mundo a diario, hay dolor en el mundo, pero los medios de comunicación funcionan como funcionan y los focos se ponen donde se ponen. Aunque cada uno trabajamos en nuestra corporación, formamos parte de una totalidad, pero se pone el foco ahí. Hay dolor, sufrimiento, injusticia y conflicto todos los días en muchas partes del mundo y no hace falta estar en la guerra para que el día a día de cientos de millones de personas sea un calvario desde las putas seis de la mañana. Si no eres consciente de eso, no va a venir una serie a solucionártelo.
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