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» Elterritorio
Fecha: 10/11/2024 05:25
Hace una semana, 400 deportistas misioneros comenzaron a competir en los Juegos Evita, que ayer se cerraron con una cosecha de 78 medallas. En 2023 habían sido poco más del doble, pero a nivel nacional la diferencia fue mayor: de 25.000 a menos de 9.000. Hubo éxito a pesar de la motosierra, con casos como los de Nabila Bencivenga y Marcos Muñoz, que hacen frente a las limitaciones, pese a que el deporte adaptado fue uno de los que más sintió el ajuste. domingo 10 de noviembre de 2024 | 1:30hs. Para muchos los Evita significaron aprender a medir fuerzas con sus pares de otras provincias y a convivir con la exigencia y la competencia, pero también alejarse por primera vez de la familia y hasta conocer el mar. //Foto: Guadalupe De Sousa. El ruido es grande, Mucha gente, muchas voces, muchos bolsos y valijas. Abrazos, reencuentros, caras nuevas y otras muy conocidas. Las ilusiones están, en las caras de los chicos que van a competir, en las caras de los padres que los van a despedir. Todo pasó hace una semana en el polideportivo que tiene el Centro Provincial de Alto Rendimiento Deportivo (Cepard) en Posadas. Hace exactamente una semana, una delegación de 400 misioneros partió rumbo a Mar del Plata para, una vez más, ser parte de los Juegos Nacionales Evita, acaso el evento deportivo más convocante que tiene la República Argentina. Una de las postales que se repite año a año es la del primer día: los chicos aprovechan que no hay competencia y van a disfrutar del Mar Argentino en Mar del Plata. Foto: guadalupe de sousa Durante todos estos días, a través de las páginas del diario, de las muchas notas en la página web, de las crónicas en Radioactiva y, sobre todo, en las redes sociales de este casi centenario medio, los Evita fueron un tema constante. Los chicos que por primera vez viajaron fuera de la provincia, que conocieron el mar, que fueron a mostrar que Misiones puede ser un polo deportivo a tener en cuenta. Todas esas historias estuvieron presentes. Ayer los Juegos Evita llegaron a su fin. Se cerró la edición 24 del evento, que a lo largo de la historia tuvo idas y vueltas, pero que nunca como hasta ahora habían sufrido un desfinanciamiento tan grande. Con el estadio Minella de fondo, el atletismo fue uno de los deportes convocantes de los Evita. Fotos: guadalupe de sousa El año pasado, en la edición 23, las finales nacionales que se realizaron en Mar del Plata convocaron a casi 25 mil personas entre deportistas, entrenadores, acompañantes y el resto de las personas que conforman una delegación. Estuvieron presentes las 23 provincias y las Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se realizaron las competencias convencionales, las adaptadas, las de adultos mayores y hasta hubo una parte especial para los juegos de playa. Todo cambió con la llegada del nuevo gobierno. La esencia de los Juegos Evita no es la competencia de alto rendimiento. Es cierto que por los Evita pasaron muchos deportistas que luego representaron al país y que dedicaron su vida al deporte. Quizás el caso más emblemático es el de Diego Armando Maradona, de quien hay una famosa foto consolando a un correntino que había perdido la final de fútbol en 1973. Los Juegos Evita nacieron en 1948 con una doble función: social y de salud. Era la oportunidad de brindarles una chance a miles de jóvenes de participar en eventos deportivos y de, como gran premio, conocer Mar del Plata. También fue la manera que encontró el gobierno de Juan Domingo Perón, a través del entonces ministro de Salud, Ramón Carrillo (quizás el sanitarista más importante del país), de que miles de niños y niñas tuvieran acceso a la salud y a tener datos concretos de cómo vivían en ese momento las personas. Los juegos de playa fueron de los más afectados en el recorte presupuestario. En épocas de dictaduras los Juegos Evita ni siquiera cambiaron su nombre. Directamente no se realizaron. En 1973 y 1974, con la vuelta de Perón al poder, se realizaron un par de ediciones, pero recién volvieron en 2004 de manera continua. En este 2024, el gobierno de Milei le dio la orden al secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, de desfinanciar los Juegos Evita. Se les iba a cambiar el nombre y pasarían a llamarse Juegos Deportivos Nacionales. Scioli desmintió esa información, pero lo cierto es que el cuadernillo con el nuevo nombre y los planes para la edición 2024 llegó a los ministros y secretarios de deportes de todas las provincias en una reunión informativa. El nombre se mantuvo, pero lo que no se mantuvieron fueron las plazas, los juegos para los adultos mayores. Se obligó a las provincias a hacerse cargo de los gastos de transporte, como si Misiones y Tierra del Fuego tuviesen el mismo viaje hasta Mar del Plata que Entre Ríos, Santa Fe o Córdoba. Todo muy desigual y a contramano del espíritu con el que se crearon los Juegos Evita. En medio de esos golpes, los Juegos Evita se realizaron y, como siempre, dejaron historias únicas. Historias como las de Benjamín Bogado, conocido en la escena de freestyle como IceBloom, quien se convirtió en una de las promesas emergentes en el arte de la improvisación y el rap. Historias como las de Marcos Muñoz, quien con una discapacidad de nacimiento y una vida marcada por las cirugías encontró en el tenis de mesa una oportunidad para vencer sus limitaciones. Historias como las de Nabila Bencivenga, quien a través del goalball superó barreras. De momentos felices en playa, de eso también se tratan los Juegos Evita. También dejaron reflexiones como las de Mahira Bergallo, quien arrancó en los Juegos Evita en 2015 y llegó a un Mundial: "Es una plata bien invertida. El gobierno tiene que entender que vale la pena el esfuerzo y espero que el 2025 lo revea y logremos llevar a todas las categorías". Otro que tomó la palabra fue Wilson Acosta, otro de los tantos deportistas que vio nacer su carrera en los Evita: "Era nuestro Mundial y veo que hay muchos chicos en otros deportes que lo siguen viendo de la misma manera. Nos ayuda a seguir creciendo, alimentando las ganas de seguir ligados al deporte". En las siguientes páginas encontrará los números que tanto le gusta al mercado para justificar un desfinanciamiento acorde a lo que sucede con muchas áreas en Argentina. También encontrará historias de esas que el mercado nunca va a entender, porque para el mercado y para quienes hoy guían el gobierno en este país, ¿qué valor económico puede tener que miles de chicos disfruten una semana en Mar del Plata a través del deporte? Números, números y números Le edición 2023 de las Finales de los Juegos Nacionales Evita tuvo 25.000 personas en Mar del Plata, pero además durante las etapas provinciales y municipales participaron un millón de personas a lo largo y ancho del país. De los 25 mil finalistas del año pasado, la cantidad este año bajó a 8.640, es decir que se redujo un 65,44 por ciento. Para ser más específicos, el año anterior Misiones llevó a La Feliz una delegación de 850 personas entre deportistas, entrenadores, acompañantes y todo lo que conlleva la logística y el funcionamiento de una delegación tan grande. Este año, el número bajó a 400 personas. Las disciplinas en los Juegos Evita bajaron de 76 a 36 y los deportes adaptados fueron los más afectados, ya que apenas tuvieron siete disciplinas. Además, los Juegos Evita de Playa, los Urbanos y los de la Tercera Edad fueron eliminados. Sí, pasó la motosierra de Milei. Los gastos de transporte y gran parte de los gastos de alojamiento pasaron a las provincias. A raíz de esto, Buenos Aires, La Rioja, La Pampa, Santiago del Estero y Formosa se bajaron. De hecho, desde el gobierno de Axel Kicillof denunciaron que Scioli armó una delegación paralela para que Buenos Aires estuviese presente, pero que eso no tiene nada que ver con los resultados de los Juegos Bonaerenses. Hay, como en toda estadística, números que se toman en cuenta y otros que no. Números que favorecen a algunos, entonces son bienvenidos y otros que simplemente son descartados. Aquí dejaremos totalmente de lado lo social, el fin con el que fueron creados los Juegos Evita para entender que el universo deportivo convive con el económico y que puede ser redituable. En 2023 y según el análisis del Observatorio Económico y Social del Deporte y la Actividad Física de la Universidad Nacional de Misiones (Unam), los Juegos Evita generaron un impacto económico muy importante en Mar del Plata. En una época de temporada baja, las finales de los juegos deportivos inyectaron dinero en distintas áreas de la economía marplatense y también de las provincias que participaron de la edición anterior. Se generaron 13 mil millones de pesos a partir de los Juegos Evita en rubros como hotelería, transporte, gastronomía e indumentaria (entre los más importantes) y eso implicó una multiplicación de 15 veces. Por cada peso invertido se generaron 15 en consumo y movimiento económico en 2023. Es decir que si bien los Juegos Evita generaron un "gasto" inicial, ese gasto en realidad fue una inversión, ya que el dinero se multiplicó en consumo 15 veces. Por supuesto que el gran impacto se dio en Mar del Plata, que tuvo una actividad de gran magnitud en temporada baja. El 66 por ciento del impacto económico se centró en La Feliz (hotelería, gastronomía y comercio), mientras que el 44 por ciento restante se distribuyó en las provincias y activó el transporte y la indumentaria. Por supuesto que ese número se verá considerablemente disminuido este año. La ciudad balnearia recibió 25 mil personas el año pasado y en este 2024 el número no llegó a 9 mil. Hubiese sido un gran alivio económico en temporada baja para La Feliz, pero en palabras del propio presidente: "No la vieron". El 2025 no arroja, al menos por ahora, mejores esperanzas para los Juegos Evita. El gobierno, que este año no pudo, buscará reemplazarlos. Creó los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento, que tendrán su edición inaugural el año que viene y que estarán bajo el ala del Comité Olímpico Argentino, y seguramente seguirá el desfinanciamiento de los Evita para potenciar a los nuevos juegos, que estarán solamente enfocados en categorías mayores. Los juegos que nacieron con una doble función, social y de salud, tuvieron idas y vueltas a lo largo de su historia. Se reinventaron, crecieron, generaron dinero y, por sobre todas las cosas, generaron posibilidades para los que, muy probablemente, no las hubiesen tenido adentro y afuera de un escenario deportivo. Los Juegos Evita recibieron uno de los golpes más duros de su historia, pero a pesar de todo también volvieron a cumplir muchos sueños. Compartí esta nota:
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