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» Barranquerasonline
Fecha: 08/11/2024 15:57
Sin ser un goleador nato, el Pibe rompió la racha del Millonario en un momento bisagra, tras la eliminación contra Atlético Mineiro, y le ganó la pulseada a dos nueves de la calidad de Miguel Ángel Borja y Adam Bareiro. Pocos hinchas de River habrán imaginado que Pablo César Solari iba a transformarse en el goleador del equipo post eliminación en la Copa Libertadores cuando Marcelo Gallardo, tiempo atrás, se había inclinado por la dupla Miguel Ángel Borja – Facundo Colidio como su predilecta. Sin embargo, el puntano aprovechó la sequía del Colibrí y se convirtió en la principal llave goleadora de un cuadro que superó un momento difícil y ahora se ilusiona con pelear la Liga Profesional. Hasta el golazo que convirtió el otrora jugador de Colo-Colo en el 3-1 contra Banfield, por la fecha 20 del campeonato local, el Millonario había convertido apenas uno en los últimos seis partidos: aquel penal del colombiano en la igualdad 1-1 frente a Vélez en el Monumental. Esa falta evidente de efectividad le costó la posibilidad de remontar la serie contra el Galo en su casa, luego del 0-3 que había sufrido en Belo Horizonte. La Banda estuvo lejos de hacerle cosquillas al arquero Éverson y perdió la chance de jugar la final del 30 de noviembre en Figueroa Alcorta 7597. La duda de los más escépticos estaba puesta en cómo reaccionaría el equipo del Muñeco a semejante golpe. Necesitaba obligatoriamente un triunfo que lo volviera a ubicar en la lucha por el ingreso a la Libertadores 2025 en la tabla anual y en la competencia por el certamen doméstico. Los dos de Solari y el restante de Borja, que quebró su racha personal, calmaron las tensiones. Además, tuvo el noble gesto de pedir perdón a los hinchas: «Esta gente se merece todo, por como nos alentó antes y durante el martes. Es para sacarse el sombrero. Fueron una locura (por el recibimiento). Nunca lo había visto ni en televisión. Quería pedirles disculpas y agradecerles». Para ratificar ese sentimiento de recuperación, River debía ganar en su visita a Instituto en Alta Córdoba el pasado miércoles. Otra vez le costó abrir el marcador y la Gloria se puso en ventaja gracias al tanto de Gregorio Rodríguez. Parecía que se venía una noche de brujas para la Banda. Y nuevamente apareció el Pibe para apaciguar los ánimos con una definición de goleador ante el rebote que había dejado el arquero Manuel Roffo. Después, los goles de Paulo Díaz y Colidio decretaron una importante victoria por 3-2, que lo colocó segundo en la tabla anual y a seis puntos de Vélez, el puntero. Con estas correctas actuaciones sucesivas, Solari, que había permanecido como suplente con Gallardo y hasta llegó a no jugar en varios partidos, le sacó el puesto a dos nueves de pura cepa como Adam Bareiro, que aún no tuvo su bautismo de red con la banda roja, y Borja. Pero lo más curioso es que el promedio anual favorece ampliamente a estos últimos. El delantero de la categoría 2001 anotó ocho en 36 cotejos, mientras que el Colibrí metió 29 en 42 -máximo artillero del plantel- y el paraguayo se despachó, si solo se cuenta su periodo en San Lorenzo, con siete en 21. Gallardo marcó la cancha y respaldó a la delantera Colidio – Solari El último punto que lleva a pensar en Solari como titular es lacontundente reflexión que desglosó el entrenador tras la victoria ante Instituto en Alta Córdoba, al ser consultado por la ausencia del colombiano en la lista de convocados y su suplencia contra el Taladro. «A mí particularmente me gusta jugar con dos delanteros que puedan entrar y salir permanentemente, en todo mi ciclo anterior ha sido así. En este caso, hemos optado por darle ese espacio a Borja, un jugador que venía de hacer muchos goles y se siente cómodo y en su hábitat natural jugando de esa manera, solo. Por eso buscamos alternativas, hoy buscamos otras», analizó. El pasado lo respalda. El Muñeco siempre prefirió a los delanteros con un perfil más similar al del puntano que al del Colibrí, como Julián Álvarez, Sebastián Driussi, Matías Suárez y Rodrigo Mora, entre otros. Si el Pibe continúa así, habrá logrado ganarse el lugar por un largo rato.
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