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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/11/2024 12:51
El TV suele estar encendido durante todo el día sobre todo en las vacaciones. (Imagen Ilustrativa Infobae) El televisor es uno de los dispositivos electrónicos más utilizados en los hogares de todo el mundo para el entretenimiento familiar y, aunque puede parecer que su consumo de energía es bajo, representa una parte significativa del gasto energético mensual. Según datos de la Agencia Internacional de Energía, el televisor puede consumir entre 100 y 400 kWh al año, dependiendo de su tamaño y tecnología. Esto se traduce en un costo que puede oscilar entre 10 y 40 dólares anuales, considerando las tarifas de electricidad promedio. Sin embargo, la cantidad de energía consumida por el televisor no se limita a su funcionamiento directo. Muchos hogares conectan otros dispositivos que pueden incrementar su consumo energético cuando no se toman las medidas adecuadas. Qué dispositivos conectados al televisor aumentan su consumo de energía Las consolas de videojuegos conectadas por mucho tiempo afectan el consumo de luz. (Imagen Ilustrativa Infobae) Aparatos como decodificadores, consolas de videojuegos y reproductores de contenido, que permanecen en modo de espera o standby cuando no se utilizan, aumentan significativamente el consumo energético. Este consumo “fantasma” puede representar hasta un 10% del total del gasto eléctrico de un hogar, según la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía, de México. Desconectar o gestionar el uso de estos dispositivos puede ayudar a reducir el gasto en la factura de electricidad. A continuación, se detallan algunos de los dispositivos que más contribuyen al consumo de energía cuando están conectados al televisor. Por qué los decodificadores del televisor consumen tanta energía Decodificadores de televisión por cable están dejando poco a poco de ser usados. (Imagen Ilustrativa Infobae) Los decodificadores de televisión por cable y satélite son responsables de un importante consumo energético, incluso cuando el televisor está apagado. Estos dispositivos suelen permanecer en modo de espera las 24 horas del día, lo que permite que se actualicen automáticamente y estén listos para su uso en cualquier momento. Varios informes recientes han revelado que un decodificador puede consumir hasta 35 kWh al mes en modo de espera, casi lo mismo que un televisor encendido durante varias horas al día. Cómo afectan las consolas de videojuegos al consumo energético La factura mensual se incrementa de acuerdo al uso de dispositivos. (Imagen Ilustrativa Infobae) Las consolas de videojuegos modernas como el Xbox o el PlayStation, que son de última generación, pueden tener un alto consumo energético cuando están conectadas al televisor, especialmente si se dejan en modo de espera o en modo de encendido rápido. Este modo permite un inicio casi instantáneo, pero a costa de un consumo continuo de electricidad. Una consola en modo de espera puede consumir entre 10 y 15 kWh al mes. Un paso esencial es desconectar estos dispositivos o configurarlos para que entren en modo de ahorro de energía puede reducir este gasto. Qué impacto tienen los sistemas de sonido en el consumo total energético Los sistemas de sonido y las barras de sonido conectadas al televisor también contribuyen al aumento del consumo eléctrico en el hogar. Adaptar la sala de la casa como el cine puede ser costoso. (Imagen Ilustrativa Infobae) Aunque el consumo de estos dispositivos suele ser menor comparado con las consolas de videojuegos y los decodificadores, cuando están en modo de espera pueden seguir consumiendo entre 2 y 6 kWh al mes. Este gasto puede parecer bajo, pero al sumarse al de otros equipos conectados, se vuelve un componente importante del consumo fantasma del hogar. Qué otros dispositivos suelen pasarse por alto Otros aparatos como reproductores de contenido multimedia (por ejemplo, dispositivos de streaming) y discos duros externos también pueden sumar al consumo de energía del televisor en el ámbito doméstico. Estos dispositivos con frecuencia permanecen en modo de espera para recibir actualizaciones automáticas o mantenerse conectados a la red. El consumo de estos aparatos puede variar, pero suele situarse entre 5 y 10 kWh al mes. Tomar medidas como desconectarlos completamente cuando no se utilizan o programarlos para que se apaguen tras un período de inactividad puede marcar la diferencia en la factura eléctrica mensual.
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