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» Diario Cordoba
Fecha: 07/11/2024 10:46
Pau Rigo vuelve a sentarse en el banquillo de los acusados. El anciano de 84 años que en 2018 mató a tiros a un atracador durante un asalto en su casa de Porreres (Mallorca), será juzgado a partir de mañana por segunda vez tras la anulación del veredicto del primer jurado popular. La Fiscalía pide cuatro años de prisión para él por un delito de homicidio con la eximente incompleta de legítima defensa. El hombre sostiene que disparó para defender su vida y la de su mujer y reclama su absolución. Junto a él serán juzgados tras acusados de participar en el atraco, uno de ellos el hermano del fallecido, que se enfrentan a penas de entre cinco y seis años de cárcel. El caso, que ha acabado convertido en uno de los mayores embrollos jurídicos de la historia de Balears, tiene su origen en el atraco que Pau Rigo y su mujer sufrieron en la mañana del 24 de febrero de 2018 en su casa. Era la segunda vez en poco más de dos meses que un grupo de delincuentes armados se presentaba en la vivienda para desvalijar a los ancianos, que no denunciaron el primer robo. Aquel día, dos jóvenes abordaron a Rigo en el jardín y le exigieron el dinero de la caja fuerte, mientras otros dos compinches les esperaban fuera. Mientras los atracadores estaban en el sótano cargando el botín en sus mochilas, el anciano subió a la planta baja y cogió una escopeta de caza que tenía cargada en una habitación. Le dijo a su mujer que se metiera en un cuarto y no saliera y esperó a los delincuentes. A partir de ahí, las versiones difieren. Rigo afirma que los ladrones no se conformaron con los 3.000 euros que tenía y le exigieron más. Aterrorizado por las amenazas que había recibido durante el primer atraco, en diciembre de 2017, cogió el arma para ahuyentarles. Pero los delincuentes se abalanzaron sobre él con una pata de cabra para agredirle y disparó. Lo hizo, afirma, sin intención de matar a nadie. «Fue un disparo defensivo, al bulto que apenas podía distinguir al no llevar las gafas», sostiene. Por eso argumenta que actuó en legítima defensa y que no merece condena alguna. La Fiscalía, en cambio, afirma que Rigo sorprendió a los intrusos cuando pretendían irse con el dinero y que pegó el tiro para evitar el robo, siendo consciente de que podía matar a alguno de los ladrones, como así ocurrió. Uno de ellos, Mauricio Escobar, recibió el disparo en el abdomen y murió desangrado casi en el acto. El primer juicio se celebró el año pasado y el jurado popular llegó a la conclusión de que Rigo estaba bajo «una grave perturbación psíquica producida por el temor y por la vivencia pasada» cuando disparó. La votación que declaró probada esta circunstancia fue de cinco votos a favor y cuatro en contra, una mayoría la jueza dio por buena entonces pero que no era suficiente para condenarle. La magistrada optó por absolver al anciano, pero la Fiscalía recurrió esta decisión para que el juicio se repitiera. El caso acabó en manos del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), que decidió declarar nula la sentencia y ordenó la repetición del juicio por los errores cometidos. Esta decisión afectó también a las tres personas acusadas de participar en el asalto, que fueron condenadas a casi cinco años de prisión cada una y también serán juzgadas de nuevo.
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