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» Infodia
Fecha: 06/11/2024 15:05
La primera quincena de noviembre llega con un espectáculo astronómico de gran impacto: la lluvia de meteoros Táuridas, un fenómeno en el que bolas de fuego, destellos multicolores y estrellas fugaces iluminarán el cielo nocturno. Esta lluvia de meteoros, que alcanza su pico entre el 5 y el 12 de noviembre, se origina en el paso del cometa 2P/Encke, conocido por su órbita breve y sus escombros característicos. El cometa, que visitó el Sistema Solar interior en octubre de 2023, vuelve a recordarnos su paso con un fenómeno astronómico que se observa cada año. A diferencia de otras lluvias de meteoros, que suelen tener un único radiante, las Táuridas presentan una particularidad poco frecuente: se dividen en dos grupos, las Táuridas del Norte y las Táuridas del Sur. Ambas lluvias surgen de fragmentos dejados por el cometa Encke y ofrecen la posibilidad de observar estrellas fugaces en distintas regiones del cielo. Este doble espectáculo es posible porque la cola de 2P/Encke se divide en dos ramas que atraviesan la órbita de la Tierra, creando un punto de observación privilegiado para disfrutar del fenómeno desde el hemisferio norte. Las Táuridas son conocidas por ser una lluvia de meteoros de ritmo lento pero visualmente impresionante. Durante su punto máximo, se pueden observar entre 8 y 12 meteoros por hora, aunque el verdadero atractivo son las llamadas “bolas de fuego de Halloween”, bólidos particularmente brillantes que pueden aparecer a cualquier hora de la noche. La corriente de escombros de Encke contiene partículas de gran tamaño, lo que facilita la aparición de estos meteoros más grandes y espectaculares. Las bolas de fuego, con sus colores intensos y su trayectoria sostenida, contrastan con las lluvias de meteoros típicas y ofrecen una experiencia única para quienes disfrutan de la observación astronómica. El radiante de las Táuridas, o el punto desde el que parecen surgir los meteoros, se encuentra en la constelación de Tauro, visible en el cielo oriental poco después de la puesta del sol. Alrededor de la medianoche, el radiante alcanza su punto más alto, lo que aumenta la visibilidad de los meteoros a lo largo de la noche. Esto significa que, a diferencia de otras lluvias de meteoros que suelen ser más visibles antes del amanecer, las Táuridas pueden observarse cómodamente en las horas anteriores y posteriores a la medianoche. Para disfrutar de este espectáculo astronómico, los expertos recomiendan encontrar un lugar con poca contaminación lumínica y con el horizonte despejado de obstáculos, como árboles o edificios. Afortunadamente, la fase lunar favorecerá la observación en esta ocasión. La luna nueva ocurrió el 1 de noviembre, y para el 5 y 6 de noviembre estará en cuarto creciente, por lo que su brillo no interferirá demasiado durante el pico de la lluvia. Hacia el 12 de noviembre, la Luna solo estará visible hasta las primeras horas de la madrugada, permitiendo que el cielo se mantenga oscuro el resto de la noche. Mirar hacia el este es clave para ubicar la constelación de Tauro, que se encuentra cerca de la formación estelar de Orión. Justo sobre el famoso cinturón de Orión, compuesto por las estrellas Alnitak, Alnilam y Mintaka, Tauro se despliega con sus características estrellas brillantes, como Aldebarán. El uso de aplicaciones de astronomía como Star Walk 2, Sky Safari o Star Chart puede facilitar la localización de esta constelación y de otras estrellas relevantes para el evento. Fuente Infobae
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