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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 06/11/2024 07:43
Por quinta vez, Juan José Coduri se coronó campeón argentino. “Lo pudimos traer de vuelta a casa”, afirmó. Juancito Coduri, tal como es conocido, está cerrando un nuevo capítulo de su extraordinaria carrera deportiva dentro del motociclismo. Por quinta ocasión se convirtió en campeón de una categoría del Certamen Argentino de Motociclismo (CAM). En este caso tuvo un plus: retuvo la corona obtenida el año pasado en la categoría 125 centímetros cúbicos Graduados. “La verdad que muy lindo, muy emocionante y creo que es lo que uno va a buscar todos los años: poder coronarse”, afirmó en el inicio de la entrevista. “Y al final hay recompensa…” Recordó que “lograr el bicampeonato, el año pasado, fue una cosa enorme”. Es que durante 2023 se alzó con el título de la 125 centímetros cúbicos Graduados y de la 125 centímetros cúbicos Internacional. “Este año sabía que era un desafío nuevo porque tenía que defender el título de 125 Graduados y tenía un debut en la categoría reina (de 450 centímetros cúbicos) que están pilotos muy experimentados y sabía que era el único piloto sin muchas vueltas ni campeonatos en la categoría”, precisó. Esa exigencia, en el primer semestre, le generó nuevas sensaciones. “A lo primero me lo tomé como aprendizaje, aprendí bastante rápido, pude estar ahí adelante, ganar unas carreras, prenderme en el campeonato”, resaltó y agregó que, “por ahí, me jugó muy en contra ya querer ir por el bicampeonato este año también, de ambas categorías”. Entonces, llegó el necesario volver a las fuentes que decidió adoptar el de Concordia, actualmente radicado en Santa Fe. “Por algunos incidentes en la categoría se complicó así que me dediqué de lleno a lo que había arrancado el año: aprender en la categoría 450 y defender el título en el 125 Graduados”, dijo y completó: “cambiamos el chip, a mitad de temporada, volvimos al chip del principio y pudimos el bicampeonato que no es nada fácil”. “En el deporte, todos te dicen que es difícil obtener el campeonato, pero más difícil es defenderlo. Es un dicho bastante real, costó pero lo pudimos traer de vuelta a casa”, celebró en referencia a la conquista que se concretó el último domingo de octubre. Caravana de bienvenida Al regreso, hubo fiesta en Gálvez. Una multitud montó una caravana para recibirlo como un hijo adoptivo de esa ciudad santafesina. “Cuando vine para acá sabía que era un cambio grande en mi vida, en lo deportivo y personal. Pero uno siempre busca la mejora. Vine con un poco de miedo y, la verdad, es que desde el primer día la gente me hizo sentir de acá”, elogió y dijo que: “uno tiene una vida cotidiana allá en Concordia, acá lo mismo y salir a la calle y que la gente te grite: ‘Coduri, JJ’, te nombren y vos decís: ‘ah, me conocen’. Te hace sentir como si fuiste toda la vida de acá”, afirmó. Contó, en la continuidad de la entrevista: “Me adapté rápido a la ciudad, a la gente que es muy apasionada por los fierros, más que nada por las motos y se hizo una banda que llevó lo que es del fútbol o el básquet (se vive mucho este deporte acá) de la barrabrava, con bombos y cosas al motociclismo”, elogió. Confesó que, estando dentro de la pista, ve banderas con su nombre, bengalas y los bombos de aliento. “A mí me llenaron el pecho de orgullo. Es decir: ‘mirá lo que logré con gente de Gálvez’. Es un poco lo que pasó ahora con Colapinto, en Brasil. El argentino copa, es muy apasionado. Eso me pasó, a nivel nacional y me llena de orgullo”, reflexionó. Encima, describió: “llegué a la ciudad y que me estén esperando 30 ó 40 autos, vecinos, gente de Gálvez y alrededores para festejar el campeonato es una cosa muy emocionante. Estoy hace 3 años acá y llegar ahí es como llegar a Concordia, al lugar donde viví siempre”, comparó. Hay equipo El quíntuple campeón corre para el equipo Urdiales, al que está muy agradecido. Guillermo Urdiales tuvo la idea de sentar el equipo y decir: ‘vamos a comprar un 125 internacional, KTM, lo preparo, lo hacemos funcionar y que Juan siga avanzando en su carrera deportiva y obtenga lo que estamos buscando’”, recordó y afirmó: “pasó eso, se compró un 125 y, en cuestión de dos años, obtuvimos un subcampeonato y un campeonato argentino”. Este año era todo nuevo para él y su equipo. Incorporarse a la categoría reina de 450 centímetros cúbicos, con 4 tiempos, supone un escenario muy distinto. “Pero el mecánico se adaptó muy bien porque son motos donde el motor no se toca mucho, de fábrica vienen con mucha potencia. Se trabajó más con el equipo de suspensión de acá de San Francisco y otra poco con Guillermo Urdiales y con Cristian Dente. Entre todos fuimos mejorando”, elogió. Juancho es orgullosamente embajador de la ciudad que lo vio nacer, pero también admitió que encontró en la provincia vecina algo que lo sorprendió: “Vengo de allá de Concordia donde la verdad la gente de Entre Ríos es muy fierrera, tiene muy linda cuna de campeones y pilotos”. “Uno siempre piensa: más fierrera que mi gente no hay porque yo me crié entre fierros, toda la vida; pero venir para este lado y al vivirlo uno se da cuenta que la gente es mucho más fierrera y se hacen estos campeonatos que, si uno toma dimensión, el que estamos corriendo nosotros hoy en día es el campeonato más grande del país”, explicó. La entrevista la concedió con el casco especialmente diseñado para el bicampeón. “Es un modelo que me gusta mucho. La AGV Corsa es uno de los cascos que usaba Valentino Rossi. Resulta que este casco tiene un golpe, era de otro piloto, yo como soy fanático de la marca le hice un intercambio con remeras y camperas con el chico”, recordó. Más adelante, un compañero que corre con él y se dedica al ploteado de motos y cascos le ofreció rediseñarlo para la celebración. “Tuvo la gran idea de hacer este diseño para festejar el campeonato con mucho negro y dorado que es lo que se usa también en los mundiales cuando se sale campeón, diseñado a mi estilo con estrellas y esas cosas. Queda para la vitrina y el recuerdo lindo de un bicampeonato que pude cosechar en mi carrera deportiva”, explicó. “Guau, lo que logré” Antes de finalizar, repasó su evolución desde sus inicios hasta el presente. “El ser humano siempre quiere más y va para adelante, tipo caballo de carrera y no se da vuelta nunca. Así que cuando me pasan ciertas cosas, como me pasó este año de sufrir una quebradura, después varios golpes en la 450, uno frena la moto, se pone a pensar, mira para atrás y, a veces, es lindo porque te impulsa a llegar luego más adelante”, indicó. “Nosotros los entrerrianos, los de allá de lejos, de Concordia, Chajarí o Federación, soñamos mucho con venir acá al CAM. Pudimos cumplir el sueño de venir y estar entre los mejores pilotos del país. Hoy en día, tener 5 campeonatos argentinos, ser uno de los mejores del país porque estoy peleando contra los mejores de Argentina, y poder ganarles la verdad que es un orgullo muy grande y ahí uno mira para atrás y dice: guau, hasta dónde llegué”, planteó. “Siempre me tomo el momento de poner un freno, mirar hacia atrás al Juan que corría con la ropa chiquita porque no podía cambiar el traje, con el mismo casco que corría hace 7 u 8 años y hoy tengo 4 ó 5 jersey para usar, la ropa nueva, el casco nuevo y las mejores motos del certamen decís: ‘guau, lo que logré’”, comparó. “Hoy estoy bien. Lo económico sabes que este deporte no es muy valorado o ayudado. Uno lo hace a pulmón. Cuando venís de una familia que es muy luchadora, trabajadora, siempre te la tenías que rebuscar haciendo alguna feria, alguna venta como para ir cambiando la ropa y el casco. Era una cosa complicada y hoy se hace menos complicado. Todo se valora y mucho”, cerró. Fuente: 3200, el código del deporte
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