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» LaVozdeMisiones
Fecha: 06/11/2024 04:32
Manu Chao trajo el domingo lo que fácilmente puede ser el show del año en Posadas, con un recital electroacústico de casi tres horas de duración en Umma, en el nombre de Maradona, Palestina, la Tierra Colorada, el tereré y el Paraná. Quien haya ingresado por las puertas del recinto de la avenida Maipú llegó para ver un concierto, pero se fue con el calor de toda una fiesta comandada por el legendario músico francoespañol, acompañado de Matumati y Rayo alias Big Buda, un rosarino con acento catalán y un MC de Villa Fiorito, respectivamente. Si bien el espectáculo es anunciado como un “ultra-acústico”, el trío sostiene una energía tal que parece un show de punk desenchufado, bajo el estilo propio de Manu Chao, ese que cimentó con la sencilla repetición de frases claves, entre la rumba, el punk y el raï argelino, un género que desafía a la autoridad con la crítica social. “Arriba el hip hop, abajo el DNU”, rapea Rayo, por ejemplo, como para fijar postura política. Antes de las primeras canciones se dio lugar a referentes de la comunidad mbya de Misiones para, entre banderas whipala que se agitaron toda la noche, se dirigieran a los espectadores sobre el ninguneo nacional a su derecho preexistente sobre la tierra, tal como aclaró Heriberto Villalba, presidente de la Organización de Docentes Indígenas de Misiones y cacique de la comunidad Perutí, que hace varios años mantiene contacto con el artista visitante. Tras un puñado de canciones de Matumati, donde combinó como un brujo el mar con el Paraná y el ricotero “Espejismo”, el escenario dio lugar al famoso músico andariego que arrancó bajo la excusa de “Viva tú”, el nombre de su último disco que se leía detrás, en una gigante carta del tarot. De esa manera, el largo e intenso concierto contó con la reiteración de frases como “se fuerza la máquina” y “próxima estación esperanza” como el mantra de un rosario de canciones que pasó de “Clandestino” a “Desaparecido”, de “Je ne t’aime plus” a “Welcome to Tijuaja”, o de “Huelga de amores” a “La vida tómbola”, con las banderas de Maradona colgadas en Umma, el santo omnipresente, incluso en las versátil prosa de Rayo, que invocó su nombre en uno de los momentos más lúcidos de la noche. Por supuesto que Mano Negra se hizo presente con “Mala vida” o “El Señor Matanza”, las que parecían haber caído a una fuente de la juventud en las cuerdas del trío conducido por un Manu Chao, un artista que parece desentonar con la edad de un hombre que se empapó de Latinoamérica hace más de 30 años, cuando cantaba “Santa Maradona” con el pleno auge de “Casa Babylon”. Sin ninguna orquesta detrás, Manu Chao mostró que mantiene elevada la talla de sus funciones con una simple pista por debajo y ambos talentosos partenaires a sus costados. Párrafo aparte se merecen los invitados locales. Primero subió a escena Kreiluz con una batería de rimas sobre el jugoso momento de contar con tal celebridad de visita y el folclore de vivir en Misiones; y más tarde Fabián Recove Velázquez, de Ha’e Kuera Ñande Kuera, quien vertió unos versos en español y guaraní para llevar a otro pasaje máximo del show en el nombre de la Tierra Colorada. Aunque la mayor parte del público se había retirado, el after impensado continuó con Ilán Amores, quien un día antes había teloneado a Andrés Calamaro en el anfiteatro y a Umma llegó con las intenciones de llevarse de recuerdo una zapada con Manu Chao, algo que afortunadamente sucedió. Una parada por La Placita Manu Chao llegó el sábado y con el fin de conocer mejor la ciudad paró en la esquina de Sáenz Peña y San Martín, justo donde está el Mercado Modelo La Placita. Grabó un reel con uno de sus murales de fondo y también se tomo una cerveza en diagonal al mercado, donde se sentó y conversó con todo aquel que se detuviera a intercambiar unas palabras con él. Fumó cigarrillos armados y escuchó folclore de la zona que puso en el parlante el dueño del local. Se sorprendió de la guitarra de diez cuerdas que tocaba Ramón Ayala, habló de futbol argentino y adelantó que la gira seguía por Guatemala y México. Hace diez años Manu Chao no da entrevistas sino que charla, se encargó de aclarar amigable y sonriente, tal como se lo vio llegar e irse de Posadas, como para un fin de semana digno de recordar.
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