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» Elterritorio
Fecha: 05/11/2024 10:42
El padelista posadeño de 20 años se refirió a la consagración con la Selección y no dudó en enmarcar el momento de gloria en su hoja de vida lunes 04 de noviembre de 2024 | 20:17hs. Leito, ubicado entre los mejores 35 jugadores del mundo, sorteó con éxito la presión del momento. Pasaron algunos días de la histórica consagración de la selección argentina en el Mundial de pádel y el enorme aporte del posadeño Leandor Augsburger a la causa. El padelista de 20 años tiene un enorme futuro por delante y junto a Tino Libaak -otra estrella en pleno crecimiento- vencieron por 3-6, 7-5 y 7-6 a la dupla española Navarro/Yanguas para desnivelar definitivamente la serie a favor de Argentina (2-1) y así defender con éxito el título mundial. El bombardero vive momentos importantes de cambios después de dejar de lado la academia NOX para liberar su carrera en el torneo Premier Pádel ocupando hoy el puesto 29 del ranking mundial de la federación internacional (FIP). Pero por lo pronto el reciente título en Qatar es algo que no podrá dejar de lado en lo que queda de la temporada. “Es algo increíble lo que vivimos, una semana única con grandes jugadores que sienten lo mismo por nuestra camiseta. No lo voy a olvidar nunca”, remarcó Leito, hoy fichado por Siux. “En la previa al tercer punto con España había ganas de jugarlo, estábamos sufriendo con los dos partidos anteriores de la serie. Nos sorprendimos mucho con la primera pareja española, pero en el segundo punto Agustín Tapia y Federico Chingotto se pusieron el equipo al hombro para darnos la oportunidad de definir la serie en el partido definitivo”, analizó Leo, en diálogo con Espn, haciendo referencia a los dos encuentros anteriores que dejaron la serie 1-1. “Teníamos a toda la Argentina encima y por suerte lo pudimos hacer con Tino en el tie break, no sin antes sufrir. Con Libaak jugamos desde chicos, nos conocíamos muy bien. Recuerdo mirar los partidos del Mundial con él y ahora nos tocó estar en cancha dejando atrás nuestra separación en el circuito. Había confianza, había posibilidades y lo jugamos con armas y corazón”, afirmó el jugador que juega de revés. En referencia a los calambres que hicieron paralizar a todo un país en el último set, Augsburger confirmó que se trataba de los nervios: “Venía entrenando un montón para este Mundial. Cuando era chico tenía muchos calambres pero de grande no me pasaba. Fueron los nervios, la cabeza y la locura que se estaba viviendo”. Por último se refirió a las palabras de los experimentados antes de salir a la cancha: “Tapia me dijo que entre a la cancha y lo disfrute, siempre alentando a Tino. Fueron las palabras justas porque me dediqué a hacer eso”. “Es el partido que jamás voy a olvidar. Fue mi primera final y mi primer Mundial. Quedará marcado para siempre”. cerró.
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