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» Diario Cordoba
Fecha: 04/11/2024 10:10
Nada Al-Ahal tenía solo 11 años cuando su súplica contra el matrimonio al que le obligaba su familia dio la vuelta al mundo. Ahora, a los 22, vive en Londres y dirige su propia fundación que trata de salvar a más niñas como ella. En su caso, fue clave la figura de su tío, Abdelsalam Alahdal, un periodista yemení que ha sido desterrado de su familia y de su país. Para él, todo el sufrimiento ha valido la pena. Cuenta su historia en Barcelona, en un congreso organizado por La Roca Village y la Secretaría General contra la Violencia contra los Niños de Naciones Unidas, a través del proyecto DO GOOD contra el matrimonio infantil. Abdelsalam Alahdal junto a su sobrina, el pasado lunes en Barcelona / ZOWY VOETEN Nada cuenta que sin usted ella no hubiera podido escapar de aquel matrimonio. ¿Qué hizo? Desde que era pequeña, a Nada le encantaba estudiar, tenía muchos sueños. Cuando vi su vídeo negándose a ser vendida, a ser violada, en nombre del matrimonio, estuve en todo lo que me necesitó. Acepté encantado ser su tutor. Regresar a su casa era un peligro para su vida y yo estoy contento de haberla protegido y apoyado. ¿Qué consecuencias la ha supuesto? Me arrestraron, he recibido muchas amenazas, me han despedido de tres trabajos distintos, me expulsaron del país... pero todo ha valido la pena. Hemos salvado a muchas niñas porque Nada tiene voz y la usa. Mi comunidad me ve como una persona peligrosa. Abdelsalam Alahdal, el periodista que ayudó a escapar a su sobrina de un matrimonio a la fuerza, el pasado lunes en un hotel de Barcelona. / ZOWY VOETEN ¿Y su relación con su familia? Hasta hoy han estado muy distantes conmigo. Tienen miedo de que apoye la escolarización de las niñas, las anime a que tengan el coraje de decir que no a los abusos, al matrimonio... Mis hermanos creen que una niña escolarizada es un problema, es un riesgo, porque no les escuchará, dejará de lado las tradiciones, podrá triunfar en la vida, hacer lo que quiera. Para ellos las mujeres son esclavas: deben servirles a ellos aquello que deseen. "A raíz de ayudar a Nada me han arrestado, amenazado, despedido y expulsado del país, pero ha valido la pena" ¿Igual que el de Nada, ha habido otros casos en su familia? La hermana mayor de Nada también se negó a ese matrimonio y luego se suicidó. Mis hermanas también tuvieron que casarse a la fuerza siendo niñas y murieron de violencia doméstica, sus maridos las mataron. Pero el caso que más me ha impactado, y creo que me ha llevado a ser como soy, es el de mi madre. "El caso que más me ha impactado ha sido el de mi madre, sin educación y casada y abusada desde la infancia" ¿Por qué? La casaron con ocho años. He visto los abusos de mi padre constantemente. He visto y he sentido su dolor. Desgraciadamente, en nuestra familia el matrimonio infantil existe, se fuerza a las niñas a quedarse en casa, se les prohíbe ir a la escuela. No quiero que nadie más sufra lo que mi madre sufrió de mi padre. Ella fue la única que me ayudó a estudiar. ¿Cómo? Vivo en una familia a la que solo le importan los hombres. Pero a mi padre, además, no le importaba mi educación. Mi madre, que no tuvo y que fue violada y abusada desde la infancia, fue la que me ayudó a terminar los estudios. Cuando mi padre murió, mi madre se quedó toda su herencia. La dedicó a mi educación. Me pidió que lo devolviera ayudando a las otras niñas. Debía salvarlas. ¿Y lo ha logrado? He intentado ayudar a otras hermanas y primas de Nada. Algunas han rechazado el matrimonio pero han vuelto a casa. Ayudé una prima, Sara, para apartarla de las violaciones y abusos de su marido. Otra, Hadiya, logró escapar de la familia y ahora está a salvo. Ahora vivo en el Reino Unido, para mí es más seguro ayudar a las niñas a través de la fundación de Nada. ¿Por qué? Mi comunidad me ve como a una persona peligrosa. Si lo hacemos individualmente nos verán como demonios malvados pero si lo hacemos desde la fundación nos aseguramos estar a salvo. Usted es periodista en Yemen. Una profesion en riesgo de muerte. No hay libertad de expresión. En mi país yo no puedo expresar mi opinión, se sienten amenazados. El 90% de los medios en Yemen están en contra de los derechos de las mujeres, apoyan y publicitan el matrimonio infantil. Y no solo en Yemen, en todo Oriente Próximo. No existen los derechos de las mujeres. En Yemen el sistema se basa en comunidades muy religiosas y tradicionales que la gente sigue ciegamente. Si tienes ideas propias no puedes expresarlas. Para ser periodista allí debes seguir a pies juntillas lo que dicen los grupos religiosos o las milicias. ¿Y cree que el periodismo le ha ayudado? Por supuesto. He leído, he conocido los derechos humanos, he estado abierto a conocer más allá de la religión. Esta es la diferencia. Los periodistas somos conscientes de los derechos de las mujeres, aunque la mayoría de la población sólo conoce la religión. En Oriente Próximo necesitamos conciencia para dar oportunidades educativas a las niñas. Es una lucha de mujeres, de hombres, de las organizaciones internacionales. Pero en la última década estas oenegés y sus miembros están perseguidos en Yemen. Han tenido que cerrar, les han llevado a la cárcel. Pienso en Unicef, por ejemplo. En mi país, trabajar para las niñas, contra los matrimonios infantiles y la posterior violencia doméstica, es peligroso. ¿Está orgulloso de Nada? No tienes ni que preguntármelo. Nada no solo se ha salvado a ella. Está siendo un ejemplo para que los padres no vendan a sus hijas en nombre del matrimonio. Si las educan serán mejores. Lo más importante es cambiar de víctimas a campeonas.
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