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» Diario Cordoba
Fecha: 04/11/2024 08:10
Un juzgado de Primera Instancia Instrucción de Granadilla de Abona decretó el ingreso en prisión provisional de los presuntos autores del secuestro y el asesinato del hombre cuyo cadáver apareció quemado y maniatado en el sur de Tenerife a comienzos del pasado mes de octubre. Los investigadores de la Guardia Civil detuvieron esta semana a cinco personas en total, entre las que figuran una mujer, un sobrino de esta y tres varones más, según las primeras informaciones. Los funcionarios del Instituto Armado apresaron a una mujer y otros tres hombres adultos, así como a un menor de edad. Todos son residentes en Tenerife. La autoridad judicial envió al centro penitenciario Tenerife II a los adultos, mientras que la Fiscalía de Menores decretó que el adolescente ingresara en el centro de internamiento educativo de menores infractores (Ciemi) de Valle Tabares. Diferentes puñaladas El cuerpo quemado de un varón fue encontrado en la mañana del pasado 7 de octubre en un túnel situado bajo la autopista del Sur (TF-1), a la altura del término municipal de Arico. El cadáver tenía las manos atadas delante del abdomen, estaba quemado y presentada evidentes signos de haber sufrido una muerte violenta. Según los datos que trascendieron ayer, el varón fallecido tenía varias heridas incisas, que fueron causadas con un arma blanca en diferentes partes del cuerpo. Secuestrado en El Portezuelo Los agentes del Instituto Armado confirmaron en su investigación que el afectado fue secuestrado durante varios días en el interior de una vivienda en el norte de Tenerife. Según ha podido saber EL DÍA, ese proceso de detención ilegal se llevó a cabo en el interior de una casa situada en la zona de El Portezuelo, en el municipio de Tegueste. «La mentalidad de un niño» La víctima se llamaba Carlos Antonio Gómez y tenía 38 años de edad. Según las fuentes consultadas, era vecino de la zona de El Toscal, en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Personas que conocieron al hombre asesinado explican que padecía una discapacidad intelectual. «Tenía la mentalidad de un niño», comentan. Medía alrededor de 1,80 metros y tenía apariencia de ser muy fuerte desde el punto de vista muscular. Una persona influenciable También lo definen como un individuo «muy afable, muy noble». Sin embargo, por su discapacidad psíquica era «muy influenciable», en función de lo que una o varias personas le pudieran decir, indica un ciudadano que lo trató durante varios años. Es decir, en un momento dado podía ser muy generoso con un vecino y, debido a lo que le dijeran otras personas, podía cambiar su actitud de forma radical de un día para otro. Monaguillo Durante algún tiempo ejerció como monaguillo en una parroquia de la capital tinerfeña. La investigación de este asunto fue asumida desde el primer momento por el Equipo de Delitos contra las Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife. Estos profesionales continúan con las gestiones para intentar aportar la mayor información posible, así como más pruebas a la autoridad judicial. Y la instrucción del asesinato se lleva en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Granadilla de Abona. Hasta el pasado jueves, las diligencias por esta muerte violenta estaban declaradas secretas, según señalaron las fuentes consultadas. En el lugar del hallazgo del cadáver también intervinieron profesionales del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, que realizaron la inspección técnico-ocular, así como el informe fotográfico de cómo apareció el cuerpo y del lugar en el que se halló. Fue localizado en un túnel bajo la TF-1, cerca de Abades. Al principio, los agentes se encontraron con la dificultad de identificar el cadáver, debido a que la acción del fuego impidió un reconocimiento facial y por sus huellas dactilares. Tampoco figuraba entre las personas desaparecidas. Días después, la Brigada de Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional aportó una posible identidad. Y el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid recibió muestras del cuerpo y también ayudó a la plena identificación. Los investigadores se centraron entonces en las personas que pudieran tener relación con la víctima y, con un trabajo operativo y técnico minucioso, identificaron a los partícipes en el homicidio. Los acusados se relacionaban entre sí y tenían vinculación también con el entorno de la víctima. Los guardias civiles realizaron varios registros domiciliarios e inspecciones técnico-oculares en tres vehículos. Tras permanecer secuestrado varios días en El Portezuelo, fue llevado a las cercanías de Abades, donde fue asesinado y quemado con gasolina. Los implicados quemaron el cuerpo para intentar dificultar la identificación del cadáver y su conexión con el asesinato.
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