05/11/2024 00:52
05/11/2024 00:52
05/11/2024 00:51
05/11/2024 00:51
05/11/2024 00:51
05/11/2024 00:50
05/11/2024 00:50
05/11/2024 00:50
05/11/2024 00:48
05/11/2024 00:48
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/11/2024 05:32
Cómo llegué hasta aquí - Nicolás Lusisic A Nicolás Lusicic se le despertó el amor por la medicina en el colegio secundario, en su Córdoba natal. Allí, el primer contacto con los microscopios le abrió un mundo nuevo en su adolescencia. “En el colegio Gabriel Taborin había una sala con ese tipo de aparatos. Era muy avanzado para la época. Ahí, realicé disecciones de animales, como langostas por ejemplo. Me gustaba, particularmente todo el tema de zoología y creo que por ahí empecé un poco a descubrir esta vocación. Al salir del colegio, me decidí por estudiar medicina y me encantó”, relata el fundador y presidente de Hair Recovery, médico cirujano plástico y experto en medicina capilar. La primera visita a un quirófano Lusicic empezó a estudiar para doctor en la Universidad de Córdoba y en segundo año supo lo que era un quirófano. “Un cirujano me hace entrar al Hospital Italiano de Córdoba para ver cómo era la atmósfera quirúrgica. Y me encantó”, explica. Otra vez, la experiencia lo hizo decidirse. Desde ese momento en que vio de primera mano una sala de operaciones se definió: sería cirujano. “Cuando rendí el examen y me dieron los resultados, me vine para Buenos Aires y entré en el Hospital Piñero en Flores”, cuenta Lusicic. Lusicic empezó a estudiar para doctor en la Universidad de Córdoba y en segundo año supo lo que era un quirófano (Candela Teicheira) “En la mitad de este proceso, de esos cuatro años de cirugía general, ya me interesaba operar por las incisiones lo más pequeña posible, que la cicatriz quede de la mejor manera con una sutura determinada - dice Nicolás-. Me gusta la plástica desde ese aspecto. Antes de terminar con cirugía general, ya empiezo a trabajar en la actividad privada en una clínica con un cirujano plástico y empiezo a formarme. Y a ver todo el mundo de la estética”. Allí, conocerá de primera mano los secretos de los trasplantes capilares. “Lo hacía el médico con el cual me formé. Entonces tuve la oportunidad muy temprano de ver cómo eran ese tipo de intervenciones”, explica Nicolás. En la década del 90, nació la técnica de microtrasplante capilar que en Argentina se conoció de pelo por pelo. En 1996, Lusicic fundó Hair Recovery junto a la doctora Alejandra Susacasa. Allí, ofrecían este método para luchar contra la calvicie. Lusicic, con emprendimiento propio “Me fui a Brasil. Había otro médico, llamado Carlos Weber, que ya trabajaba hace muchos años con esta nueva técnica. Estuve seis meses para aprender. Tomamos una decisión muy importante que hoy la podemos contar en el sentido que fue exitoso, pero probablemente podría haber quedado en el intento. Esto fue inaugurar un centro médico dedicado única y exclusivamente al trasplante de pelo. Dejamos de hacer el resto de la cirugía plástica, estética y reparadora. El público objetivo eran pacientes masculinos y que de alguna manera estaban realmente motivados a hacerse una cirugía para cambiar su situación”. relata Lusicic. A Nicolás Lusicic se le despertó el amor por la medicina en el colegio secundario, en su Córdoba natal (Candela Teicheira) La propuesta que idearon los médicos tenía el siguiente slogan: “Venga, recupere su pelo con su propio cabello, crece, no se cae, no hay posibilidades de rechazo y con tratamientos naturales”. En los primeros meses de Hair Recovery. los médicos enfrentaron algunos obstáculos para poder crecer. “El público objetivo eran hombres calvos que querían hacerse una cirugía para cambiar su situación. Venían y ¿con quienes se encontraban? Con los fundadores que no teníamos ni 30 años - recuerda Nicolás-. Entonces el paciente que tenía 60 decía ´¿quién me va a operar? ¿Pero cuántas cirugías hicieron? ¿Crece? ¿Y si no crece? ¿Me dan un papel firmado y una garantía?´”. Lusicic continúa con sus relatos de los comienzos de su emprendimiento. “Nosotros colgamos la página web en 1997, pero no había redes, no estaba Google, no había imágenes digitales. Por eso, agarramos una foto papel, ampliamos las de pacientes que ya se habían trasplantado y las mostramos - relata Lusicic-. Además, le decíamos al paciente ´¿tenés algún inconveniente que un paciente que quiere ver a alguien trasplantado que te podamos mostrar?´. El paciente decía ´No tengo ningún problema´. Entonces empezamos a juntar pacientes uno a uno. El que quería ver a uno y el que no tenía problema de mostrar sus resultados. En los primeros meses de Hair Recovery. los médicos enfrentaron algunos obstáculos para poder crecer (Candela Teicheira) Lusicic asegura que Hair Recovery llegó para ocupar un espacio que estaba vacío. “Hay una preocupación tanto en hombres como en mujeres que la gente no se quiere quedar calva. Si saben que hay tratamientos para frenar y para mejorar, todo el mundo dice ´¿cómo no lo voy a hacer? Esta no me la pierdo´”, explica Nicolás. En la actualidad la tecnología de trasplantes capilares cambiaron. Ahora existen máquinas que sacan pelo por pelo con unos extractores que miden menos de un milímetro. “En Hair Recovery tenemos el robot más avanzado que hay en Argentina. Inclusive hacemos cirugía robotizada. Esto te permite, a través de un robot muy sofisticado, sacar pelo por pelo uno por uno, literal, evitar la fatiga del ser humano y poder hacer un proceso repetitivo todas las horas que sean necesarias”, sostiene Lusicic. En la actualidad, Hair Recovery ya no es ese emprendimiento de jóvenes menores de 30 años. La empresa cuenta con más de 50 clínicas, 700 personas que trabajan, un plantel médico de más de 100 profesionales y capacitación permanente. “Nosotros como fundadores, tres veces al año, en algún lugar del mundo, nos invitan a hacer cirugías en vivo o a exponer sobre nuestra experiencia. Llevamos más de 70.000 pacientes trasplantados. Somos los proveedores de servicios más importantes a nivel de Latinoamérica y tal vez unos de los más importantes a nivel mundial”. se enorgullece Lusicic. Al mismo tiempo que ve hasta donde llegó, el médico siempre recuerda sus comienzos. Allí, en el colegio secundario cuando se entusiasmó con los microscopios en las clases de biología.
Ver noticia original