05/11/2024 00:44
05/11/2024 00:44
05/11/2024 00:44
05/11/2024 00:42
05/11/2024 00:42
05/11/2024 00:42
05/11/2024 00:42
05/11/2024 00:41
05/11/2024 00:41
05/11/2024 00:41
» Elterritorio
Fecha: 04/11/2024 03:11
Andrea Gómez da Silva y Florencia Fuchs fundaron Nueztra Pastelería en Oberá, un emprendimiento que elabora productos artesanales con insumos bien misioneros domingo 03 de noviembre de 2024 | 6:05hs. Los alfajores de yerba y té son de los más buscados. Fotos: Luciano Ferreyra El primer paso a la hora de emprender es el más difícil, cuando aún no se sabe si va a funcionar o no, si el negocio va a sostenerse en el tiempo y si va a ser aquello con lo que se soñó. Sin embargo, una vez atravesados esos miedos, el desafío es aún mayor: innovar para destacarse en el rubro y permanecer. Florencia Fuchs y Andrea Gómez da Silva son dos amigas que se animaron y todos los días renuevan las ganas de seguir trabajando en pos del crecimiento de la pastelería que con tanto amor, abrieron en Oberá. Nueztra Pastelería se encuentra en pleno centro de la Capital del Monte y allí se venden productos netamente artesanales, hechos a mano y pensados con el corazón. Florencia Fuchs es nutricionista y Andrea Gómez da Silva es abogada, ambas aficionadas a la pastelería. En diálogo con El Territorio, las jóvenes amigas de 29 y 30 años respectivamente, rememoraron los inicios del emprendimiento, los motivos que las llevaron a dar el gran paso y cómo se esfuerzan para estar en todos los detalles. Desde la elaboración de productos nuevos hasta las publicaciones en redes sociales, todo es pensado por las chicas, pasando incluso por la participación en importantes ferias y la elaboración de proyectos de inversión. Aunque son conocidas por sus pasteles y tortas, uno de sus fuertes es la producción de alfajores, con un toque regional. Ingredientes locales, como yerba mate, té, y frutas tropicales se vuelven protagonistas del sabor, siendo elegidos –principalmente– por las decenas de turistas que periódicamente circulan por la ciudad. Esta predilección las llevó a ser galardonadas por la Confederación Económica de Misiones (CEM) como así también a ser invitadas este año como representantes misioneras en el Campeonato Mundial del Alfajor que se realizó en Buenos Aires, aunque lamentablemente no pudieron asistir. No obstante, esto las impulsó aún más para seguir preparándose y trabajando a fin de ser próximamente las encargadas de llevar el sabor de Misiones a todo el mundo. El sueño arrancó en pandemia Cuando en todo el mundo se cerraban las puertas por la pandemia de Covid-19, Andrea y Florencia se encontraban haciendo temporada en Andorra, sin saber todo lo que se avecinaba. Tras volver repatriadas, debieron arrancar desde cero en Oberá, con más incertidumbres que certezas, pese a que Andrea estaba recibida de abogada y Florencia de nutricionista. Fue entonces que decidieron empezar con algo que las había caracterizado siempre: las tartas dulces. “Nosotras con Andy somos amigas de la secundaria y para todo lo que era el viaje de egresados y otros viajes hacíamos tartas dulces para poder recaudar algo de plata. En base a eso y esos conocimientos, en la pandemia, cuando volvimos repatriadas y no sabíamos qué hacer, arrancamos por ese lado. Teníamos nuestra profesión, pero nunca habíamos ejercido y había muchas cosas que estaban cerradas. Justo entonces se venía el Día del Padre e hicimos la propuesta para ese día, cocinando en nuestras casas. En dos meses, las ventas habían superado las expectativas”, contó Florencia. La elaboración de los productos es totalmente artesanal. Y seguidamente, agregó: “Después de eso, alquilamos un local chiquito donde era sólo producción de cocina, donde estuvimos siete meses. Con los ahorros que teníamos, surgió la idea de hacer un emprendimiento un poco más grande, con otros productos. Y ahí surgió la idea de crear Nueztra Pastelería”. Según comentaron, la búsqueda del nombre tuvo que ver con “algo que nos identifique a las dos y nos dé sentido de pertenencia. Siempre decíamos ‘vamos a nuestra pastelería’, y por eso lo pensamos así. Se cambió la ‘S’ por la ‘Z’ porque además la nuez es uno de nuestros ingredientes para elaborar los productos”. Fue entonces que decidieron mudarse a un local un poco más grande, que les permitió sumar nuevos productos y colocar algunas mesas para que los comensales puedan degustar en el local. Nueztra se encuentra funcionando allí hace ya tres años y medio. “De a poco con mucha ayuda, empezamos a sumar productos. Cuando nos dimos cuenta de que nos gustaba y también a la gente le gustaba lo que hacíamos, nos empezamos a capacitar y agregar cosas nuevas todo el tiempo. Ayudan mucho las redes sociales, escuchar al cliente, conocer qué les gusta. En base a eso, empezamos a agregar productos más clásicos y otros más jugados La idea de poner mesas repercutió muy bien porque ayudó un montón a que la gente nos conozca. Apuntamos a la experiencia de que la gente venga y pruebe en el local”, contó Andrea. La élite de los alfajores De arrancar en plena pandemia a ser invitadas al Mundial de Alfajores hubo un gran trabajo y esfuerzo. “Nosotras desde el día uno arrancamos con el alfajor clásico marplatense con dulce de leche. Empezamos a venderlos entre nuestras amigas y les encantó, entonces empezamos a incorporar nuevos sabores. Flor viene de una familia gastronómica y trajo la idea de probar con otros sabores, como el té en la masa. Y desde entonces, nos animamos”, comentó Andrea. Más allá de que hay un auge gastronómico que tiene que ver con los productos regionales, como el té y la yerba, las emprendedoras aseguran que sus alfajores son distintos, pues no siguen recetas armadas y van probando distintas opciones hasta encontrar el qué más se adapte al gusto de los clientes. “Hay un montón de alfajores de té o yerba mate pero nosotras tratamos de hacer nuestra receta propia. Por eso también, por ejemplo, nuestros alfajores tienen té en hebras en la masa, que no lo vi al menos en otros, así se siente en el gusto, la textura. Para llegar a ese sabor fuimos probando con distintos tipos de té y cambiando hasta encontrar este. Hoy usamos té negro en hebras, para que cuando lo comas, lo sientas”, explicó Florencia. El emprendimiento nació en pandemia y se consolida en Oberá. Mientras, añadió: “El alfajor de yerba es con yerba soluble que se pone en la masa, por eso la masa es verde. Así también tenemos el de maracuyá, que para nosotros es clásica la fruta, pero es algo muy de la zona, como el de frutos rojos con nueces. Siempre la idea es ir agregando algo regional y que llame la atención”. Las emprendedoras explicaron que el alfajor de yerba mate “tiene una masa bastante fuerte, se siente mucho la yerba, pero le acompaña muy bien el relleno porque tiene muchísimo dulce de leche. Y esa combinación es el éxito de ese alfajor, fuimos buscando el equilibrio”. “Es darle un valor agregado de la provincia. Hay muchos turistas en Oberá todo el año y suelen comprar más que nada el alfajor de yerba, el de té, de maracuyá. Esos tres”, adujo Andrea. “Los alfajores no tienen aditivos, la vida útil no es tan larga, pero la idea es mantener el producto artesanal y no perder la impronta de lo artesanal como tal, elaborado a mano, desde la masa hasta el packaging, todo el proceso. La gente que nos compra lo sabe, al igual que nuestras galletitas y los demás productos”, comentó por su parte, Florencia. “Es ir haciendo prueba y error, ver qué nos gusta a nosotros. Hubo veces que hicimos productos que los probamos y no nos gustaron, entonces nunca salieron a la venta. Se va viendo qué se cambiaría para que sea mejor. Tiene que pasar el control de calidad nuestro y de nuestras familias”, aseveraron. Vida en sociedad del emprendedor Para seguir creciendo como emprendedor, es necesario generar contactos y vínculos con productores de insumos y posibles clientes. Por ello, las ferias y muestras son importantes para la vida en sociedad del comercio. “Estos alfajores nos dieron entrada a ferias como las que hay en Posadas, y otros lugares de la provincia. Siempre participamos y son los lugares donde más vendemos. Impacta mucho en gente de otros lados, que lo llevan como recuerdo, como un regalo, con el packaging, la descripción y demás detalles”, contaron las chicas de Nueztra. También recalcaron que los alfajores están hechos con productos misioneros, por lo que constantemente van generando un ida y vuelta con los productores locales para conseguir los insumos. “Tanto el té como la yerba son de Misiones. Las frutas se consiguen en las ferias, aunque es difícil conseguir en cantidades. Pero tenemos contacto con productores y vamos trabajando juntos”, dijo Florencia. “Hoy sólo hay una marca de yerba soluble que se consigue acá y es Amanda. Pero tenemos contacto con un chico productor misionero que tiene en zona Norte una productora de yerba mate que ahora está haciendo matchas. En una expo que fuimos nos contactamos con él y estamos trabajando en una fusión. Esas ferias te sirven para generar esos contactos y los mismos productores misioneros están viendo el potencial”, manifestó Andrea. Al mismo tiempo, Florencia añadió: “También hacemos sugerencias del día con yerba y té, como en tartas, bebidas. Vemos lo que busca la gente y qué productos tenemos nosotros en el día a día, como tomarte un mate, que es algo que todo el mundo lo acepta; entonces algo con yerba mate bien hecho va a estar aceptado”. “Hay sabores que estamos trabajando, como pistacho, y nos pidieron mucho el alfajor de frutas o membrillo, que acá no se consigue de forma artesanal, sólo industrial. Además, nuestros alfajores también se caracterizan por el tamaño. Nuestros alfajores clásicos tienen 110 gramos y los de maicena tienen 130 gramos, es el doble de uno tradicional”, adelantaron. Por toda esta labor, las jóvenes fueron galardonadas por la CEM, lo que las impulsa a seguir trabajando. “Ahora estamos trabajando en un proyecto con el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para un crédito de ampliación, para seguir sumando a nuestro emprendimiento”, contaron. En tanto, resaltaron que el mayor desafío es emprender en Argentina, con la incertidumbre, inflación y todos los condimentos a los que se deben enfrentar los emprendedores. “A principio de año fue tremendo, trabajábamos para cubrir costos, recién ahora se va acomodando un poco más. Incluso a principio de año no conseguíamos ciertos productos y teníamos que cambiar las recetas, pero se fue acomodando y ahora continuamos poniéndole todo para seguir creciendo”, recalcaron. Las jóvenes emprendedoras demuestran así que la constancia y el trabajo traen buenos resultados en el día a día. Sólo es necesario dar el paso, a pesar del miedo, y creer en que los sueños llegan alto. Compartí esta nota:
Ver noticia original