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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 04/11/2024 02:10
Un hecho criminal contra una mujer conmocionó al país por su brutalidad. Fue perpetrado en Mendoza y se tradujo en expresiones de horror que se replicaron en los medios de comunicación. Ha sido acusado por el hecho un hombre de nacionalidad chilena, conductor de un transporte que realizaba viajes desde Chile a Argentina. Lo acontecido tomó estado público el sábado 20 de octubre, cuando una mujer fue hallada, alrededor de las 06:10HS. puerto seco de Godoy Cruz, una zona franca aduanera del Gran Mendoza. Ella estaba tendida en un camino interno, desnuda y con una pierna aplastada por las ruedas de un vehículo pesado. En estado crítico, fue trasladada al Hospital Central donde se intentó identificarla y se tuvo que recurrir a datos biométricos para lograrlo. Presentaba algunos golpes y la pierna izquierda gravemente herida por aplastamiento, con una fractura expuesta a la altura de la rodilla. Se comprobó también que había ingerido alcohol y sustancias ilícitas. Mientras se intentaba identificarla, se le realizó una intervención, por medio de la cual se le amputó la pierna izquierda sobre la rodilla. Paralelamente la Policía logró determinar, por el testimonio de varias personas y cámaras de seguridad, que en la zona había estado un camión de matrícula chilena. El hecho La detención del conductor se logró luego del llamado al 911 de una mujer quien manifestó que el sujeto era pareja de su hija desde hace un tiempo y que la joven había salido rumbo a Chile en el camión que él conducía. Según lo expuesto por la mujer, el hombre se había comunicado con ella y le había dicho que su hija había sufrido un accidente y que todo había sido “culpa de ella”, por eso ella se había comunicado con el 911, a fin de requerir ayuda. El vehículo fue buscado y hallado a 20 kilómetros del lugar del hecho, en una estación de servicio en el empalme de la ruta 40 con la ruta 7. El estado del sujeto impidió que se lo interrogara ese día, ya que al igual que la mujer mostraba huellas de consumo de estupefacientes y alcohol, lo cual fue comprobado por las pericias toxicológicas. Asimismo, en la cabina del rodado se encontraron botellas de vino y sustancias estupefacientes y lo que serían manchas hemáticas en las ruedas. Por sus documentos se supo que se trataba del ciudadano chileno Daniel Andrés Quijada, de 44 años, quien, cuando estuvo en condiciones, dijo que la mujer herida era su pareja, que tenía 46 años. Sin embargo, no trascendió su nombre, solo sus iniciales: C.D. El sujeto declaró que entre la noche del viernes 19 y la madrugada del sábado 20 de octubre, la mujer estaba con él en el camión, que discutieron y que ella había decidido bajar del rodado; que él lo puso en marcha de inmediato y se fue sin percatarse de lo que le había pasado a la mujer, la que fue encontrada poco después en el lugar prácticamente agonizante, con el resultado mencionado antes: la pérdida de su pierna izquierda, la que tuvo que serle tronchada sobre su rótula, dada la gravedad de las lesiones recibidas, cuando fue embestida por el pesado transporte que habría pasado sobre el miembro mencionado. Quijada tendría su familia en Chile y se encontraba con su pareja argentina, cuando viajaba al país por su trabajo. Tentativa de homicidio La Fiscalía a cargo de la investigación, trabajó en la recolección de pruebas, tras lo cual concluyó que la imputación debía ser sin dudas la de “tentativa de homicidio” pese a que él acusado negó categóricamente su intención de atropellarla y que dijo que cuando ella bajó del rodado, perdió contacto con ella, por lo que se alejó del lugar. Cerca del cuerpo de la víctima fue encontrada su vestimenta y una zapatilla. Así la encontró otro camionero quien llamó al 911, denunciando el hallazgo, lo que le salvó la vida. Por el momento el sujeto se encuentra detenido en nuestro país a la espera de esclarecer definitivamente las circunstancias del hecho, aunque se le ha imputado “Tentativa de homicidio”, él se mantiene en sus dichos de que se trató de un accidente. Hay amores que matan Muchas veces hemos tratado en esta columna casos de femicidio o feminicidio en perjuicio de numerosas mujeres, hechos perpetrados en nuestro país. En algunos casos, sus autores han sido hombres de otras nacionalidades o mujeres de otras nacionalidades. El meollo de la cuestión no es una nacionalidad, un país, una provincia, una ciudad, sino el trato que le da un ser humano a otro, porque, en definitiva, se trata de eso: dos seres humanos que suelen involucrar a otros que no tienen nada que ver con sus conflictos de pareja. Las razones puntuales de estos hechos, solo las conocen ellos. Una solo “toca de oído” como suelen decir los expertos en filosofía popular. Desgraciadamente, suele quedar un tendal de muertas cada año o, cuando no, heridas gravemente, marcadas de por vida, ya sea física, mental y espiritualmente. Porque nadie escapa indemne de una “relación tóxica” como califican actualmente a los conflictos de dos que suelen involucrar a más familiares, cuando, en forma bienintencionada, intentan mediar o evitar más daños cuando se trata de agresiones físicas. En esta empresa han muerto también padres, hermanos, hijos, vecinos; madres, hermanas, hijas, vecinas… todo se lo lleva la violencia de personas embrutecidas por algún problema mental o por la droga, o simplemente, porque nacieron enojados con la vida. Esta mujer mendocina, salvó su vida, pero quedó minusválida y remontar la situación no le será gratis, ni fácil. La gran Tita A veces recuerdo a la gran Tita Merello cuando aconsejaba: “hacete el Papanicolaou, muchacha” y me pregunto qué les aconsejaría ahora a las mujeres que sufren violencia de género. Se me ocurre que, tal vez, les diría: “si te quiere aislar de tu familia, si te menosprecia y degrada; si te pega, denuncialo, buscá ayuda, muchacha”.
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