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Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 02/11/2024 09:40
El jueves, por la tarde, en la sala planta baja de la Biblioteca Popular “Carlos Mastronardi”, se llevó a cabo una disertación que brindó el periodista del diario Uno Entre Ríos, Daniel Tirso Fiorotto con el nombre “Raíces de la entrerrianía”. La actividad fue organizada por la Asociación Solidaria Educativa y Ambiental de Gualeguay y la institución anfitriona. Ante un nutrido público, Fiorotto ofreció veinte aportes para repensar la historia entrerriana en la biodiversidad, la “Memoria del futuro” y la centralidad de Gualeguay. Obsequió dos libros (Si dejeras Gondwana), uno para cada institución organizadora. A su vez recibió el obsequio de un dibujo del artista local “Nico” Benítez, obra que realizó en el momento. Previo a la charla, Daniel Tirso Fiorotto, expresó los siguientes conceptos para EL DEBATE – PREGÓN: “trataré de mostrar al entrerriano, en su contexto, en el litoral, como gente ribereña, costera, con sus oficios, sus artes, sus saberes. Y también procurar interiorizarnos de los distintos aportes históricos, ecológicos, artísticos, de los saberes y comunitarios que nos permitan hoy identificar una cosmovisión, un modo de ser entrerriano que tal vez no teníamos hace 20 ó 30 años atrás. Es decir, hay aportes nuevos, hay conocimiento sobre nuestros pueblos ancestrales, criollos, gringos; hay conocimientos sobre nuestra biodiversidad y sobre los vínculos de Entre Ríos con el mundo, que nos permiten recuperar una visión, tal vez, milenaria, de nuestra provincia y no estancarnos en el presente, en la modernidad como que todo lo inventamos hoy y que dependemos exclusivamente de lo que vino de Europa. Entonces, ver la integración de culturas, de conocimiento y del ser humano con la biodiversidad. Le llamamos ‘Memorias del futuro’ en homenaje a Bartomeau Meleà, de Mallorca, que fue un gran estudioso que vivió con los guaraníes mucho tiempo. Él dice que fue evangelizado por los guaraníes y su sistema económico es la memoria del futuro. Y ese sistema tiene mucha relación con la vida de nuestros barrios, nuestros campesinos y de nuestra gente más humilde, orilleros, tal vez, isleros, que tienen una condición propia de la entrerrianía, que se llama hospitalidad, que se llama trabajo colectivo y festivo, que se llama reciprocidad. Eso se ha perdido en el mundo moderno, por el sistema que tenemos en la actualidad, sin embargo, en nuestra familia está como subyacente y en un momento se puede recuperar para dar respuestas a problemas que tenemos hoy de desempleo, de exclusión, de destierro. En la charla vamos a hablar también del hacinamiento; teniendo en cuenta tanto espacio hermoso para que las mujeres, los hombres, los chicos puedan disfrutar del cielo, del sol, de la luna del paisaje”. “La escuela ha sido bastante colonizada y no solo vemos desde la perspectiva europea”, explica. “Yo recuerdo una enciclopedia que empieza la historia de Entre Ríos con la figura de los Reyes de España. ¿Cómo es posible? Diez o doce mil años de historia en estas tierras y empezar con dos señores poderosos de España. Evidentemente, ello ha sido una ilusión, un relato mentiroso que hemos sufrido durante siglos y que hoy estamos en condiciones de criticar, no solamente por la negativa sino sobre qué somos entonces. Y ese qué somos no es una idiosincrasia cristalizada; son condiciones, características, cualidades que van cambiando con los tiempos, pero hay tal vez un eje central que trataremos de dilucidarlo y esto tiene que ver con la cultura y con lo territorial, con la naturaleza, considerando que la biodiversidad es la suma o conjunción del territorio y la cultura; es decir, la cultura dentro de la biodiversidad”. Acerca de las cualidades de las personas de nuestro territorio, Fiorotto, asegura: “el entrerriano, la entrerriana es gente de palabra y servicial. Algunos han confundido esta condición de servicial, de estar atento al otro, que en el dar la mano entrega un documento, como dice el poeta, a eso lo han confundido con la servidumbre. No, no, es todo lo contrario; es una condición de libertad interior que permite que se arriesgue en la confianza. Ese es el entrerriano y por eso se valora mucho su don de bien. El entrerriano es una persona de palabra, como quien dice un paisano redondo”.
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