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Federal » El Federaense
Fecha: 02/11/2024 08:28
La reciente destitución de la canciller Mondino ha dejado más preguntas que respuestas en el ámbito político argentino. Su salida del cargo, a menos de un año de asumir, resalta una crisis de confianza dentro del gobierno de Milei, que ya ha visto la partida de más de 50 funcionarios. Los ojos están puestos en el denominado “Triángulo de Hierro” formado por Karina Milei, Santiago Caputo y el Presidente, quienes parecen marcar la pauta de lo que se considera aceptable dentro del gabinete. Según fuentes cercanas a la Casa Rosada, se asegura que “el que se sale de caja o se corta solo, tiene que irse del gobierno”. Esto pone de manifiesto un ambiente de intolerancia a la disidencia, donde la unidad ideológica es esencial. La llegada de Werthein como el nuevo canciller es una clara señal de que la administración busca consolidar su postura extrema en política exterior. El Ascenso de Gerardo Werthein La trayectoria de Werthein es notable. Con un pasado como embajador en Estados Unidos y un fuerte perfil empresarial, su designación no es un hecho casual. De hecho, ha sido un aliado cercano de Milei desde el inicio de su carrera política, apoyando económicamente su primer viaje a Estados Unidos y formando parte de momentos clave, como su encuentro con el expresidente Bill Clinton. Un Cambio de Paradigma en la Cancillería Experiencia Diplomática: Aunque su trayectoria en el ámbito diplomático está marcada por su rol como embajador, su enfoque parece estar más alineado a intereses empresariales que a soluciones políticas complejas. Aunque su trayectoria en el ámbito diplomático está marcada por su rol como embajador, su enfoque parece estar más alineado a intereses empresariales que a soluciones políticas complejas. Radicalización Ideológica: La salida de Mondino no sólo representa un cambio de nombres, sino una tendencia hacia una radicalización en el enfoque del gobierno sobre política internacional y un aparente establecimiento de una cacería de brujas contra aquellos que no se alineen con la ideología de Milei. La salida de Mondino no sólo representa un cambio de nombres, sino una tendencia hacia una en el enfoque del gobierno sobre y un aparente establecimiento de una cacería de brujas contra aquellos que no se alineen con la ideología de Milei. Descontento Generalizado: La situación de la Cancillería bajo el mando de Mondino había sido descrita como “la peor de la historia”, con numerosos rumores que apuntan a su falta de preparación y al caos administrativo. El clima palpable de desconfianza y la presión constante por parte de los Karinos colocan a muchos funcionarios en una situación precaria, donde cada paso es juzgado bajo una lupa ideológica. Milei y su séquito parecen haber establecido un entorno donde la preservación de su imagen y la conformidad ideológica son prioritarias sobre la gestión eficaz y comprensiva de la diplomacia nacional. A medida que se dibuja este paisaje político, queda claro que Mondino no será la última víctima en esta cruzada interna, y muchos observadores se preguntan quién será el siguiente en enfrentarse a la rabia del Triángulo de Hierro.
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