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» Elterritorio
Fecha: 02/11/2024 02:23
La zafra 2024 no rindió más de 500 kilos, muy por debajo a lo estimado para obtener por cada hectárea. Sin embargo, la demanda sigue en alza y las familias muestran optimismo viernes 01 de noviembre de 2024 | 17:12hs. Este año la cosecha fue muy baja en relación a la demanda. Foto: Carina Martínez Este año “no fue el año para el arándano”, reconocen los productores del cultivo en colonia San Jorge de San Pedro. La zafra 2024 no rindió más de 500 kilos, muy por debajo a lo estimado para obtener por cada hectárea. Con una demanda en alza, pese a los resultados de este ciclo, las familias muestran optimismo y pretenden dedicar tiempo en mejorar el suelo, podar y aplicar técnicas que beneficien a las plantas. Este año, el kilo se ofreció entre $4.500 y $7.000 pesos. El cultivo de arándano, que llegó como una alternativa muy gananciosa hace más de 15 años, persiste en la chacra de dos familias, de las 25 que inicialmente se habían sumado. Se trata de un cultivo perenne que ofrece una alternativa de ingresos en meses donde la yerba mate y el té están parados. Actualmente, un plantin cuesta alrededor de $10.000 y en una hectárea existen más 4500 plantas. Para el productor Ricardo Wernes, el cultivo tiene un valor que va más allá de lo económico: mantener vivo el esfuerzo de quien en vida fuera su padre. “Para mí es una alternativa que nos da orgullo, algo que no es de esta zona y de cierta manera le adaptamos a nuestro clima, por eso cuesta mucho y no tenés una garantía de que la zafra sea buena”, señaló el productor. Este 2024, uno de los principales factores que influye en el rinde de la producción son las condiciones del tiempo. Sin embargo, este año el clima fue favorable y pese a ello, la producción fue muy baja. Por ello, el productor trata de investigar, por su cuenta - ya que no tiene ningún tipo de asistencia técnica profesional más que su propia experiencia - para determinar si la poca producción de frutas se debe a la falta de algún nutriente, poda o alguna otra técnica. En ese sentido Wernes indicó: “la idea es apostar al cultivo para el año próximo, quiero realizar la poda, acondicionar el suelo, sino cada año decae más. Notamos que la poda y la nutrición del suelo son fundamentales para que la planta produzca en cantidad y calidad. Este año, ya no le corté al ras las pequeñas malezas para frenar un poco la erosión". Y añadió que “quiero hacer nuevos plantines para completar el cuadro donde se murieron las plantas”. “Justo en estos meses, donde no hay yerba ni té, tenemos un ingreso y podemos dar trabajo a por lo menos 15 personas para cosechar las frutas, tarea que se realiza con mucho cuidado y de manera manual. Se vende porque la gente conoce, así que tenemos todo el optimismo para la próxima zafra", destacó el productor. Además de los factores mencionados, esos últimos años, las plantas sufrieron el ataque de las hormigas mineras. También, durante la época de maduración de las frutas, deben estar atentos a la presencia de pájaros que consumen y arruinan las frutas. Por ello, es posible observar la presencia de varios espantapájaros. Sobre el rendimiento de la zafra actual reconoció la poca presencia de frutas por planta.“Calculo que vamos a sacar unos 300 kilos con toda la suerte, cargó muy poco en comparación a años anteriores", dijo y afirmó que "un poco sí le afecto la helada y lo que quedó estamos sacando ahora". En caso de que se den las condiciones para un buen año, en una hectárea se debería obtener cerca de seis mil kilos. Para esta zafra, en el caso de Ricardo, ofreció el kilo a $4.500, casi tres veces menos a lo que se consigue en el mercado. Cabe mencionar que al productor le queda 3500 pesos ya que paga 1.000 por kilogramo para las personas que se dedican a la cosecha. “Yo siempre trato de dejar un precio accesible, para que todos puedan acceder, y es ser agradecido también por tener la satisfacción de este producto e nuestra chacra. Así sea buena o mala la cosecha, vale mucho más que el té por ejemplo”, concluyó. El año pasado el productor llegó cosechar cerca de dos mil kilos, los que fueron vendidos por menos de dos mil pesos el kilo.
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