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Federal » El Federaense
Fecha: 01/11/2024 15:51
En una noche llena de emociones y celebraciones, Gustavo Costas, el nuevo director técnico de Racing, volvió a vivir momentos que nunca había imaginado volver a experimentar. Dos años después de compartir una entrañable melodía con su pequeño hijo, el entrenador se encontró en una conferencia de prensa que se convirtió en una explosión de alegría y sentimientos. Al abrirse la puerta de la sala, la hinchada estalló en cánticos de apoyo, resonando con fuerza en el Cilindro de Avellaneda. El equipo acaba de lograr una espectacular clasificación para la final de la Copa Sudamericana, algo que desató el delirio entre jugadores y aficionados. Costas, visiblemente emocionado, no pudo contener las lágrimas mientras sus jugadores, entre saltos y gritos, celebraban su éxito. Santiago Solari, con un saco prestado que no le importaba el calor, se sumó fervorosamente a los festejos. Un abrazo familiar en medio del triunfo En medio de la locura y la alegría generalizada, Costas se acercó a su hijo, quien lucía la camiseta del equipo, y lo alzó para que tocara el escudo de Racing, como símbolo de la conexión entre el pasado, el presente y el fervor de la hinchada. El entrenador, más hincha que técnico en ese momento, manifestó su orgullo por el equipo y lo que representa para él y su familia. “No pensé que volvería a vivir esto”, confesió emocionado. El regreso a Racing Después de enfrentar muchas dificultades, Costas se sentía agradecido por la oportunidad de volver a Racing. Con un toque de nostalgia, se refirió a su esposa, quien se había convertido en una ferviente seguidora del club. En un momento divertido, le comentó sobre su propia historia como hincha, lamentando no haber podido experimentar las finales de los años 67 y 88 como ella. “Nunca pude vivir eso, peleábamos el descenso todos los años”. Preparados para la gloria A medida que se acercaba la fecha del partido final, Costas reafirmó su compromiso con el equipo y la meta de obtener el título internacional que tanto anhela. Con determinación, expresó: “No nos conformamos con haber llegado a la final, ahora hay que ganarla”. Su corazón late por Racing y la oportunidad de llevar honores a su club se presenta como un sueño palpable que está más cerca que nunca. Con la mirada puesta en el 23 de noviembre, en Asunción, donde se disputará la gran final, Gustavo Costas sueña con revivir la gloria ante Cruzeiro, recordando la amarga derrota de 1992. Sin duda, el técnico siente que esta es la oportunidad de alcanzar la cúspide, no solo como un líder, sino como un hincha que vive y respira Racing.
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