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Concordia » Ciudadsatelite
Fecha: 01/11/2024 15:23
Fiscal José Arias imputó a tres miembros de la comisión directiva de la Sociedad Mutual de Músicos de Concordia por administración fraudulenta y destrucción de medios probatorios, y al empresario comprador como partícipe necesario. Los cargos recaen sobre el presidente de la mutual, Mariano Guerrero; la secretaria, Delia Catalina Martínez; el tesorero, Carlos Alcides González y Guillermo Schmid, titular de la empresa Infinet SAS, quien adquirió la propiedad ubicada en calle Sarmiento 563, en pleno centro de Concordia. Según se desprende de los libros de actas en poder de la Justicia, en 2009 la propiedad fue tasada en 250 mil dólares, pero en 2023 fue vendida por tan solo 20 mil. A la fecha, hay casi una decena de socios que niegan haber participado de la asamblea donde se votó la venta del inmueble, pero sus nombres están en la lista de los presentes. También aparece el nombre de Silvio Diez, un joven asesinado en el marco de un Crimen de Odio meses antes de la votación, en enero de 2022, según reveló el periodista Federico Odorisio. La casona en cuestión, situada en una superficie de aproximadamente 540 metros cuadrados, a metros de la Escuela Normal y lindante por los fondos con el Club Español, fue vendida a finales de 2023 por apenas 15 millones de pesos (equivalentes a unos 20 mil dólares de ese momento), muy por debajo del valor de mercado. Según documentos de 2009, que están en poder de la justicia, la propiedad había sido tasada en 250 mil dólares cuando una asamblea previa autorizó su venta. Por motivos que todavía se tratan de dilucidar, en aquella oportunidad Mariano Guerrero y «asociados» no pudieron efectuar la venta. Sin embargo, 14 años después, en 2023, la venta se concretó a un precio significativamente inferior. La imputación del fiscal Arias abarca dos hechos principales: administración fraudulenta y alteración de medios probatorios. El presidente de la mutual de músicos Mariano Guerrero, la secretaria Delia Catalina Martínez y el tesorero Carlos Alcides González no solo firmaron el acta de aprobación de venta, sino que también participaron en la firma de la escritura ante escribano público. La fiscalía considera que la comisión directiva manipuló la documentación para justificar la venta, en perjuicio del patrimonio de la mutual. Durante los allanamientos, se accedió a los libros de actas de la mutual, los cuales, según el fiscal, presentan graves irregularidades. Entre ellas se destacan hojas arrancadas, pegadas, correcciones y desorden que impiden comprobar su autenticidad. Además de los directivos de la mutual, el fiscal imputó al empresario Guillermo Schmid, titular de Infinet SAS, empresa que adquirió el inmueble. Schmid, también creador de la página de Facebook ASEC Concordia, es señalado como partícipe necesario de la maniobra fraudulenta y beneficiario de una operación a “precio vil” a causa del quebrantamiento de la mutual por la administración infiel que la comisión directiva habría ejercido sobre los bienes que tenía en custodia. Para la justicia, Schmid no podía desconocer las irregularidades detrás de la transacción. Además, en la escritura se consigna que el pago de 15 millones de pesos se realizó antes de la firma de la escritura y no ante el escribano público, sin que se presentara ningún boleto de compraventa que certifique el pago. Es decir, Schmid habría pagado los 15 millones de pesos en el aire. De acuerdo con la investigación, en abril de 2022 se habría celebrado una asamblea en la que supuestamente 57 socios aprobaron la venta del inmueble. Sin embargo, ya son siete los socios que han declarado ante la justicia que no participaron de esa reunión. Aún más grave, en la lista de asistentes aparece el nombre de Silvio Diez, un actor asesinado en un crimen de odio meses antes de la asamblea. Esta anomalía aumenta la sospecha de que el acta fue manipulada para simular un consenso inexistente entre los socios. En efecto, Silvio Diez, integrante del grupo de teatro El Furgón, fue asesinado en enero de 2022, en el marco de un crimen de odio. Tres meses después, en abril, su nombre aparece en la lista de socios que aprobaron la venta del inmueble de los músicos. La fiscalía accedió a que se publicara la lista de las supuestos socios que participaron en la asamblea donde se decidió la venta del inmueble a fin de que toda aquella persona que esté nombrada y no haya estado en la misma se presente de forma inmediata en sede judicial para dar su testimonio. También pide que si alguien reconoce que en la lista se incluye a personas que hayan fallecido antes de la realización de dicha asamblea, lo informen. La estabilidad del padrón de la mutual desde 2009 como se mencionó anteriormente, con apenas 60 socios activos, respalda las denuncias de músicos que aseguran que Guerrero buscaba reducir la membresía para facilitar el control absoluto sobre la institución y sus bienes. Esta situación, sumada a los testimonios de socios excluidos de decisiones clave, refuerza las acusaciones contra la actual directiva.Desde su llegada a la presidencia en 2003, Mariano Guerrero, un acordeonista de música tropical, ha sido señalado por músicos de Concordia de haber ejecutado un vaciamiento sistemático de la mutual. Las acusaciones indican que, entre las maniobras, una fue la de dejar de enviar cobradores de cuotas a los socios, lo que derivó en la desafiliación de numerosos miembros y el cierre de puertas a nuevos asociados. Este accionar fue documentado en una reunión de 2009, en la cual treinta ex socios, con el respaldo de un escribano, exigieron acceso a los libros de actas y claridad sobre el estado financiero de la mutual, los que les fue negado. Posteriormente, en una carta documento de 2022, una veintena de músicos reafirmaron los reclamos pidiendo ser asociados y recuperar participación en la institución. El presidente de la Sociedad Mutual de Músicos había declarado en una entrevista radial que el dinero de la venta se encontraba repartido entre una cuenta en el banco Macro y una caja de seguridad en la misma entidad financiera. Sin embargo, tras las investigaciones, se descubrió que en la entidad financiera mencionada apenas había una cantidad mínima en la cuenta y que la supuesta caja de seguridad ni siquiera existía.
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