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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/11/2024 11:02
El BCRA impulsa el crecimiento de los depósitos en dólares y su utilización para el otorgamiento de crédito con el objetivo de aumentar las reservas brutas y netas (Foto: Shutterstock) El Banco Central de la República Argentina (BCRA) avanzó en una serie de cambios normativos para liberar parcialmente el cepo cambiario y mejorar las condiciones del financiamiento en dólares, en beneficio del sector exportador. Estas modificaciones incluyen la eliminación de una exigencia adicional de capital mínimo y la flexibilización en el acceso al mercado cambiario para pagos de fletes internacionales, con el objetivo de reducir costos y dinamizar las exportaciones. Mediante la Comunicación “A” 8021, la autoridad monetaria removió un requisito establecido en 2022 que imponía a los bancos una exigencia de capital adicional para ofrecer financiamiento en moneda extranjera a empresas agropecuarias medianas o grandes. Este requisito había sido instaurado para desalentar que estas empresas accedieran a créditos en dólares con el objetivo de retener granos en tiempos de crisis de reservas en el país. En ese momento, la normativa apuntaba a restringir el financiamiento barato para aquellas empresas que almacenaban más de un 5% de su producción anual, con la finalidad de evitar que generaran presión adicional sobre las reservas internacionales. Sin embargo, la nueva medida responde a la política actual del BCRA de normalizar las condiciones de financiamiento para el sector agrícola, eliminando restricciones impuestas para evitar especulación sobre las reservas. La flexibilización reciente se suma a una serie de disposiciones anteriores del BCRA que modificaron los requisitos para financiamiento en dólares y tasas mínimas en préstamos. En junio, la autoridad monetaria ya había eliminado para este tipo de financiamiento la “tasa mínima recargada” estipulada en la Comunicación “A” 7600, que fijaba un piso 20% superior a la última tasa de política monetaria vigente. Además, en la misma línea de desregulación financiera, en agosto el BCRA había permitido que los grandes exportadores accedieran nuevamente al financiamiento en moneda extranjera, suspendiendo las restricciones que establecía la Comunicación “A” 8043. En el ámbito de los costos logísticos, el Banco Central implementó otra medida clave mediante la Comunicación “A” 8122, que permite a los exportadores argentinos realizar pagos a no residentes por servicios de fletes en el momento del embarque de la mercadería en el país, en lugar de tener que esperar hasta 30 días después de la llegada de la mercancía al destino. Este cambio normativo, que modifica el flujo de pagos en operaciones de exportación, ofrece mayores alternativas a las empresas argentinas para colocar sus productos en el exterior en condiciones más competitivas. Con esta disposición, las compañías exportadoras pueden incluir el costo del flete en las condiciones de venta acordadas con sus clientes internacionales, lo que impacta directamente en la competitividad del comercio exterior argentino al reducir los tiempos y costos financieros asociados a los embarques de bienes. Ambas medidas forman parte de un proceso de desregulación gradual del mercado cambiario que el Banco Central viene implementando para aumentar la competitividad de las empresas nacionales en el ámbito del comercio exterior. La eliminación de la exigencia adicional de capital para los créditos en dólares y la autorización para pagos anticipados de fletes tienen como finalidad crear un contexto de menor restricción y mayor previsibilidad en la estructura de costos de los exportadores, lo cual resulta estratégico para impulsar el sector en un contexto de crecimiento sostenido de los depósitos en dólares. En los últimos 30 días, el financiamiento en dólares en el país registró una suba del 9,4%, acumulando una expansión del 141,3% en lo que va del año, impulsado por un aumento en los depósitos en moneda extranjera a partir del reciente blanqueo de capitales. Por otro lado, estas nuevas condiciones responden a una serie de pedidos formulados por cámaras bancarias, que solicitaron al BCRA la flexibilización de las normas para la concesión de créditos en moneda extranjera, con el fin de ampliar las posibilidades de financiamiento a empresas relacionadas con la cadena de valor de los exportadores. Si bien los créditos en dólares estaban habilitados exclusivamente para las empresas que demuestren capacidad de generar ingresos en esa moneda, ahora se busca incluir dentro de los beneficiarios a otras empresas proveedoras de los exportadores. Esto responde a la intención de extender el crédito en dólares a actores estratégicos dentro de la cadena productiva, facilitando un acceso más amplio y diverso a los recursos necesarios para dinamizar el comercio exterior y mejorar la liquidez en el sistema. El BCRA también prevé que la flexibilización en los créditos bancarios, junto con el crecimiento de los depósitos en dólares, contribuya a fortalecer sus reservas brutas y, en el mejor de los casos, incrementar las reservas netas. El aumento en los depósitos en moneda extranjera se produjo luego de la implementación del programa de blanqueo de capitales, que impulsó un flujo significativo de divisas hacia el sistema financiero. La acumulación de estas reservas brinda un margen adicional al BCRA en su estrategia de sostenimiento de la política monetaria, orientada a sostener el flujo de divisas en el país y a mejorar la oferta crediticia para el sector exportador. En términos financieros, la reciente medida del BCRA se inscribe en la política general de apoyo al sector agrícola y agroindustrial, que es uno de los sectores más estratégicos para la economía nacional y representa una porción significativa del ingreso de divisas al país. La eliminación de los requisitos adicionales de capital y de las restricciones al financiamiento en dólares permite que el BCRA avance en su agenda de “normalización” de las condiciones financieras para el sector productivo. A su vez, esta política también responde a las demandas del sector bancario y de las cámaras empresariales, que ven en estas flexibilizaciones una herramienta para mejorar la competitividad de las empresas argentinas en el mercado global.
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