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Parana » El Once Digital
Fecha: 31/10/2024 18:30
Camilo, el bebé de 9 meses, superó su segunda noche después del trasplante de hígado. A pesar de algunas complicaciones propias de este tipo de cirugías, el injerto "está funcionando", lo que brinda esperanza a los médicos. Sin embargo, los especialistas se mantienen cautelosos respecto a la evolución del pequeño, advirtiendo que se avecinan "días difíciles". El equipo de terapia intensiva del Sanatorio de Niños de Rosario, donde se realizó la compleja intervención de más de 8 horas, monitorea constantemente al paciente, listo para afrontar cualquier eventualidad. Alejandro Costaguta, jefe de la Unidad de Hepatología y Trasplante Hepático, enfatizó la importancia de estar atentos a cualquier dificultad que surja, dado que "fue una cirugía de magnitud" y el bebé se encuentra inmunosuprimido. La familia de Camilo permanece en el sanatorio y ha recibido un notable apoyo de la comunidad, incluidos mensajes de aliento de otros padres que han enfrentado situaciones similares. Este trasplante representa el tercero realizado por el equipo del sanatorio en lo que va del año, con otros dos niños programados para ser intervenidos pronto. Desde 2007, los especialistas han llevado a cabo un total de 72 trasplantes, consolidándose como referentes en la región y el país. Costaguta destacó la complejidad de estos casos, subrayando la importancia de difundir información sobre el diagnóstico de enfermedades raras como la que afecta a Camilo, quien padece atresia biliar, un trastorno de las vías biliares que se presenta en los primeros días de vida y que se identifica por el color amarillento de la piel y deposiciones claras. Aunque existe una cirugía que puede retrasar el trasplante, eventualmente es necesario. El hepatólogo mencionó que la incidencia de esta enfermedad es de 1 en 15.000 recién nacidos, con aproximadamente un caso al año en Rosario y hasta tres en toda Santa Fe. Aclaró que, de 500 casos de ictericia, solo uno corresponde a atresia biliar, lo que complica el diagnóstico temprano. En cuanto a la recuperación de Camilo, Costaguta explicó que "las complicaciones de los primeros días" se relacionan con el sangrado y la pérdida de líquidos. A medida que avanzan las semanas, se debe estar alerta ante un posible rechazo y las infecciones que pueden surgir por la inmunosupresión. Sin embargo, destacó que el funcionamiento del injerto es un buen indicador de pronóstico. La madre de Camilo, Juliana Pochiero, hizo un llamado a la comunidad sobre la importancia de la donación de órganos, especialmente en el caso de bebés. "Es fundamental discutirlo en familia, ya que en momentos de dolor es difícil tomar decisiones que pueden salvar vidas", comentó. Apenas unas horas después de la solicitud de un hígado compatible, los cirujanos viajaron a Córdoba para realizar la ablación del órgano, regresando rápidamente a Rosario para el trasplante. Lisandro Bitteti, cirujano a cargo, cuenta con una amplia experiencia en este tipo de procedimientos. (La Capital) Costaguta también resaltó el gran esfuerzo administrativo y técnico que implica la coordinación de un trasplante y el papel del Cudaio, que apoya a los pacientes en el proceso. Un dato importante es que el 50% de los niños atendidos en la Unidad de Trasplante no cuenta con cobertura médica, pero el Estado cubre la totalidad del procedimiento. "Sentimos un gran orgullo por lo que hemos logrado, uniendo esfuerzos del sector público y privado", concluyó.
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