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Federal » El Federaense
Fecha: 31/10/2024 05:12
El reciente voto en la Asamblea General de la ONU ha resonado en el ámbito internacional, con un total de 187 países apoyando una resolución que demanda el cese del embargo económico que Estados Unidos mantiene sobre Cuba desde hace más de seis décadas. Este respaldo masivo pone de manifiesto el creciente rechazo global hacia la política estadounidense en la isla. El apoyo de Argentina y la situación diplomática Entre las naciones que se unieron a esta iniciativa, Argentina tuvo un papel destacado al votar a favor de la resolución. La delegación argentina se alineó con la mayoría casi unánime, en contraste con las únicas dos oposiciones de EE.UU. e Israel, y la abstención de Moldavia. Si bien esta resolución no posee carácter vinculante, su mensaje es claro: la comunidad internacional demanda un cambio en la política de sanciones que afecta gravemente el acceso de los cubanos a bienes esenciales como alimentos, medicinas y energía. Cambios en la administración argentina Sin embargo, esta postura diplomática ha tenido repercusiones internas. En respuesta a la aprobación de la resolución, el presidente Javier Milei tomó la decisión de destituir a Diana Mondino del Ministerio de Relaciones Exteriores debido a su voto en contra de las políticas estadounidenses. Este cambio se suma a un contexto de inestabilidad en la Cancillería, donde notablemente han renunciado figuras clave como el vicecanciller Leopoldo Sahores y el embajador en la ONU Ricardo Lagorio. El nuevo canciller será Gerardo Werthein, quien previamente se desempeñaba como embajador en EE.UU. y asumirá la difícil tarea de representar al país en un panorama internacional complejo. Una resolución con impacto La resolución no solo subraya el rechazo internacional del embargo estadounidense, sino que también resalta las consecuencias “inhumanas” de estas sanciones. De acuerdo con críticas emitidas por el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, el régimen coercitivo ha sofocado gravemente la economía cubana y ha generado crisis humanitarias significativas, fortaleciendo así la necesidad de que otros países apoyen el derecho de Cuba a un desarrollo económico independiente. Contexto histórico del embargo El embargo tiene sus raíces en la década de 1960, cuando fue formalizado por el presidente John F. Kennedy. A lo largo de los años, este ha sido reforzado por legislaciones como la Helms-Burton y recientemente por medidas implementadas por la administración de Donald Trump desde 2017. A pesar de algunos intentos de moderar las sanciones, estas continúan generando estragos en la economía de la isla, reflejados en una reciente estimación que señala un impacto económico de aproximadamente 5,056 millones de dólares en el último año. Repercusiones globales Este voto en la ONU fue también respaldado por un informe que recoge las objeciones al embargo de más de 180 países y numerosas organizaciones internacionales, incluyendo la OMS y Unicef. La situación cubana ha captado la atención internacional, poniendo de relieve no solo las tensiones entre EE.UU. y Cuba, sino también las implicancias que este embargo tiene sobre la cooperación y el respeto a los derechos humanos en la región.
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