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» Diario Cordoba
Fecha: 31/10/2024 03:55
Se dice que la muerte es algo tan natural como la vida. Sin embargo, cuesta trabajo afrontar que un día estamos aquí y al siguiente puede que ya no, a poco que vengan mal dadas. Es un asunto espinoso -ante el dolor por las ausencias y el temor más o menos reconocido a que el siguiente seas tú- del que se procura hablar poco, salvo en fechas como éstas en que todo nos recuerda que somos polvo y en polvo nos hemos de convertir. Claro que el hecho de que el resto del año prefiramos pasar por alto la cuestión final -tratándola en serio se entiende, que luego están los chistes para suavizarla- no significa que nos olvidemos de ella o incluso la planifiquemos; unos más que otros, eso sí, pues hay previsores que no dejan cabos sueltos ni en el otro mundo. La prueba es la cantidad de seguros de decesos que se contratan, cada vez más. Contaba este mismo periódico que más de un 60% de cordobeses pagan encantados la cuota que les garantiza un entierro decente. Y no somos los más precavidos, porque la provincia ocupa el cuarto lugar de Andalucía y el décimo segundo de España en adquisición de pólizas funerarias, si bien muchas se complementan con otras coberturas que tienen más que ver con los vivos que con los muertos. De todas formas, hay que reconocer que aunque la muerte es siempre la misma, por muy distintos disfraces que ofrezca la dama de la guadaña al presentarse, sí que evoluciona sociológicamente la forma de encararla o más bien de sacarle rendimiento. Económico por supuesto: hay una gran industria de la defunción que, como cualquier otra, se moderniza al ritmo de los tiempos para subsistir, y seguro que a estas horas muchos están pensando poner su negocio del deceso en manos de la inteligencia artificial, la gran conseguidora virtual. Pero esa evolución también ha llegado a la cultura. De modo que el día de Todos los Santos y el de Difuntos, así como sus cercanías, han pasado de ser meras citas rituales en los camposantos, entre la evocación, el sentimiento religioso y el civismo, a ofrecer un amplio despliegue de actividades que rinden culto a la memoria de los que se fueron sin renunciar al provecho turístico. Ahí está el éxito de las Jornadas de Cultura Funeraria organizadas por la Cátedra de Turismo y el Grupo de Investigación Sísifo de la Universidad de Córdoba, que llegan a su segunda edición con nuevos alicientes como la visita a las capillas funerarias de las iglesias fernandinas, teatro y conciertos. También, en el cementerio de la Salud, la renovada Ruta Ciudad de los Recuerdos, a la que se ha incorporado un sistema QR que permite al visitante conocer la treintena de monumentos y panteones de los más ilustres fallecidos. Estará guiada por Ana Ruiz Osuna, experta en estas lides y coordinadora del programa In Memoriam, quien también organiza desde hace un lustro en la Real Academia las jornadas ‘La muerte en Córdoba’. En ellas historiadores, especialistas en arte, literatura y arqueólogos han ido recreando las creencias, ritos y costumbres que se han dado en esta orilla del Guadalquivir desde época romana hasta la contemporánea, que es la que en esta ocasión se abordará hasta el 11 de noviembre. Fuera de la capital, la cultura funeraria cobra fuerza en algunos de nuestros pueblos. Entre ellos Cabra, Lucena, a punto de inaugurar una zona «ecológica» de enterramientos, y especialmente Monturque, cuyos monumentales camposanto y cisternas forman parte de la Ruta Europea de los Cementerios. La temida muerte puede dar mucho juego. Suscríbete para seguir leyendo
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