31/10/2024 10:23
31/10/2024 10:23
31/10/2024 10:23
31/10/2024 10:23
31/10/2024 10:22
31/10/2024 10:22
31/10/2024 10:22
31/10/2024 10:22
31/10/2024 10:22
31/10/2024 10:22
Parana » AIM Digital
Fecha: 31/10/2024 03:32
El dióxido de carbono (CO2), uno de los tres principales gases de efecto invernadero, continúa acumulándose en la atmósfera “más rápidamente que en ningún otro momento de la existencia humana”, advirtió nuevamente, este lunes 28, la Organización Meteorológica Mundial (OMM). En 2004, la concentración de CO2 en la atmósfera era de 377,1 partes por millón (ppm), mientras que en 2023 alcanzó las 420 ppm, lo cual “supone un aumento de 42,9 partes por millón, es decir, 11,4 por ciento en sólo 20 años”, observó Ko Barrett, secretaria general adjunta de la OMM. En el caso del metano (CH4), otros gas de efecto invernadero, se situó en 1934 partes por mil millones (ppmm), y en el del óxido nitroso (N2O), en 336,9 ppmm. Se trata de aumentos respecto a los niveles preindustriales (antes de 1750) de 151 por ciento para el CO2, 265 por ciento para el CH4 y 125 por ciento para el N2O. “Otro año, otro récord. Esto debería hacer saltar todas las alarmas entre las instancias decisorias”, dijo la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo. La responsable dijo que “no hay duda de que estamos muy lejos de cumplir el objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento global muy por debajo de dos grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales y tratar de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C con respecto a esos niveles”. El Acuerdo de París de 2015 estableció compromisos de las naciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de modo que la temperatura promedio del planeta no excediese de dos grados Celsius sobre los niveles de la era preindustrial a finales de siglo y no más de 1,5 °C antes del año 2050. El nuevo informe de la OMM dice que los nuevos datos “demuestran una vez más que se necesitan medidas urgentes y no palabras por parte de los principales contaminadores del mundo para protegernos a todos del cambio climático”. Su llamado se produce mientras líderes mundiales se preparan para reunirse el mes que viene en Bakú con motivo de la 29 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29). Barrett dijo que “estamos abocados a un aumento de las temperaturas durante muchos, muchos años”, debido a la vida extremadamente larga del CO2 en la atmósfera, a lo que se suman emisiones de otros gases causantes de ese efecto de calentamiento global, como el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). “Esto es más que estadísticas”, insistió Barrett, porque “casa parte por millón importa, cada fracción de grado de aumento de la temperatura importa; importa en términos de velocidad de retroceso de glaciares y hielos, de aceleración de la subida del nivel del mar, de calentamiento y acidificación de los océanos”. Y, por supuesto, “importa en términos del número de personas que estarán expuestas al calor extremo cada año, de la extinción de especies, y del impacto en nuestros ecosistemas y economías”. Entre los principales fenómenos productores de gases de efecto invernadero se encuentran los incendios forestales y el fenómeno meteorológico de El Niño, que alimentó unas condiciones más secas y un repunte de las concentraciones de gases a finales de 2023, según la OMM. El Niño, con vientos cálidos sobre el océano Pacífico ecuatorial central y oriental, altera los ciclos de lluvias en varias partes del globo, provocando tanto sequías prolongadas como fuertes precipitaciones con inundaciones. Su opuesto, La Niña, con vientos fríos, es igualmente pernicioso. El análisis de la OMM muestra que algo menos de la mitad de las emisiones de CO2 permanecen en la atmósfera, algo más de una cuarta parte son absorbidas por el océano, y algo menos de 30 por ciento quedan retenidas en la tierra. Los incendios de vegetación resultan fatídicos en materia de emisión de gases de efecto invernadero, y la responsable científica de la OMM, Oksana Tarasova, consideró los incendios forestales del año pasado en Canadá como “absolutamente dramáticos” en cuanto a la cantidad de esos gases producidos. “Los niveles actuales de CO2 no se han visto en la historia de la humanidad. La última vez que tuvimos 400 partes por millón de CO2 fue hace entre tres y cinco millones de años, y en ese tiempo la temperatura era entre tres y cuatro grados más cálida y el nivel del mar entre 10 y 20 metros más alto”, dijo Tarasova. La OMM señala que entre 1990 y 2023, el forzamiento radiativo, es decir, el efecto de calentamiento de nuestro clima provocado por los gases de efecto invernadero, aumentó 51,5 por ciento. El CO2 representó más de 80 por ciento de ese aumento. Según su informe “mientras continúen las emisiones, los gases de efecto invernadero seguirán acumulándose en la atmósfera, lo que provocará un aumento de la temperatura global”. Barrett insistió en que “dada la vida extremadamente larga del CO2 en la atmósfera, el nivel de temperatura ya observado persistirá durante varias décadas incluso si las emisiones se reducen rápidamente a cero neto”. Cuando se le preguntó si cabe esperar que la COP29 produzca compromisos tangibles por parte de los países, Barrett señaló que los políticos de todo el mundo “hacen referencia a las últimas conclusiones y previsiones científicas sobre el clima en sus declaraciones públicas”. “Así que creo que están escuchando, la cuestión es hasta qué punto veremos que esto se manifiesta en la COP29”, concluyó. Fuente: Agencia IPS
Ver noticia original