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Federal » El Federaense
Fecha: 28/10/2024 15:26
El clima de tensión en Bolivia ha escalado dramáticamente en las últimas horas, tras la ocupación del aeropuerto de Chimoré, en el corazón del Trópico cocalero, por parte de seguidores del ex presidente Evo Morales. Este hecho ocurrió el pasado 27 de octubre de 2024, cuando un grupo significativo de civiles tomó control del lugar sin ningún tipo de autorización, generando un caos que aún perdura. Ocupación Indefinida De acuerdo con la información proporcionada por la empresa Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol), el incidente fue reportado alrededor de las 14:30 (hora local). Desde entonces, el aeropuerto ha estado en manos de los manifestantes, quienes han declarado que su medida se extenderá de manera indefinida. Periodistas locales confirman que la situación no ha cambiado hasta la mañana siguiente, creando preocupaciones por los daños en las instalaciones. Acusaciones y Justicia Los manifestantes sostienen que esta toma es una defensa del ex presidente, quien previamente había denunciado un intento de asesinato durante el cual su vehículo recibió 18 impactos de bala y uno de sus choferes quedó herido. En la conferencia de prensa, Elmer Pozo, director ejecutivo de Naabol, describió la incursión como “ilícita”, revelando que la situación requirió el uso de explosivos, lo que motivó una denuncia penal contra los responsables. Conflictos Internos Las tensiones en la política boliviana no son nuevas, y este incidente resalta el enfrentamiento interno entre el actual mandatario Luis Arce y su predecesor Evo Morales. Morales, a través de un comunicado, responsabilizó directamente a Arce y a sus ministros de la facción opositora por los recientes ataques, calificándolos de conductas fascistas. Respuestas del Gobierno Desde el palacio gubernamental, Luis Arce rechazó las acusaciones en su contra, prometiendo llevar a cabo una investigación exhaustiva para aclarar lo sucedido. Algunos detractores de Morales han sugerido que este episodio podría ser un auto atentado para crear una imagen de victimización, una estrategia que, según sus críticos, ha sido común en el líder cocalero. Reacciones del Pueblo La situación ha llevado a un aumento de la indignación popular, con muchos ciudadanos apoyando la ocupación como respuesta directa a lo que consideran un ataque a su líder. Videos que circulan en redes sociales muestran a los manifestantes exigiendo justicia y responsabilizando a Arce y a su gabinete por el ataque a Morales. Bloqueos y Protestas La crisis se intensifica conforme reproches mutuos y la polarización entre las fuerzas políticas se vuelve más evidente. Desde hace semanas, los seguidores de Morales han establecido bloqueos en múltiples puntos de la región de Cochabamba, trastornando el tránsito y causando pérdidas significativas en varios sectores productivos. El gobierno, por su parte, ha respondido a estos bloqueos prometiendo acciones “graduales” para restaurar el orden. Este contexto de conflicto social y político pone de manifiesto la necesidad de un diálogo efectivo y la búsqueda de soluciones que puedan evitar una mayor escalada en la crisis boliviana, que ya ha dejado secuelas profundas en la sociedad y la economía del país.
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