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  • El Día de Todos los Santos supone el 30% de la facturación del año en las floristerías de Córdoba

    » Diario Cordoba

    Fecha: 28/10/2024 14:16

    El Día de Todos los Santos es tradición en España. Es un día para recordar a los que ya no están, en familia, comer los dulces más típicos y, sobre todo, llevar flores a los camposantos. Es así desde hace décadas y, por eso, la Asociación de Floristerías de Córdoba calcula que las ventas que se producen en el mes de octubre en la capital pueden suponer hasta el 30% de la facturación del año, una cifra que aumenta cuando se trata de los municipios de la provincia, donde la tradición está mucho más arraigada. Es de los días más importantes para el sector de la flor cortada, junto al Día de la Madre, San Valentín o la Semana Santa, desde los productores, los viveros y hasta las floristerías, que se encargan de vender el producto final a cientos de cordobeses que deciden acudir a los cementerios para hacer un homenaje a sus seres queridos. Es una tradición que se mantiene, pero que desde el sector temen que esté en peligro por el aumento de las incineraciones, la llegada de nuevas tradiciones que reemplacen esta o la pérdida de la costumbre entre los más jóvenes. Aún así, a día de hoy sigue representando un gran volumen en la facturación de todo el año, en concreto, un 30%, con alguna variación entre floristerías que se dedican menos a Todos los Santos y más a eventos o bodas, por ejemplo. Aún así, las llamadas y el trabajo no para en las tiendas y es muy complicado encontrar una floristería vacía o sin ramos que hacer a finales de octubre. «Estamos hasta arriba», ha sido la respuesta habitual que hemos encontrado en el recorrido para hacer este reportaje. Las flores más típicas Las floristerías consultadas coinciden en que en esta época lo más típico son los crisantemos, porque florecen para estas fechas, pero también se ven mucho las peniculatas, rosas, claveles o margaritas, y últimamente el pompón o las coles. También hay cada vez más personas que se decantan por plantas más singulares, como orquídeas y tulipanes, o ramos variados con combinaciones entre distintas especies. También abundan las macetas y las flores de tela. «Hoy en día, hay una variedad muy amplia de flores, antiguamente eran muy pocas», explica María José Benito, gerente del vivero Santa Bárbara, al intentar enumerar cuáles son las más demandadas. Los claveles, por ejemplo, son las que más se exportan e importan en Andalucía. Rafael Barón en su floristería de la calle Pastora, 2. / A. J. González Las flores que se venden en Córdoba vienen, en su mayoría, de países como Colombia o Ecuador. De hecho, Colombia es el principal proveedor de flor cortada en Andalucía, seguido precisamente de Ecuador y los Países Bajos. También pueden venir de Kenia o Etiopía, mientras que en la región el mercado mayoritario lo acapara Cádiz, con Chipiona a la cabeza. Andalucía es la principal comunidad autónoma productora de flor cortada a nivel nacional, con algo más de la mitad de la superficie de cultivo. Entre las provincias productoras destaca Cádiz, con más de la mitad de la superficie andaluza y más del 75% de la producción. Le siguen las provincias de Sevilla y Huelva. Se caracterizan por ser explotaciones pequeñas, casi todas de carácter familiar, según los datos de la Consejería de Agricultura. La inflación La inflación, como no podía ser de otra manera, también ha afectado al sector de la flor cortada en Córdoba. Según el Observatorio de Precios y Mercado de la Junta de Andalucía no todas las especies presentan subidas en los precios y los indicadores varían mucho. Los claveles, por ejemplo, han bajado un 25%, de 16 euros a 12 euros las 100 unidades en origen, mientras que en el mayorista de destino cuestan ahora un 36% más, 34 euros las 100 unidades. El crisantemo, otra de las flores más buscadas para esta época, ha aumentado un 34% en un año y ahora cuestan 55 euros en origen y 100 en destino (+26%). La paniculata, demandada también para Todos los Santos, ha bajado un 45% en origen, hasta los 19 euros, y en destino tiene un precio estable de 75 euros las 100 unidades. Desde el vivero Santa Bárbara explican que han subido los sueldos, el transporte, la luz o el pago a la Seguridad Social, y «todo influye en el precio del producto final». Ellos, que también tienen un puesto en el cementerio de San Rafael, aseguran que cada vez hay más venta por encargo -y menos presencial en los cementerios- o personas buscando flores de tela. El responsable de Flor Cortada en la Asociación Andaluza de Viveristas y Floricultores, José Luis García, asegura a este periódico que en el sector de la producción la inflación ha afectado este año entre un 5% y un 6%, por lo que se han visto obligados a aumentar esa cantidad en sus precios. Puesto de flores en el cementerio de San Rafael. / A. J. González El proceso de producción es completo, compran esquejes que vienen, en su mayoría, de Etiopía o Kenia y que distribuyen empresas holandesas, que luego pasan a sus invernaderos. Toda esa cadena de producción ha sufrido por la inflación, a la que luego hay que sumar al menos dos pasos más: los mayoristas, que reparten a las floristerías, que son las que venden finalmente al consumidor directo y que «posiblemente incrementen más» el precio final tras toda esa cadena que ya viene con aumentos, alerta el también gerente de la empresa Flores de Lebrija, que en Córdoba tienen grandes clientes, como Sánchez Flor o Flores Gabriel Clemente. Mantener la tradición Rafael Barón regenta Floristería Los Patios, que ahora se encuentra ubicada en su patio de la calle Pastora, 2, asegura que en Córdoba se pueden conseguir ramos pequeños prehechos, como buques de flor variada, desde los 10 euros, aunque «puedes llevarle desde una gerbera hasta un girasol o una rosa, que puede costar unos 3 euros». Para él, que reivindica mantener esta tradición, «no hace falta gastarse un dineral, aunque hay clientes que tienen varias lápidas y se gastan el dinero y que no les duele, depende mucho de la economía de cada familia, pero también de sus tradiciones». De estas tradiciones, precisamente, asegura que la de Todos los Santos «ha ido mermando porque la gente más joven no tiene esta costumbre, piensan de otra manera, el culto a los difuntos cada vez va a menos porque entran modas extranjeras -como el Halloween-, pero hay tiempo para todo». «Las flores son sentimientos y a los seres queridos nunca se les olvida, esta es una manera de recordarlos», afirma en la misma línea la gerente de Floristería Aurora, que reivindica que no es lo mismo elaborar un ramo que comprar «un paquete envuelto», por lo que «hay que saber hacerlo, es un trabajo y hay que valorarlo». Suscríbete para seguir leyendo

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