28/10/2024 05:45
28/10/2024 05:32
28/10/2024 05:31
28/10/2024 05:30
28/10/2024 05:28
28/10/2024 05:28
28/10/2024 05:27
28/10/2024 05:27
28/10/2024 05:26
28/10/2024 05:24
» Diario Cordoba
Fecha: 28/10/2024 04:29
El Premio Nobel de Literatura de este año ha sido para la autora surcoreana Han Kang. Según se lee en alguna reseña, «en su obra, Han Kang se enfrenta a traumas históricos y conjuntos de reglas invisibles y, en cada una de sus obras, expone la fragilidad de la vida humana». Una de sus historias mas aclamadas es La vegetariana. Cada cultura tiene una estructura mental propia que resulta nueva y fresca para los que somos de otra. El realismo mágico de autores como Rulfo, García Márquez o Carpentier, nos abrieron un universo extraño, diferente y fascinante. Se nutren de una realidad de la que transcienden con la literatura y con la que han construido mundos nuevos para los demás. La literatura asiática es muy original. Si leen al japonés Haruki Murakami, verán que en sus relatos, aparentemente simples y con personajes casi corrientes, nos acaba llevando a una realidad que raya en lo onírico; nos crea paisajes, que no sé si existen, pero en mi mente están ya. No son relatos surrealistas son hiperrealistas. Han Kang se hizo famosa con su novela La vegetariana, primera novela en lengua coreana en ganar el Premio Booker, en 2016. En 2024, Kang es la primera escritora asiática que gana el Premio Nobel de Literatura. Kazuo Ishiguro, escritor japonés, también lo ganó en 2017. La vegetariana ha tenido un éxito apoteósico en Corea, ganando todos los récords de ventas. Con esos precedentes me decidí a leerla y lo primero que hay que aclarar es que en realidad es un relato. Algo más de 60 páginas en la edición que tengo. Ambientado en el Seúl contemporáneo, cuenta la historia de Yeong-hye, una ama de casa que, tras tener un sueño, decide hacerse vegetariana. Me lo leí de un tirón y después pensé ¿y esto a qué viene? Es un relato desesperanzador, crudo, triste... En él se va contando el proceso que atraviesa Yeong-hye y el impacto en su entorno y su familia. El relato lo cuenta el marido, que desde el comienzo describe una relación de pareja plana y anodina que se va volviendo más cruda a medida que la narración avanza (como la carne del relato). El marido, casi siempre ajeno, acaba, por conveniencia y nunca por amor, involucrado en los delirios de su mujer. El relato está muy bien tramado. Describe una depresión muy grave justificada por una mente racional y casi lúcida. Creo que hay que leerlo, pero, les advierto, vayan preparados, no es un relato agradable ni ejemplar. Uno lo lee con desenfreno para ver a dónde lleva. Y no lleva a ningún sitio. Te deja vacío y triste. La mente humana ofrece muchas historias que contar. Nuestro querido Don Quijote es un ejemplo evidente. Ahora a Alonso Quijano le habrían mandado una medicación que lo habría mantenido en casa y seguro. Pero, Cervantes lo deja libre y, junto a Sancho, nos ha dado algunas de las reflexiones más interesantes y positivas de la literatura. Don Quijote es un poco loco, es un idealista inteligente; Sancho el pragmático es el contrapunto de una preciosa pareja que uno desea que viva para siempre. Cervantes usa la locura para crear una novela genial y ejemplar. ¡Cuántos cientos de premios nobeles habría merecido! La rareza y la transgresión parecen ser sinónimo de altura intelectual, marchamo de calidad, razón para recibir premios, y mi reflexión de hoy es: ¿las historias tienen que ser retorcidas para merecer el aplauso?, ¿lo sencillo es intelectualmente menos válido? O como me comentaba un joven compositor: ¿por qué en la música contemporánea no dejan ni un pedacito de melodía? Yo creo que nuestra sociedad se ha vuelto snob y cree que cuanto más raro, más inteligente; cuanto más difícil, más sofisticado; cuanto más incomprensible, más elevado. Y ahí nos equivocamos. Son argumentos elitistas que acabarán dejándonos a todos fuera. Reivindico la simplicidad (no la simpleza), la ejemplaridad (no el adoctrinamiento) y el «carpe diem»: la vida es a veces complicada y la literatura y el arte pueden ser de calidad y también un bálsamo; un remanso donde nos guste estar. *Astrofísica Suscríbete para seguir leyendo
Ver noticia original
 (1).png)
 (1).jpg)
Examedia © 2024
Desarrollado por