27/10/2024 06:58
27/10/2024 06:57
27/10/2024 05:53
27/10/2024 05:53
27/10/2024 05:53
27/10/2024 05:53
27/10/2024 05:53
27/10/2024 05:52
27/10/2024 05:50
27/10/2024 05:50
» Diario Cordoba
Fecha: 27/10/2024 04:56
Las salinas artesanales generan paisajes de características únicas por sus valores ecológicos y medioambientales, según afirman los expertos, por lo que apostar por su producción sostenible es importante en determinados lugares para la conservación de la biodiversidad. Estas salinas son sitios clave para la reproducción y descanso de multitud de aves y otras especies de fauna y flora; y además desempeñan un papel fundamental en el desarrollo local por su interés cultural, patrimonial, histórico y social. Sin embargo, durante las últimas décadas están salinas se han ido abandonando en zonas como Andalucía y Córdoba. Con el fin de recuperarlas y fomentar su contribución a la generación de valor para la naturaleza y la conservación del medio ambiente, y frenar el declive del patrimonio cultural y natural; diversas entidades y administraciones públicas están sumando esfuerzos en toda España; a la par que surgen proyectos empresariales en torno a estas salinas. Ejemplo de ello es la empresa Gabela de Sal, centrada desde hace años en la producción de sales artesanas, ubicada en la pedanía de Albendín, en Baena, que trabaja en la puesta en valor y aprovechamiento de las salinas y sal de manantial, y que no sólo produce y comercializa sales con calidad certificada; sino que también contribuye a recuperar un patrimonio natural asociado a las salinas de interior y fomenta un turismo sostenible en torno a las formas de ver, saber y hacer en torno a la sal. Imagen de esta salina. / CÓRDOBA Así lo explica su responsable, Rafael Espartero, desde la citada pedanía que se localiza al este de la provincia de Córdoba y está bañada por el río Guadajoz, afluente del Guadalquivir. Nacido en el límite entre las provincias de Córdoba y Jaén, el río Guadajoz atraviesa zonas con materiales muy diversos, entre los que destacan los salinos. El alto grado de salinidad que alcanzan sus aguas en algunos de sus tramos ha favorecido el uso histórico de las mismas, siendo el motivo por el que, a su paso por el municipio de Baena, se pueden encontrar no sólo restos de lo que fueron antiguos aprovechamientos salineros de gran importancia, sino salinas que conservan su capacidad funcional a día de hoy como esta. Aunque el sector principal de esta zona es el olivarero, con aceites de oliva con Denominación de Origen, «desde Gabela de Sal tenemos un objetivo claro, que es conservar, poner en valor y ofrecer un producto diferente como es la sal», afirma Espartero, que recuerda que antiguamente existían en esta zona hasta 22 salinas, la mayoría actualmente cerradas, y reitera la importancia de su permanencia para el entorno natural. No en vano, la sal de manantial, además de ser un condimento de la cocina andaluza, tener tradición y ser fuente de salud, también es «naturaleza y paisaje», afirma Rafael Espartero. En cada salina, se crean hábitats singulares de flora y fauna, donde las especies desarrollan estrategias de vida de adaptación a lo salado, con lo que se contribuye así a la biodiversidad. En el marco del fomento del turismo sostenible, esta empresa también ha participado en el proyecto Reorienta, de la ONG con sede en Córdoba CIC Batá, que durante los últimos 18 meses ha tenido como objetivo posicionar Córdoba como un destino turístico sostenible y responsable; y por el cual cuenta con el distintivo ‘Somos Turismo WeODS Córdoba 2030’. En resumen, un ejemplo de los valores etnológicos, ecológicos y paisajísticos que encierran las salinas de interior en Baena, que salvaguarda una actividad tradicional y que representa no sólo un paso más para el desarrrollo socioeconómico de la zona, sino un empuje a la sostenibilidad.
Ver noticia original
 (1).png)
 (1).jpg)
Examedia © 2024
Desarrollado por