Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Majo Martino: “Cuando me dijeron la palabra quimioterapia, ahí fue cuando me deprimí”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 27/10/2024 03:15

    María Laura Santillán Con Majo Martino El último día del año, el 31 de diciembre de 2022, después del brindis, del “feliz año nuevo”, de los deseos, los besos y los abrazos, llegó un mail. Un mail con el resultado de la punción mamaria. Era un poco difícil de entender lo que decía por la terminología científica, pero no parecía traer buenas noticias. El tumor era maligno. En enero de 2023, casi inmediatamente, Majo pasó por la cirugía, después llegaron las sesiones de quimioterapia y los rayos. Hoy, ahora, la medicación diaria y los controles. María José Martino pasó por una montaña rusa durante meses que fueron eternos. Fue hasta ayer nomás, y se anima a compartirlo. Trabajó y trabaja en los medios desde muy joven, frente y detrás de las cámaras. Estuvo en la 100, en Ideas del Sur, en el Hotel de los famosos y está en “Mañanísima” como panelista. – Finalmente, delante de cámara. Me llevó tantos años... Hice un trabajo muy chiquitito, el trabajo de hormiga. Pasito a pasito, escalón por escalón. – Después de lo más difícil de atravesar, ¿te reincorporaste totalmente al trabajo? – Sí, estoy totalmente incorporada, volví hace un año, primero despacito. “FUE UNA PELÍCULA DE TERROR” – Hay un antes y un después del 31 de diciembre de 2022, cuando supiste que tenías cáncer de mama. – Un terremoto, fin de año fue una película de terror. – ¿Te cuesta hablar de esto? – No es que me sea fácil, pero cuando me pasó yo decía, ¿va a haber algún momento en que lo pueda hablar? Por lo menos en los medios porque es mi ámbito de trabajo. ¿Lo podré contar alguna vez? Es lo que yo me he preguntado a mí misma. – Vas a cumplir dos años en dos meses, no es tanto tiempo. – Dos años, pero el año pasado fueron los tratamientos preventivos que hice. Es todo muy reciente. "No es que me sea fácil, pero cuando me pasó yo decía, ¿va a haber algún momento en que lo pueda hablar?", contó Majo Martino (Fotos de Candela Teicheira) “ME TOQUÉ UNA PELOTITA. YO ME HABÍA HECHO UNA MAMOGRAFÍA ESA SEMANA Y NO HABÍA SALIDO NADA” – Te lo encontraste sola el tumor de mama. – Sí, estaba hablando por teléfono una noche en mi cama, ya por dormir. No me estaba palpando, hice un movimiento y sin querer pasó la mano por mi mama. Toqué una pelotita chiquitita y en ese momento me agarró un dolor de panza como si intuitivamente yo hubiera sabido lo que se venía. Porque las mujeres tenemos chistecitos, nódulos… pero al día siguiente llamé a mi ginecóloga y le dije: me toqué una pelotita. Me dijo, venite que te hago una ecografía. Yo ya me había hecho una mamografía esa semana de rutina y no había salido nada. – ¿Y en la ecografía qué pasó? – Sí, en la ecografía salió, a la ecografista le vi la cara rara. Empezó a charlar con la ginecóloga y me dijo, andá, espérame en el consultorio. Dije: ¡Ay, Dios mío! Yo ya estaba casi con la presión baja. Me dijo que me quedara tranquila, ‘no creo que sea nada raro, pero deberíamos punzarlo después de una mamografía maximizada’. Estaban con dudas, veía una cuestión rara, pero no era tan claro. – El resultado de una punción tarda como un mes. – ¡Ay sí! Y yo me iba a Córdoba a hacer teatro junto con mi novio y teníamos la responsabilidad de estar. Me fui a Córdoba. – ¿Cómo hiciste para poner en suspenso todo? ¿Estabas pendiente? – Sí, pero yo pensaba que no iba a ser nada. Se los mostraba a otros médicos y me decían que era muy chiquito y que no creían que fuera nada por la forma y no sé qué. “ESTABA ANGUSTIADA PERO CON UN NIVEL DE ANGUSTIA QUE NO HABÍA TENIDO NUNCA EN MI VIDA” – Y un día te dijeron que sí, que era un tumor. ¿Y qué pasó? – Sí. La angustia, no me olvido nunca más, estaba en Carlos Paz. Te mandaban por mail el resultado de la biopsia y se me ocurrió abrir el mail a la madrugada, no sé qué hora era. Estaba escrito con palabras técnicas y dije, ¿qué es esto? Y no tenía a quién preguntarle a esa hora de la madrugada. Me fui a dormir temblando, temblando te juro, con una angustia… ‘¿Será?’ La pasé tan mal, no me podía dormir, estaba angustiada, pero con un nivel de angustia que nunca había tenido en mi vida. Quizás cuando murió mi mamá. Al día siguiente se lo mandé a mi ginecóloga y me llamó por teléfono y me lo dijo. María Laura Santillán con Majo Martin - EL DÍA QUE MAJO MARTINO SUPO QUE TENÍA CÁNCER DE MAMA: “SENTÍ UNA ANGUSTIA QUE NO HABÍA TENIDO EN MI VIDA “ – Aparecen muchas emociones juntas en ese momento. – Es espantoso, te lo cuento y se me mueve mucho adentro. “NUNCA TE IMAGINÁS QUE TE PUEDE TOCAR A VOS” – Porque angustia, pero también da mucho miedo. – Mucho miedo porque no sabés qué va a pasar. No tenés idea porque nunca te imaginás que te puede tocar a vos. ¿Viste que decimos ‘dos de cada ocho mujeres’? Bueno, no pensás que te puede tocar, uno no va por la vida pensando que te podés enfermar. Estaba en pleno, recién me había puesto de novia, estaba en la obra de teatro en Carlos Paz, con toda la energía puesta en eso. Y de repente cayó esta bomba y me sacudió de una manera muy importante. – ¿Te paralizó? – En ese momento, un toque, pero yo soy de actuar, accionar. Hablé con un médico, con otro, mi ginecóloga me pasó el contacto del cirujano y hablé con él, yo estaba investigando. Necesito resolver para calmar y para tranquilizarme, necesito estar en acción. Paralizada me asusto más. – Pusiste manos a la obra. – Manos a la obra. Con todo, con psicólogos,y terapeutas de todo tipo, con todas las herramientas que yo podía llegar a tener. “SE ME PONE LA PIEL DE GALLINA AHORA PORQUE YO PENSÉ QUE NO LO IBA A PODER CONTAR NUNCA” "No tenés idea porque nunca te imaginás que te puede tocar a vos", aseguró Majo Martino en entrevista con María Laura Santillán – ¿Te acordás de que hablabas las primeras veces con el psicólogo? Porque es un mundo nuevo, algo que uno no imagina. – Cambié de psicólogo. Dejé a La psicóloga que tenía que no me estaba sirviendo. Me pasaron el contacto de un psicólogo especialista en estos temas y me calmaba bastante. Pero lo que más me calmaba era hablar con mujeres que habían atravesado esto y que me contaban su experiencia. Se me pone la piel de gallina ahora porque hoy estamos acá nosotras y yo no me imaginaba poder contarlo, ¿me entendés? Yo pensé que no lo iba a poder contar nunca, porque era tal el miedo, tal la angustia… ¿Cómo voy a poder hablar de esto? – Uno no lo quiere contar. – No lo querés contar. ¿Por qué? ¿Por el tabú? ¿Por qué? – Porque estás en shock. – En ese momento ni hablar. Yo no se lo conté a mis compañeros de la obra de teatro, sólo lo sabían la productora y Patricia Palmer, que era la directora. “YO NO LO CONTABA PORQUE NO QUERÍA LA MIRADA DE COMPASIÓN DEL OTRO” – Además es algo de uno, muy de uno. – Es que lo estás digiriendo todavía. ¿Sabés por qué fundamentalmente yo no lo contaba? Porque no quería la mirada de compasión del otro, porque yo necesitaba estar fuerte. Si yo lo contaba iba a recibir la cara de terror, no quería que nadie me transmitiera miedo. Menos quería que se enterara la prensa porque iban a pensar que me bajaba de la obra de teatro. Yo no me bajé de la obra, igual continué, pero no quería que se corriera la bola. Cuando mis compañeros se enteraron yo lo minimicé, dije que me iba a operar para sacarme un nodulito. Pero les agradezco porque lo mantuvieron totalmente en secreto. María Laura Santillán con Majo Martino - "YO NO LO CONTABA PORQUE NO QUERÍA RECIBIR LA MIRADA DE COMPASIÓN DEL OTRO" “A MÍ ME SALVÓ EL TEATRO, ME SENTÍA TOTALMENTE DEPRIMIDA” – Porque el proceso de uno es largo. Aceptarlo, entenderlo. – Y transitar el miedo también es largo, porque hasta que no terminás todo no sabés cómo es. Cada palabra que te dicen te da terror. Aparte la depresión, yo entré en depresión. A mí me salvó el teatro, me sentía totalmente deprimida. Hice la temporada hasta que me operaron, estuve diez días en Buenos Aires y volví a hacer la obra. Viste que un brazo no lo podés mover, pero quise volver igual. Eso me hizo muy bien también, te juro que me cambiaba la energía estar en el escenario. – Porque vos querías seguir trabajando. – Sí, yo no iba a abandonar la obra de teatro. Quería seguir mi vida como siempre. Y el cirujano me dijo: volvé y movete como si no te hubiera operado. – ¿Sabés qué otra cosa me dio mucho miedo? La palabra quimioterapia. “Hay que hacer quimioterapia”. – Eso para mí es lo peor de todo. – Casi me desmayo. “CUANDO DIJERON LA PALABRA QUIMIOTERAPIA, ME DEPRIMÍ” – Yo también. Eso es lo que me deprimió. Porque yo pensaba que por ahí no tenía que hacer. Cuando te dicen la palabra quimioterapia, ahí fue cuando me deprimí. Mi hermana, que me acompañó mucho en esto, ya no sabía qué hacer para hacerme remontar un poco. Mi novio tampoco, mi familia... María Laura Santillán con Majo Martin - “CUANDO ME DIJERON LA PALABRA QUIMIOTERAPIA ME DEPRIMÍ, ENTRÉ EN DEPRESIÓN. TE DA TERROR” – Es la sensación de que esto es grave. Es como cuando te dicen: tenés cáncer. Quimioterapia. – No, no, no, no. Es espantoso. Atravesar ese… Ay, no. No te lo imaginas. Y el pelo. ¿Qué va a pasar? – Eso es otra cuestión. Después, cuando pasa el tiempo, una piensa qué pavada haberse preocupado por el pelo frente a semejante enfermedad. – Pienso lo mismo, no nos podemos preocupar por una banalidad, en la estética. En eso. Pero te construye también como mujer tu estética. Nosotras trabajamos en los medios, pero las mujeres que no trabajan en los medios hoy en día me escriben y están re angustiadas por el pelo. Me dicen, ¿qué hiciste para cuidarte el pelo? Por suerte existen cosas que pueden ayudar a que no se te caiga totalmente el pelo. – Se cae el pelo, las cejas, las pestañas. – En ese momento empecé a googlear Dolores Fonzi, María Laura Santillán. Yo no me acordaba que habías tenido y me apareció y leí. Vos que lo mantuviste también en silencio, solo lo sabían tu peluquero y alguien más. Fui recolectando información de gente que lo pasó. – El proceso interior es largo, uno no puede contar algo que todavía no procesó. – Decidiste seguir trabajando. – Vos también. – Sí, es verdad, pero en teatro, no en tele. – Después te retiraste cuando te hicieron quimioterapia. – Sí, terminaba el teatro, pero no tenía compromiso con un programa. Me empezaron a llamar de un programa, de otro y yo decía que no, no sabía cómo iba a vivir el proceso. Yo quería poner todas las energías de lleno en este proceso que me daba miedo, que no sabía cómo me iba a pegar, no sabía qué me iba a pasar con el pelo, con las pestañas, con todo. Y no quería estar en la tele, la gente empieza a opinar y no tenía ganas de eso. Dije: me voy a guardar, me voy a meter en una burbuja de contención, de amor, de todo lo que yo necesitaba en ese momento. Después salir da miedo, te sentís un pollito mojado, salir de a poco, asomar la cabecita. "No quería estar en la tele, la gente empieza a opinar y no tenía ganas de eso", explicó Majo Martino – ¿Te sentías más triste si estabas sola o cuando estabas con gente? – Cuando estaba sola, porque cuando estaba con gente por ahí me distraía. Salvo que alguno hiciera… En ese momento uno está muy sensible y tiene que tener mucho cuidado con lo que oye, con lo que lee. Y por ahí alguien hacía un comentario medio raro y me deprimía, porque yo en ese momento estaba tan vulnerable, tenía tanto miedo. Después, cuando lo vas transitando los fantasmas van cayendo, se van achicando. “POR SUERTE HABÍA CONGELADO ÓVULOS ANTES DE TODO ESTO” – ¿Qué es lo que te daba más miedo de todo? Sos muy joven, me imagino que querés tener hijos, por ejemplo. – Claro, por suerte había congelado óvulos antes de todo esto. Congelé óvulos, es todo un tema. Te cambia todo, hay una nueva María José. Sentí que me desintegré porque además me pasaron un montón de otras cosas ese año. Creo que me desintegré y me reconstruí, por eso necesité guardarme. Hasta me separé, todas cosas muy fuertes me pasaron. “TE CAMBIA TODO, HAY UNA NUEVA MARÍA JOSÉ. ME DESINTEGRÉ Y ME RECONSTRUÍ” – O sea que limpiaste un montón. Psicólogo. Pareja. ¿Qué más? Trabajo. – Profesor de gimnasia, trabajo, casa. Porque me mudé. "Todo cambié. Cambié el pelo también, como un árbol en otoño, la primavera. Todo cambié", dijo Majo Martino – ¿Cambiaste todo? – Todo cambié. Cambié el pelo también, como un árbol en otoño, la primavera. Todo cambié. “TODO CAMBIÉ. PSICÓLOGO, PAREJA, CASA, TRABAJO, PROFESOR DE GIMNASIA. LO QUE ANTES FUNCIONABA YA NO ESTABA FUNCIONANDO” – ¿Qué es lo que pasó? ¿Ya no servía más nada? – Lo que antes funcionaba ya no estaba funcionando. Cambiás porque decís, ¿para qué? No sé si vos te preguntaste, ¿por qué me pasó esto? ¿Por qué? La psicóloga que tenía no me sirve, la cambio. Con mi novio nos llevábamos muy mal y en esos momentos, cuando te pasa una cosa así, lo que menos querés es estresarte. Querés que una persona te aporte calidad, calidez, amor, paz mental, no estrés. Empezás a pensar todo desde otro lugar. Estábamos muy estresados, peleando mucho, nos separamos y obviamente eso también emocionalmente me movió un montón. Y me mudé. Un poco de todo. – Hay algo muy loco que no quiero dejar pasar y es que antes de tener cáncer de mama ya participabas en campañas para difundir la prevención del cáncer de mama. – Exacto, sí, participé en la campaña de Estée Lauder. Claro, como mujer quiero concientizar, quiero colaborar. – Son los creadores del lazo rosa de la lucha contra la enfermedad. – Justamente. Hice también una foto para otra campaña de prevención, la de Chicas en New York donde me mostraban sin una lola, con otras actrices y personalidades. Antes de todo esto, mirá qué loco, ¿no? Hoy lo hago desde otro lugar, me siento con la responsabilidad sumar un granito de arena para alguien que lo está pasando, para prevenir, para que se hagan los estudios. Me gratifica. – Quimioterapia, rayos y medicación. ¿Estás todavía con medicación? – Sí, con la pastillita, unos años. ¿Se pasa un poco? ¿Te olvidas después de todo esto? – No, pero no es algo malo no olvidarse, lo tenés presente porque te vas a cuidar siempre. Te das cuenta que te tenés que controlar. – Sí, una se siente más tranquila porque cada año o cada seis meses te hacés una ecografía y otros estudios más y estás controlada. Pero un poquito de miedo te queda. "Yo pensé que no me iba a pasar nunca nada. Y ahí me di cuenta cuánto yo exigía mi cuerpo en situaciones de estrés total", confesó Majo Martino – Vivís con esa idea que no tenías antes. – Decís, si me pasó esto, ¿por qué me lo permití? ¿Por qué mi cuerpo permitió que pasara esto? “ME DI CUENTA CUANTO LE EXIGÍA A MI CUERPO EN SITUACIONES DE ESTRÉS. SENTÍA CANSANCIO Y SEGUÍA Y SEGUÍA” – A mí se me planteó otro tema: me puede pasar cualquier cosa, hay cosas que no manejo. Eso aprendí. ¿Vos no te sentías eterna antes? – ¡Claro, claro! Yo pensé que no me iba a pasar nunca nada. Y ahí me di cuenta cuánto yo exigía mi cuerpo en situaciones de estrés total. Y seguía y seguía, cansancio y seguía. ¿Viste cuando tu cuerpo a veces te pide parar y vos seguís? Bueno, ahora tengo mucho más respeto por mi cuerpo. Y cuando mi cuerpo me pide parar, lo escucho, paro. Por eso, cuando me estresa mucho algo, trato de alejarme un poco también. – O sea que en eso hay un antes y un después. – Sí. En este momento desde el miedo lo hago, no quiero abusar. Me cuido y respeto los pedidos de mi cuerpo. – ¿Estás atenta? – Sí, estoy atenta. Quizás antes no escuchaba tanto. – ¿Hay algo que te dio de atravesar esta situación límite que no te daba antes la vida? – Creo que todo es parte de un proceso. Hace un año terminé con los tratamientos y yo decía: pero a mí no me hizo un click. ¿A vos te hizo un click inmediatamente? – No. –Ah, bueno, porque viste que muchas mujeres dicen “después de eso te cambia la percepción de la vida”. Y a mí no me estaría pasando eso. ¿Digo, qué cosa no estoy viendo? Después me doy cuenta que tengo otra mirada, es muy de a poco y muy sutil. – Algunas cosas pierden sentido y otras ganan sentido, de a poco. – Claro, ya no te querés enroscar tanto con algo. Decís: pará un poco, dale. Atravesaste esto, ¿te vas a poner mal? Igual nos ponemos mal por tonterías, no es que a partir de esto solo con cosas importantes, no. Pero ese click se da como algo gradual, me veo con otra mirada, un poco más tranquila. – ¿Y qué te dejó de malo? – Me dejó el miedo, un poco. Me dejó un poquito de miedo porque yo no pensé que me podía pasar esto y te pasa. Pero siempre por mí misma y por mi bien trato de transformar todo el miedo y el dolor, en aprendizaje. Es un trabajo no quedarse en la tristeza o en el dolor o en el miedo. ¿Qué mensaje puedo sacar de esto? ¿Qué me está queriendo decir la vida con esto? ¿Qué tengo que resolver? ¿Qué tengo que hacer? Es la responsabilidad de vivir sin ningún obstáculo puesto por mí misma. Hacer lo que quiero hacer, más libre. Vivir más libre. – ¿Qué querés hacer? – Hacer solo lo que tengo ganas de hacer. Disfrutar de la vida. Trabajar en lo que me gusta. Juntarme con gente que me hace bien. Cosas simples. "La pregunta esa que vos te hiciste yo también la hice, le pregunté a una de las chicas con la que hablaba, ¿se vuelve a ser feliz? Y se rió y me dijo: sí, se vuelve", le dijo Majo Martino a María Laura Santillán (Candela Teicheira) – Uno se pregunta, ¿volveré a ser feliz? – ¡Sí, esa pregunta me la hice! – Volveré a estar como antes, ¿despreocupada? – Y preocupada por otras cosas. Yo estaba tan consternada con esto que venía alguien con otro problema, por algo de laburo y … Ay, Dios mío, ojalá yo solamente me preocupara por esas cosas. La pregunta esa que vos te hiciste yo también la hice, le pregunté a una de las chicas con la que hablaba, ¿se vuelve a ser feliz? Y se rió y me dijo: sí, se vuelve. “NO PENSÉ NUNCA ESTAR HABLANDO ASÍ, CON UNA SONRISA, YO LO CONTABA Y ME PONÍA A LLORAR” – ¿Cómo podemos transmitir a las mujeres que eso que descubrimos que nos hizo pasar tan malos momentos nos salvó la vida? – Para las que todavía no han pasado y capaz que les toque, que por favor se hagan los estudios, que se toquen y que se hagan la mamografía y la ecografía juntas. Y para las que lo están atravesando… que se vuelve a ser feliz. Que se den ese espacio para sacar todo lo que tienen que sacar, la tristeza, el miedo, que hablen, que busquen contención. Y que se vuelve a la vida, se vuelve. Yo te juro, no pensé nunca estar hablando así con una sonrisa, porque yo lo contaba y me ponía a llorar. Entonces es parte de un proceso y hay que entregarse porque como vos dijiste, hay cosas que no controlamos. Entonces que la vida nos muestre el camino. A mí y a otras mujeres nos sirvió leer tu relato en su momento, me sirvió decir: ‘qué bien está María Laura, se puede’. Contarlo, tengo la piel de gallina ahora, contarlo hoy, es para esas mujeres.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por